No me hables del sol porque me moriría. Llévame como a una princesita ciega, como cuando lenta y cuidadosamente se hace el otoño en un jardín.Vendrás a mí con tu voz apenas coloreada por un acento que me hará evocar una puerta abierta, con la sombra de un pájaro de bello nombre, con lo que esa sombra deja en la memoria, con lo que permanece cuando avientan las cenizas de una joven muerta, con los trazos que duran en la hoja después de haber borrado un dibujo que representaba una casa, un árbol, el sol y un animal.Si no vino es porque no vino. Es como hacer el otoño. Nada esperabas de su venida. Todo lo esperabas. Vida de tu sombra ¿qué quieres? Un transcurrir de fiesta delirante, un lenguaje sin límites, un naufragio en tus propias aguas, oh avara.Cada hora, cada día, yo quisiera no tener que hablar. Figuras de cera los otros y sobre todo yo, que soy más otra que ellos. Nada pretendo en este poema si no es desanudar mi garganta.Rápido, tu voz más oculta. Se transmuta, te transmite. Tanto que hacer y yo me deshago. Te excomulgan de ti. Sufro, luego no sé. En el sueño el rey moría de amor por mí. Aquí, pequeña mendiga, te inmunizan. (Y aún tienes cara de niña; varios años más y no les caerás en gracia ni a los perros.)
mi cuerpo se abría al conocimiento de mi estar
y de mi ser confusos y difusos
mi cuerpo vibraba y respiraba
según un canto ahora olvidado
yo no era aún la fugitiva de la música
yo sabía el lugar del tiempo
y el tiempo del lugar
en el amor yo me abría
y ritmaba los viejos gestos de la amante
heredera de la visión
de un jardín prohibido
La que soñó, la que fue soñada. Paisajes prodigiosos para la infancia más fiel. A falta de eso -que no es mucho-, la voz que injuria tiene razón.
EXTRACCIÓN DE LA PIEDRA DE LOCURA.- (fragmento).-
Alejandra Pizarnik (Buenos Aires, 29 de abril 1936 - 25 de septiembre 1972) fue una poetisa surrealista argentina.
Alejandra Pizarnik fue la segunda hija de un matrimonio de emigrantes judíos centroeuropeos. Estudió bachillerato en Avellaneda, una ciudad del Gran Buenos Aires. En 1954 ingresó a la Facultad de Filosofía, luego se cambió a Letras, e hizo una breve incursión en la de Periodismo. No finalizó ninguna de ellas y en una tentativa por encontrar su verdadera vocación, asistió al taller de pintura de Juan Batlle Planas.
Entre 1960 y 1964 vivió en París, donde maduró como poeta y escribió el poemario "Arbol de Diana" (con prólogo de Octavio Paz). Asimismo estableció amistad con André Pieyre de Mandiargues, Octavio Paz, Julio Cortázar y Rosa Chacel. Estando en París trabajó un año para la revista Cuadernos para la liberación de la cultura como correctora de pruebas y colaboró con numerosas revistas de poesía y literatura americanas y europeas, como también con traducciones, entre otras, de Ives Bonnefoy y de Marguerite Duras.
Cuando regresó a Buenos Aires, publicó sus libros más importantes, "Los trabajos y las noches","Extracción de la piedra de locura" y "El infierno musical". En 1968 obtuvo la beca Guggenheim y viajó brevemente a Nueva York y París
En su gran mayoría, su obra se remite a la poesía, que procede esencialmente del surrealismo, es concisa, de temática nocturna y angustiada, muy elaborada. Aspira a la dureza y transparencia, y la alcanza casi siempre. En los últimos años experimentó con textos en prosa, más largos. Según su visión, la poesía era la única capaz de darle razón y sentido a la vida, rigiéndola y configurándola como lo dice en tantas partes de su obra, cuya formulación más clara se aprecia en los versos finales de "El deseo de la palabra":
Fotocolor: Martín Patlis
11 comentarios:
Hola mi queridísima Susuru.. paso a dejarte un gran abrazo. Muy interesante lo que estás recopilando.
Me parece que eres una amante de tu país.. Pues eso también tenemos en común! Una de mis grandes pasiones es mi patria.. a la que te invito cuando desees ;) pero búscame en alguna de sus noches pues queda como una promesa la guitarreada jeje..
Un placer haber venido a tu casita..
Como siempre!
muy buena alejandra, una grossa de verdad.
viste yo tampoco podia firmar el blog d meliba, ahora ya anda
besos
Estimada Susuru: Gracias a ti estoy conociendo a estas fantástiscas artistas argentinas, gracias por por compartir tan valiosa información.
Te sigo leyendo, amiga, un abrazo.
¡Hola, encanto! Recuerdo cuando descubrí a Alejandra Pizarnik, en una tarde salmantina, dentro de un aula del viejo edificio Juan del Enzina. Allí, mientras recitaba la profesora los versos de esta mujer, mi mente viajó a sus universos mentales y físicos.
Aparte de esta breve memoria, también me ha venido a la cabeza el uso del término poetisa. A partir del Romanticismo, este vocablo adquirió un tinte despectivo, pues con él se nombraba a las mujeres que componían versos alicaídos y dulzones. Actualmente, se mantiene la diferenciación, sobre todo para algunos quisquillosos como yo (jeje). Por eso, Su, me gusta poeta, porque dignifica al hombre y a la mujer; mientras poetisa y poetastro designan a malos versadores del género femenino y del masculino, respectivamente.
Un besazo, guapa. Gracias por visitarme y dejarme un comentario.
PD: Me temo que canillitas ya no hay por estos lares, como tampoco hay lecheros a domicilio y están desapareciendo los trabajadores asociados a pequeños negocios.
A la señora Alejandra la conocí (literariamente hablando por supuesto) hace ya algún tiempo.
En referencia a tu post ultimo el del miedo, un poema de ella:
COLD IN HAND BLUES
y qué es lo que vas a decir
voy a decir solamente algo
y qué es lo que vas a hacer
voy a ocultarme en el lenguaje
y por qué
tengo miedo
Alejandra Pizarnik
Besos
isis: amo mi país y también veo lo bieno y lo no tan bueno que hay en él y además valoro y celebro el conocer gente de otros países, pues me voy abriendo a otras culturas, otros saberes, que siempre son enriquecedores.
gracias por la invitación.
besosss
tácito: tenemos gente grossa en este ispa, eso es bueno, verdad?
y menos mal que se arreglo el blog de Meli...ya pude entrar.
gracias por el aviso.
besos
marysol: gracias a ti, querida poeta por acercarte.
besotes
Melibea: absorbo la lección y trato ya mismo de grabarla. Poeta para ambos géneros.
Gracias por el enriquecimiento literario.
besos
petita: qué lindo que hayas traído a este post un comentario que une y reune dos temas. La obra de Alejandra Pizarnik y los miedos.
Con respecto a los miedos, ya hay bastante escrito en el otro post...de todos modos siempre son temas a los que puede agregarse más y más....
Alejandra Pizarnik, excelente escritora, sufría de profundas depresiones. Al punto que terminó suicidándose sólo con 37 años.
Esta es la parte de los miedos patológicos más trágica y sin duda más inexplicable dentro del alma humana.
Si no estoy mal informada, por estos días se estaría representando en Madrid, una obra de teatro danzante que contiene alto grado de erotismo (a propósito de tu post) bbasada en textos de esta autora.
La obra se dio en Argentina con mucho éxito y se llama: "A punto de ebullición"
besotes, buen inicio de semana.
tremenda escritora... gracias a Petita por ese trozo que incluyó de la misma autora.
me agradaría continuar el tema ...
rina
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