lunes, abril 25, 2011

Juan Pan García vino a pintar el blog de Susuru

Ascendiendo, el sol comienza a alumbrar. Me acerco. Avanzo en el tiempo, Conquisto altura. Grises, intensos azules, verdes grisáceos y ¡por fin! el celeste cielo. ELVIRA FIGUEROA Gracias JUAN!!!

jueves, abril 21, 2011

Hoy es un día diferente. Susuru los invita.

foto: HANDARU
Amo esta libertad.
Puedo ver un camino que me invita a seguir.
Estoy con los que amo y voy en busca del encuentro de aquellos a quienes todavía no encontré.
Nos damos las manos en señal de paz y fuerza para continuar y ayudar a los que quedan más retrasados?
Los invito. Yo me animo y si me canso, nada malo pasará. Sólo será una pausa espiritual para meditar. Hay tanto por hacer!!!!
A esta fiesta los invita Susuru. Espero que sean muchos los que se atrevan a venir.

lunes, abril 11, 2011

Un cuento leído por Susuru en el XI Encuentro de Sabor Artístico

Este cuento es el primero que integra la Sección "Locura" del libro TrIO VIVO, que leí el sábado 9 de abril. A mi lado, Eduardo Cortese, director de S.A. Va mi agradecimiento en especial a Meli por haberme dado la sorpresa de filmar este momento que atesoraré con los recuerdos más queridos. Lo comparto en este post especialmente para todos mis amigos que viven lejos y que no pueden estar presentes en este tipo de eventos que alegran el alma. GRACIASSSSSSSS!!!!!!

miércoles, abril 06, 2011

TrIO VIVO. Nueva presentación. Están invitados.

En el marco de una reunión cultural "sui generis" que amalgama Sabores Artísticos de todas las disciplinas, estaremos presentando una vez más nuestro carrusel de Misterio, Locura y Erotismo, en el barrio de Caballito, Capital, sumándonos a otros interesantes momentos, como ser el otorgamiento de premios y compartiendo la alegría y calor de la amistad.
Como siempre, un encuentro inolvidable. Están invitados. Escriban que les paso todos los datos x mail o teléfono. Gracias. Susuru

domingo, abril 03, 2011

Amalia, mi amiga.-

"Lo bueno de ser un discapacitado auditivo es que no te molesta la afición de tu vecino por el rock pesado. Lo malo, es cuando te das cuenta por las miradas de tus interlocutores que dijiste que te gustaba la pornografía, creyendo que hablaban de la campaña “Amamantar a tu hijo, es fortalecer su futuro”. Las palabras que dijo Amalia el día que nos conocimos, se grabaron en mi memoria, por la irónica tristeza que trasmitían. Habíamos quedado en encontrarnos en la confitería Las Violetas, y una vez allí, nos percatamos de lo complicado que era sostener una conversación coherente. La dificultad no estribaba tanto en su sordera, sino en que nuestras palabras se perdían entre el murmullo causado por las voces de los parroquianos que rebotaban contra las paredes de mármol del salón. Amalia, que en esos momentos rondaba los cincuenta años, parecía ser una persona inteligente, vivaz, con infinitas ganas de compartir y comunicarse; abierta a nuevas experiencias que le permitieran avanzar en el camino del conocimiento. Sus ojos, inquietos y vivaces, escudriñaban en derredor y contemplaban con calidez a su interlocutor. Creo que, de no ser porque ella lo decía, nadie hubiera advertido su problema hasta el momento en que intentaran entablar una conversación. Limitada por la hipoacusia, Amalia tuvo que hacer elecciones dolorosas pero necesarias, para evitar momentos de desasosiego. Ver una película sin subtítulos era algo a lo que había tenido que renunciar, por la angustia que sentía al perder parte del diálogo y, por ende, no comprender íntegramente lo que acontecía en el film. Lo mismo sucedía con las conferencias, la música, el teatro y también con las reuniones. Cualquier reunión era un desafío, en su intento por diferenciar del ruido ambiente las palabras de su vecina de mesa. Amalia tenía siempre una sonrisa dibujada en los labios. Con ella intentaba demostrar que participaba de la conversación general. Dije una sonrisa en los labios porque en los ojos se advertía, el desconcierto y la soledad. En muchas de esas reuniones se sentía aislada, como en una isla en medio del mar; sobre todo cuando cansados en su intento por hacerse comprender, sus vecinos de mesa, le daban la espalda y se ponían a conversar con otros comensales. Y ahí quedaba Amalia, sola en su mundo de uno, perdida en un maremágnum de sonidos confusos, con un sinfín de ideas, sueños y vivencias que no podía compartir con los demás. Como las dos intentábamos incursionar en el mundo de la literatura, resolvimos concurrir al taller literario organizado por la conocida escritora Elisa Argayaras, a quien yo conocía de talleres anteriores. Elisa, que también era sorda, no había renovado su viejo audífono, pues tenía problemas económicos. Esto hacía que a veces, viviéramos incómodas y graciosas situaciones cuando el chirrido del audífono irrumpía en la sala, tapando sus palabras. Incómodas ya que no hay nada más molesto para quien sufre alguna discapacidad, que ser puesto en evidencia por la misma y graciosas porque Elisa acomodaba el audífono con displicencia y sorteaba el mal momento diciendo algo con el humor irónico que la hacía tan especial. En el cálido ambiente del taller, e impulsada por Elisa que había vislumbrado las condiciones de Amalia, ella empezó a escribir cuentos y relatos en los que volcaba sus ilusiones y experiencias. Se presentó en cuanto concurso hubiera y, gracias a su capacidad, perseverancia y talento, fue ascendiendo por el camino del reconocimiento público. Hoy es una escritora de renombre, a la que invitan a múltiples reuniones del mundo social y literario. Como no tiene por costumbre asistir, cuando lo hace su presencia es sumamente valorada y, en cuanto llega, se ve rodeada por un mar de gente que desea conocerla, sacarse una foto con ella, o aunque más no sea, su autógrafo. Como siempre, desde que somos amigas, yo la acompaño. Amalia quiere que esté con ella en esos momentos. Ella quiere y necesita que esté cerca, porque se reconocer en su mirada, cuando me pide auxilio porque se siente perdida entre el confuso y estridente murmullo que la rodea. Entonces, acudo a su lado, y la ayudo, como otras veces, a retirarse del lugar con elegancia. María del Rosario Márquez Bello Rorry, la Charo….http://derorrylacharo.blogspot.com Buenos Aires, 3 de abril de 2011 Derechos Reservados este relato que está en el blog de rorry me conmovió y lo traje hasta aquí. susuru