LIBRA:
Los nativos de este signo son muy sociables, disfrutan con divertidas reuniones de amigos. Son comunicativos, les gusta mantener largas conversaciones y conocer bien a quienes les rodean. Son enemigos de los conflictos, mediadores, diplomáticos por naturaleza, son tolerantes y condescendientes para evitar la discordia. Con razón, sentido común y paciencia logran todo lo que se proponen. Este signo está regido por el planeta Venus y pertenece al elemento aire. Los signos de aire viven en el mundo abstracto de las ideas y de los pensamientos, los cuales son para ellos tan reales como cualquier objeto físico. Sienten la necesidad de transmitir las experiencias vividas, examinar y comprender su entorno lógicamente. La Luna en Libra revela un ser popular con una fuerte necesidad de estar relacionada y dotadas de gran facilidad para conquistar amistades. Amantes de la música, el arte y la poesía. Buenos modales y buen carácter, aunque pueden fluctuar con rapidez en los estados de ánimo. Adoran la armonía, la tranquilidad, la naturaleza y las cosas agradables y bellas. Detestan las disputas, o discusiones en tonos elevados, así como también los lugares ruidosos. Posee gran objetividad y un fuerte sentido de imparcialidad. Necesita alguien a su lado, las relaciones humanas le brindan seguridad. También requiere momentos de soledad que le ayudan a reflexionar y buscar objetivos o metas clara
Yo tengo La luna en Octava Casa:
La Luna sobre las casas revela el ámbito de nuestra experiencia, el sitio donde analizamos nuestra seguridad emocional. Es donde nos refugiamos cuando necesitamos un alivio de la lucha cotidiana; es el templo donde nos resguardamos y renovamos energías. Particularmente esta casa es también el área donde tenemos que enfrentarnos con la vida y superar las dificultades que nos impiden alcanzar nuestras metas.
La octava casa es la de las herencias o legados, las pensiones, los seguros, la muerte, los sueños, la transformación, la regeneración o degeneración, las finanzas del cónyuge y de los socios, los impulsos sexuales, la actitud hacia el más allá, la forma de meditar. Simboliza los valores en una relación matrimonial o de socios, también, la capacidad de compartir. Los recursos son creados y utilizados para el bien común. Además se relaciona con las herencias, la transformación y las enfermedades virulentas. La Luna en la Octava Casa revela una fuerte sensibilidad y experiencias psíquicas, sobretodo percepción de los acontecimientos. Posee una gran curiosidad, sobre todo existe en él, la necesidad de profundizar en el pasado para descubrir sus raíces, antepasados, costumbres y tradiciones. Posee una natural capacidad para ayudar a otros a descubrir el sentido de su propio valor y dignidad. Siente la necesidad de proteger a otros, de cuidarlos y atender a sus necesidades en momentos traumáticos y de transición. La Luna le otorga un don especial, el saber escuchar, entender y responder espiritualmente a las necesidades de los demás.
Esto es lo que dice la astrología para mí, y me siento muy identificada en la mayor parte de lo que aquí se expone. Susuru
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