Un domingo a pura celebración.

Sin duda hoy fue un domingo muy diferente.

Salir de la Capital con muy buena compañía para rumbear hacia los pagos de Martínez. El tiempo escaso porque yo no terminaba de maquillarme..... La velocidad de los autos normal haciendo lo posible por llegar a tiempo.

Camino de acceso rápido. Autopista. Peajes. Bordeamos el Campo de Golf y el Hípico de San Isidro para poder estacionar frente a la Parroquia Santa Teresa del Niño Jesús y asistir a la ceremonia del bautismo del más pequeño de la familia, mi querido Juli.

Un acontecimiento lleno de vida.

Aplaudimos y nos emocionamos en una ceremonia que nos convocó un retoño del árbol familiar, de nuestros orígenes que se van enriqueciendo.

Sentí la presencia de papá, que desde su otro lugar, estaba bendiciendo a su bisnieto que no llegó a conocer. Y también sentí girar la rueda de la vida. Unos se van...otros llegan para nuestra felicidad y agradecimiento por los acontecimientos a los que asistimos y somos protagonistas y no meros espectadores.

Ese pequeño de ojos enormes, curiosos, asombrado festejaba también su primer añito de vida, para lo cual sus papis organizaron una fiestita en un lugar lleno de encanto, magia y multicolor engalanado por globos, serpentinas y luces en todas las gamas.

No faltó la buena comida y bebida, como es costumbre para esas ocasiones.

La música, el baile, karaoke y juegos para los más osados con sus correspondientes premios.

El regreso tranquilo. Contentos y con un paquetón de torta rellena de dulces y frutas artesanales que llevé acompañada por mi hija, a mi mamá, para que disfrutara a su manera, con las compañeras de la residencia, la celebración de su bisnieto, aunque no haya podido trasladarse. La ausencia se hizo presente una vez más y con una amplia sonrisa en mi boca compartí ese dulce momento en el cual señoras muy mayores degustaban un pastel como si fueran niñas.

Todo fue acordado con armonía, hasta los regalos que llevamos. El dejar fluir ese momento lo hizo mucho más intenso, especialmente los abrazos que pude darle a mi hermana y que todavía están conmigo.

El final de la fiesta cerró con un tema de Diego Torres que a nosotros como familia, nos une y nos reúne en las ocasiones especiales, y hoy no podía faltar.

Dejo una parte de la letra y los invito a cantarlo conmigo uniendo nuestras manos y escuchando los latidos de nuestros corazones. Lo hacemos?

Dejá todo y no lo pienses más;

no se puede olvidar lo vivido.

Y tus seres queridos

te extrañan cuando ya no estás

no quieren llorarte.

Tantas veces tuvimos que estar separados

y sentir que a pesar de la distancia

sentimos lo mismo en cualquier momento.

Nada puede hacerte olvidar

que anduvimos el mismo camino

y las cosas que hicimos

fue porque quisimos estar

de nuevo en este lugar.

.......... ..Diego Torres - tratar de estar mejor