jueves, febrero 26, 2009

LA BATUTA. Cuento

Lev Lijachov era el director más amado, seguido y envidiado de todas las orquestas europeas.
Largos años de Conservatorio, miles de horas quitadas al sueño, a los amigos, al fítbol y a las mujeres, pero, más que nada, mañanas enteras de ensayo, habían formado alrededor de él una aureola casi intachable.
Como todo niño había entrado al mundo de la música a los 6 años. Desde que cumplió 10, su madre lo despertaba a las 6,30 de la mañana para ensayar.
Dio su primera gala de piano a los 12
Ahora llegaba al teatro un par de horas antes de cada concierto, más allá de cual fuera la ciudad y la orquesta con la que tocara ese día con la misma modestia que tenía cuando era estudiante.

Se ponía su frac y esperaba cerca de la sala. En el momento adecuado aparecía ante la platea, saludaba cortésmente, giraba hacia la orquesta, cogía la batuta, sacaba un papelito del bolsillo derecho de su chaleco, lo leía atentamente, lo guardaba en el mismo lugar... y comenzaba el delirio. Así una y otra vez. Estuviera de gira o tocase con su orquesta, la Filarmónica de San Petersburgo era igual: aparecía ante la platea, saludaba cortésmente, giraba hacia la orquesta, cogía la batuta, sacaba un papelito del bolsillo del chaleco, lo leía atentamente, lo guardaba en el mismo lugar y comenzaba a volar. Cuando falleció Lev Alexander, el concertino de la orquesta, fue al velorio. Saludó a la viuda, y como no quiso ver a Lev muerto en la sala, siguió por el corredor hacia el interior de la casa. Al pasar por una habitación vio colgado de una percha de pie el frac de su maestro. Quedó paralizado. Cerró los ojos y una vez más tuvo la imagen del genio, ovacionado por el público, girando, cogiendo la batuta, sacando un papelito del bolsillo derecho del frac que estaba ahí, delante suyo, leyéndolo atentamente y comenzando el concierto. Lo recordó leyendo el papelito dos días atrás, el sábado, antes de dirigir la mejor versión nunca escuchada de la 6a Sinfonía de Chaicovsky. Ese día el público lo hizo salir ocho veces a saludar. Alexander dudó. Dudó cinco segundos, miró si venía alguien y por fin entró en la habitación. Se acercó y metió sus dedos en el bolsillo derecho del chaleco. Ahí estaba. Sí. Abrió el papelito y leyó lo mismo que leía el gran maestro antes de cada concierto: "Cuerdas a la izquierda. Vientos a la derecha". Alvaro Cucvdra

Dedicado a todos aquellos que con la música, la danza, la escritura, la pintura, el arte en general se permiten expresar no sólo belleza sino también los miedos, la rabia, la angustia, el dolor sintiéndolos como personajes que viven dentro de ellos y pugnan por salir con mayor o menos intensidad que la resistencia misma a dejarlos aflorar no para gustar sino para crear y ser ellos mismos.
espero disfruten de la música, el video, la danza......susuru

17 comentarios:

isis de la noche dijo...

me ha gustado mucho el cuento mi querida amiga..

y la música.... mm.... me voy en alto vuelo, llevada por las notas ;)

besos, querida..

Natalia dijo...

Hermoso el cuento que nos has dejado hoy para que nosotros disfrutemos leyendolo!
tambien quiero agradecerte por tu lindo mensaje en mi blog, eres un encanto de persona y realmente te admiro por las ganas y las fuerzas que le pones a toda tu vida. De vos y de gente asi, uno aprende y mucho!!!

Besitos con mucho amor querida SUSU!

AlmA :) dijo...

gracias por tu regalo susuru... es precioso el cuento... lo que transmites y como lo haces...
es tan necesario dejar que salga a flote todo eso que guardamos con tanto recelo a veces y agria el alma... me encanta leer... escribir...la música...

gracias de nuevo...
un beso

Anónimo dijo...

con batuta o sin batuta, poder expresar lo que llevamos dentro, a veces un largo resentimiento insoportable y volcarlo en forma de arte aunque sea efímero es como hacer autoterapia y me parece muy bueno.
saludos.

Marina dijo...

Me encantó el cuento, me sorprendió el final, la modestia y la sencillez de un talento. La verdad es que regocija el alma, cuando lamentablemente nos toca vivir en la hoguera de las vanidades la mayor parte del tiempo.Besos.

.Gs. dijo...

Hola Su!
Me sorprendió gratamente el final del cuento, del PRECIOSO cuento.

Muchos besos mi niña, y gracias por estar animando mi blog y alegrándome con tus comentarios.

P.D. Ya queó claro lo de Cartagena de India, solo me picaba la curiosidad (jeje)

Liliana Lucki dijo...

Hermosa historia digna de los grandes.

El placer de reconocer el talento que nos rodea,ver

escuchar y sentir hasta la emoción.

Gracias,nos reencontramos en cualquier momento.

Mientras giramos como los bailarines......

Beso,Liliana.

SUSURU dijo...

Isis: seguirás volando entre las estrellas????
no te veo, hoy por aquí, las tapan las nubes.

besos brillantes

SUSURU dijo...

Nataly: no sos un poco exagerada???
besote y a puro festejo!!!

SUSURU dijo...

AlmA:) siento que estamos compartiendo los mismos sentires.
besossssssssss

SUSURU dijo...

Sufrida: autoterapia??? puede ser...no sé.
gracias por tu comentario.
besos

SUSURU dijo...

Cecilia: me gusta que toques el tema de las vanidades.
En un momento alguien me dijo que los bloggeros éramos vanidosos y competíamos en la hoguera de las vanidades. Nunca lo sentí así.
Será que debo prestar más atención.
gracias y besotes

SUSURU dijo...

.Gs: encantada que te haya gustado el cuento y todo lo demás.
besote

SUSURU dijo...

Liliana: tus palabras me inspiraron para armar el próximo post que ya subí.
besos talentosa marplatense!!!

SUSURU dijo...

ADIOS, al amigo de una vida


por Lionel Henriquez [Lionel]

2007-07-13 | |



La noche ha cerrado sus párpados.
El día reinicia su eterno pestañeo.
Has vuelto al lugar que te abrió los ojos.
Las flores han trocado sus formas y colores.
La Tierra se ha vuelto Luz y abre sus compuertas
su Matriz se inunda de colores fosforescentes
esperando incubarte en el calor de sus entrañas.

Las nubes viajan en el tiempo: buscan huellas
para tu andar entre el jardín y las esferas.

Tus ojos ven lo que yo no he visto
en páginas de hombres simples.
Tus pies calzan lágrimas de hombres singulares.

Tu rostro se refleja tras los espejos.
Tu corazón titila al compás de las estrellas
al viajar por túneles que conectan Universos.
Tus manos con los ojos de la Tierra
buscan lo no visto
y encuentran lo que vieron los Dioses.

Tu mente gobierna tus emociones,
has roto la energía de escape.

Eres Libre, eres quien debe ser.

Anónimo dijo...

Me gustó mucho el cuento. Eres admirable Su, cuánta capacidad creativa y sensible para crear o encontrar tesoros para regalar.
Tere.

SUSURU dijo...

TERE: gracias por compartir tu sensibilidad también.
besos