La contemporaneidad ha generado un estado de adolescencia en nuestro cuerpo. Es
como si el cuerpo y el sujeto estuvieran incómodos con su rediseño continuo, como
si tanto el cuerpo como la noción de sujeto hubieran dejado la conciencia al
descubierto y la conciencia no ya pudiera abrigarlos de la complejidad de lo real. El
arte, la filosofía y la literatura parecen dispuestos a lidiar con ese estado. Lo exponen,
auscultan, analizan, revisan y descarnan. Tal vez esa atención nos hable de que las
cosas y los pensamientos pasan por el cuerpo, de que hay cosas que sólo nos pasan si
pasan por el cuerpo y que este cuerpo está en transformación. El sujeto y el cuerpo
son un problema actual.
El libro Body art del escritor norte-americano Don Delillo es uno de los tantos
publicados últimamente que se ocupan de este problema. El relato cuenta la relación
de una “artista del cuerpo” con otros dos personajes, y consigo misma. Narra la
historia de una artista esforzada por rediseñar su propio cuerpo y por alcanzar un
estado de plasticidad. Cuenta Delillo que esta artista comenzó a ejercitarse desnuda
en una habitación fría: “Hacía sus estiramientos en el suelo desnudo, y también sus
flexiones pélvicas, a la vez burlonamente eróticas y verdaderamente eróticas, y sus
repeticiones a cámara lenta de los gestos más cotidianos, como mirar la hora en el
reloj de pulsera o volverte para llamar un taxi, acciones recitadas de memoria en otro
marco conceptual muchas veces seguidas y luego otras cuantas más pero más
lentamente, con la boca abierta en un gesto perplejo y los ojos apretados con firmeza
para defenderse de la intensidad de la conciencia pasajera”1. Ella acoge esa conciencia
con perplejidad y de ella se protege con firmeza. En su arte, el cuerpo practica las
formas de la experiencia y la intensificación de la conciencia. En su arte se
confunden cuerpo, fuerza, forma, objeto, sujeto y sentido.
1 Delillo, Don. Body art. Barcelona: Circe, 2002, p. 66
Fragmento de la tesis: Arte, cuerpo y subjetividad. Estética de la formación y pedagogía de las afecciones. autora: Cynthia Farina
Un cuerpo tatuado, un cuerpo pintado, un cuerpo exhibido....¿De qué cuerpo hablamos?. ¿Cómo desciframos un cuerpo?. ¿Cuándo, cómo y para qué ponemos el cuerpo?. Es arte?, es narcisisismo?, es exhibicionismo?......Qué es? Y el verdadero cuerpo, cuál es? ¿Cómo lo representamos, dónde, cuándo?. Y cómo influye la mirada de los otros sobre nuestro cuerpo?.
Body Arts from Space and Earth ...
3 comentarios:
A la hora del disfrutar el arte de seducir -las palabras jamás- son las protagonistas, la irradiación de sensualidad femenina y sus gestos corporales, sus contoneos hablan por si visceralmente, cautivan y fascinan al hombre.
Saludos.
D. Diaz
En Cartas de lectores de la Revista La Nación, apareció publicado lo siguiente que me`pareció interesante transcribirlo y dice:
"La >>vida parecía eterna<< afirma Sergio Sinay en referencia a las primeras décadas de la existencia. Y continúa:>>nuestro cuerpo, nuestro entorno y los hechos nos recuerdan la finitud>>. Comparto este pensamiento. Con el paso del tiempo se agudiza la percepción de que la vida es corta y nos puede invadir el temor, como alguna vez escuché que se lamentaba un grupo de hombres de avanzada edad, por no haber asumido mayores riesgos en su existencia terrena. ¿Y si con estas ideas nos decidimos a empeñarnos seriamente en cosas que valgan la pena, al servicio de los demás y de nuestra necesitada sociedad?. Me aplico el cuento y me atrevo a sugerir: visitar y hacer algo de compañía a enfermos y moribundos sin familia en los hospitales públicos."
Marcelo Possidente
DNI 21.982....
Aclaración. El comentario anterior corresponde a la revista del 31.08.08
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