domingo, marzo 11, 2007

"El albergue de las mujeres tristes" de: Marcela Serrano. Fragmento

“Cuenta la mitología que antiguamente, cuando mandaban las mujeres, los hombres estaban obligados a obedecer y a efectuar todos los trabajos, aún los menos agradables. Para mantener a los hombres en esta subordinación, las mujeres habían inventado unos juegos que transformaron en la ceremonia llamada Kloketen. Éstos consistían en que las mujeres se pintaban el cuerpo de formas diversas y a través de las pinturas se convertían en espíritus. Por medio de las apariciones de estos espíritus fingidos, atemorizaban a los hombres haciéndoles creer que tales espíritus descendían del cielo o salían del interior de la tierra. “Sigue refiriendo la mitología que un día el Sol, en aquel entonces hombre inteligente y buen cazador, era el marido de la Luna, la que ejercía gran influencia sobre las demás mujeres. Un día el Sol al regresar de la caza, observó como dos mujeres se bañaban en el río, haciendo desaparecer del cuerpo la pintura con la cual se presentaban como espíritus. “El Sol comunicó sus observaciones y sospechas a los demás hombres, quienes seguían observando a las mujeres sigilosamente; de este modo se descubrieron los engaños. Entonces los hombres, muy enojados y armados de un palo, asaltaron el rancho de Kloketen, matando a todas las mujeres. La Luna que era de gran poder, recibió también un fuerte golpe. Pero enseguida se estremeció el mundo entero y el cielo amenazaba romperse. Nadie se atrevía a darle un segundo golpe para terminar con ella. Al final un hombre valiente la echó al fuego; mas la Luna logró huir hacia el cielo, llevándose en el rostro algunas quemaduras que todavía pueden verse. “Muertas las mujeres…los hombres estudiaron la manera de imitar y practicar los juegos que antes ellas ejecutaban. Se pintaron de la manera más variada según al espíritu que querían representar. Engañaron a las mujeres….y las mantuvieron bajo su dominación…”

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente! Que bueno serìa que por fin nos demos cuenta HOMBRES y MUJERES que esta Guerra de Poder no nos llevò a ninguna parte, sino todo lo contrario a distanciarnos cada vez màs.El dìa que comprendamos que lo ùnico que nos diferencia es el gènero empezaremos a caminar juntos.

Anónimo dijo...

Sé que muchas mujeres, como yo, estamos empeñadas en desarrollar tareas para que algún día se cumpla lo que emites como opinión.
No creo que yo lo pueda ver, si se llega a dar, ojalá al menos vivan en una comunidad de estas características, mis nietos.
Hombres y mujeres a la par.
Gracias por tu comentario.