Ponte en marcha, si aún es posible ir.
Llévate la blancura de las paredes,
el cobre de los potes y los silencios
del paseo en las avenidas.
Llévate los visitantes del aburrimiento,
los deseos ciegos y el dinero artificial de las risas.
Me he curado de mi tristeza
y he enterrado sus cenizas en la grava.
La rechacé y la sepulté en las piedras.
Curado de mi esperanza de curarme,
la llevo en mí como una inflamación
del cerebro o una hinchazón de los párpados.
Me he curado de tu amor.
Ahora puedo vivir.
Bassam Hayyar. poeta libanés (1955)
1 comentario:
no conocía a este poeta. buen poema!!!!!
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