Qui dove il mare luccica,
e tira forte il vento
sulla vecchia terrazza
davanti al golfo di Surriento
un uomo abbraccia una ragazza
dopo che aveva pianto
poi si schiarisce la voce,
e ricomincia il canto
Te vojo bene assai
ma tanto tanto bene sai
è una catena ormay
che scioglie il sangue dint’e vene sai…
Vide le luci in mezzo al mare,
pensò alle notti là in America
ma erano solo le lampare
e la bianca scia di un’elica
senti il dolore nella musica,
e si atzò dal pianoforte
ma quando vide uscire
la luna da una nuvola,
gli sembrò più dolce anche la morte
guardò negli occhi la ragazza,
quegli occhi verdi come il mare
poi all’improvviso usci una lacrima
e lui credette di affogare [...]
Definir el día de hoy en cuanto a mí, diría que fue un poco extraño. Nada salió como estaba previsto. Llegué a este espacio con intención de escribir algo, pero la música fue más fuerte. Me quitó la rabia contenida. Me conectó con el placer. Una vez más, por amor a la música, un obstáculo se transformó en la oportunidad de rescatar a esta cantante, que en este post se anima con un tema que hemos escuchado la mayoría de las veces cantado por tenores, y esta mujer logra interpretarlo admirablemente. Y como si todo esto fuera poco, me permitió volar hacia lejanas tierras italianas, sus melodías, su gente, mis orígenes, mis ganas de conocerla y frustrada tantas veces al tener que cancelar el viaje por diferentes motivos. Aquí, una pequeña resignificación, que una vez más se logra con el arte, el arte de la música haciendo un camino de búsqueda que se concreta. Susuru.
4 comentarios:
ohhhhhhhhh!!!!! todo un placer este post. que fuerza tiene esta mujer en la interpretacion.
excelente. gracias
Salu2
Qué suerte que, a veces, esta la música!!!
Besos.
qué te pasó?
la rabia no se disipa solo con música.....
quizá se olvida de momento.
resignificación........
rina
Rinita curiosa, aquí te respondo:
quizás ambas quisimos decir lo mismo usando diferentes palabras.
En realidad la rabia se generó por no poder concretar ni siquiera uno de los planes que tenía previsto. Casi todos relacionados con visitas a expos. de arte. La rabia se convirtió en tensiones musculares, sumado al frío que hacía, de allí, que encontrarme con la música fue un placer que me fue desatando los nudos de mi espalda, aflojando las cervicales y empapándome el alma de notas maravillosas.
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