de: Andres Eloy Blanco
He renunciado a ti. No era posible.
Fueron vapores de la fantasía;
son ficciones que a veces dan a lo inaccesible
una proximidad de lejanía.
Yo me quedé mirando cómo el río se iba
poniendo encinta de la estrella...
hundí mis manos locas hacia ella
y supe que la estrella estaba arriba...
He renunciado a ti, serenamente,
como renuncia a Dios el delincuente;
he renunciado a ti como el mendigo
que no se deja ver del viejo amigo;
Como el que ve partir grandes navíos
como rumbo hacia imposibles y ansiados continentes;
como el perro que apaga sus amorosos brios
cuando hay un perro grande que le enseña los dientes;
Como el marino que renuncia al puerto
y el buque errante que renuncia al faro
y como el ciego junto al libro abierto
y el niño pobre ante el juguete caro.
He renunciado a ti, como renuncia el loco a la palabra que su boca pronuncia;
como esos granujillas otoñales,
con los ojos estáticos y las manos vacías,
que empañan su renuncia, soplando los cristales en los escaparates de las confiterías...
He renunciado a ti, y a cada instante
renunciamos un poco de lo que antes quisimos
y al final, !cuantas veces el anhelo menguante
pide un pedazo de lo que antes fuimos!
Yo voy hacia mi propio nivel. Ya estoy tranquilo.
Cuando renuncie a todo, seré mi propio dueño;
desbaratando encajes regresaré hasta el hilo.
La renuncia es el viaje de regreso del sueño...
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3 comentarios:
Dale vida a tus sueños, no lo dejes dormidos.......esa y muchas cosas más hems escuchado tantas y tantas veces. Pero cuando la espera se hace larga y el sueño se desvanece, para seguir conectados con la realidad, debemos despertarnos, pisar tierra firma. Aunque ello implique RENUNCIAR!!!!
Me gustó mucho tu sitio. Mucho color, mucha energía!!!!
Un abrazo desde RUBÍ, España.
- Cuesta soltar, ¿no?
- Si.
- De eso se trata la vida. Qué te puedo decir...
De la última escena de "Conoce a Joe Black".
Es muy elocuente Andres Eloy en su decir, sin embargo yo entiendo que renunciar significa decir sí ó no. Nuestra mente siempre gira en base a los apegos y desapegos hacia: una persona, un sentimiento, un amor, una propiedad, un proyecto, a una meta...ó a la vida misma. Pienso que en todo caso se asume un riesgo, por ello siempre conviene revisar nuestras propias brújulas de navegación antes de rectificar rumbos y buscar nuevos mares.
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