Dionisios, hijo de Zeus y de Semele, tiene características que lo diferencian con nitidez en la mitología griega. Dionisios es un dios “epidémico”, que llega de repente, se hace presente y se va. Es un dios viajero, que está en permanente movimiento. Las fiestas en su honor (las epifanías), si bien tienen características regulares y responden a un calendario oficial (conocido tanto por los fieles como por los dioses), son muy distintas de las ofrecidas a otros dioses. Así como Apolo es esperado sin sorpresa el día correspondiente a su fiesta, Dionisios, ser errante, puede pasearse por ciudades y aldeas sin ser reconocido. Otra característica que define a Dionisios es la máscara del extranjero. Cuenta la mitología que unos pescadores de Metimna encontraron una máscara entre sus redes de pesca en pleno mar, y que esta máscara no representabas el espanto sino el enigma, un rostro a descifrar……….. Dionisio resume en su máscara, por partes iguales, el extraño y el extranjero. En algunas ciudades es el dios que viene de las sombras de la noche y que sorprende por su potencia, que no asusta sino que estimula. Es el dios de la vida, cuyo nombre latino es Baco. Su máscara es reconocida muchas veces en la madera retorcida de la vid, vivificadora de la tierra, que irrumpe jugosa y sensual en campos secos y soleados, que trae alegría y placer, festejada con danzas dionisíacas.
Fuente: "El Cuerpo Territorio Escénico" de Elina Matoso
Escultura: obra de Encarnación Hernández
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