jueves, julio 31, 2008

Clarooscuro (Shine). de: Scott Hicks. Film

He vuelto a ver en estos días "Shine" una película que ha dejado huella en mi, como otras, pero que no son tantas. Mi amor a la música, quizás sea lo que más me impacta y emociona. Y también el desafío de trabajar y convivir con las diferencias. Sé que no todos podemos coincidir en nuestros gustos y a partir de las discrepancias de opiniones, todos crecemos un poco más cada día, y esto no es poca cosa. La película reúne muchas virtudes para el espectador: refinamiento en su lenguaje, osadía de enfoque, un drama real conmovedor y por sobre todo talento. La historia de un niño, David Helfgott, hijo de un padre frustrado, herido, sobreviviente del holocausto. Un padre contradictorio que quiere el éxito de su hijo pero que con su severidad va minando su libertad quebrándolo emocionalmente. Esas marcas que fue dejando su progenitor se asoman y revelan cuando el joven pianista logra la consagración. Pero por más que el cuerpo se fragmenta, las marcas, el vacío de afecto, el dolor quedaron habitados por la música, por su propio talento, el que le abre puertas a una felicidad posible. Invito a quienes no la vieron a que lo hagan si aman el arte, si sienten que existe una "poética de la cura", como dice mi gran maestro, el Dr. Mario Buchbinder. Por más fragmentación, alienación, o como quieran llamarle, si queda algo rescatable para continuar trabajando con eso que es lo mejor, siempre habrá un futuro mejor y posible para sobrellevar la angustia, el tormento. Para alivianar la carga. La música, la película, la historia, el arte, los gestos, me permiten sugerirles que no dejen de verla, descubrirla y redescubrirla si ya la han visto. Por amor a la música, por amor a la vida, les dejo este post en este momento. Ojalá lo disfruten. Susuru

5 comentarios:

Anónimo dijo...

En este tipo de imágenes y sonidos, recreo mis sueños. Y cuando el ruido de lo cotidiano me fatiga, entonces vuelvo a soñar a veces despierto a veces dormido. Gracias Su por los motivos que nos brindas para balancear y armonizar ciertos momentos de ciertos días.

Te mando un cordial saludo y un cálido abrazote.

salvador

SUSURU dijo...

Lore: espero que la consigas y luego me comentes cómo te sentiste al verla.
Me alegra saber que por este medio puedo hacer un aporte.
Que mi abrazo llegue a Honduras con mucho cariño

Molo dijo...

Para mì tambièn fue una pelìcula muy movilizante y que dejò marcas.
Recuerdo que le vi en el cine y quedè impactado durante las horas que lleva procesarla.
Saliò en video y lo fui a ver en familia en la casa de mis padres, quienes se extrañaron con mi gusto sobre el tipo de pelìculas.
Ayer, y no creo que sea una casualidad, hablando de cine con mi hermana cuando volvimos de ver a mi viejo en el hospital, le comentè justamente Claroscuro.
Ahora lo encuentro en tu blog. Impacto.
Un beso grande,
Molo

SUSURU dijo...

salvador: qué felicidad me da tenerte con estas palabras, no olvidando nunca tu querido Tlaquepaque, del cual me enamoré, supongo que platónicamente por ahora.
Abrazos para ti y flia.

Molo: a esto le llamamos cronicidad, coincidencia, casualidad, magia, misterio, revelación? Casualidad???? ummm, no creo. ´habrá que saber que mensaje oculto hay en esto. Me apasiono, y a la vez me conecto con tus emociones, con tu momento actual deseando que tu padre se fortalezca.
Un abrazo de todo corazón.

Anónimo dijo...

Es un fragmento de la película, pero se adivina de inmediato la calidad de la que hablas y la clase de recomendación. En efecto, la postura del pianista, los gestos, nos dicen muchas cosas, pero bueno, solo se necesita un momento para demostrarse a sí mismo lo que se lleva consigo pese a lo que esperan otros. Sorprender y dejarnos sorprender.
Tere García Ahued.