sábado, marzo 07, 2009

Después del Carnaval.

Fue una noche que lloraban los violines// un triste vals de promesas olvidadas//....mientras la luna plateaba los jardines //un beso ardiente en la noche palpitó
Mas el encanto de aquellas horas al morir momo se diluyo.
Y con mi dolor, a solas lloré la muerte de mi ilusión.
Se fueron las horas de algarabía que momo brindara con alegria
........... ...Después del Carnaval. F.Canaro y Floreal Ruiz. dedicado al carnaval, a Momo que muere para renacer el próximo año y nuevamente nos prepararemos para esa fiesta dionisíaca multicolor llena de risas, cornetas, disfraces, ilusión y atrevimiento entre serpentinas, papelitos y el sonar de los tambores. Hoy los invito a escuchar y bailar este tango que describe el ocaso del carnaval y a la vez nos invita a preparar la noche para sacarle viruta al piso. Me voy para San Telmo, se animan a danzar en la pista? l@s espero. susuru

5 comentarios:

Lidia M. Domes dijo...

Todo muer y renace... en cada instante...

A veces... los tiempos son otros e imaginamos perdurar...

Abazos

Lidia

SUSURU dijo...

El dios de los académicos es un dios que piensa. No festeja, no danza, no se ríe, no juega. Piensa, manda y ordena.
El dios de los académicos dice cómo son las cosas y cómo han de de ser. Nombra, clasifica, jerarquiza, organiza. Crea un mundo. Guarda compostura y manda que se guarde. Nada escapa a su poder y tiene manía del detalle. Es puntilloso, ¡guarda!
Por eso manda a sus creyentes que sean serios, circunspectos, escépticos, suspicaces, amantes de la soledad, silenciosos, meditadores. Y les da un mandato: que estudien y busquen el poder, que ordenen y traten de mandar en su nombre. En cambio,



El dios de los carnavaleros es un dios que festeja, que ríe, danza, y juega. Cuando impera, desordena.
Todo lo da vuelta, todo lo confunde. Desordena el mundo ordenado del diario vivir.
No guarda ninguna compostura y ridiculiza a quienes lo hacen. Y no se anda fijando en detalles ni minucias. Es magnánimo, derrocha, con una cierta tendencia a la grandiosidad algo grosera, le gusta el modo grosso, el Mardi gras…
No piensa demasiado, ni le gusta mucho hacerlo. No es un dios intelectual. Y goza cuando puede reírse de los intelectuales y de sus elucubraciones sobre el carnaval.
Condena a quienes no dan importancia a su fiesta o la condenan. Por eso manda a sus creyentes que hagan locuras y sean desfachatados, ruidosos, ridículos, alegres, exuberantes, desenfrenados…
Al dios de los carnavaleros le gusta que durante el festejo... ¡un diablo anda suelto! Nada menos… ¿Podemos imaginar “religiones” más contrapuestas…?
Ya ven, estas creencias contrapuestas están en la base de la tensión entre el saber serio y la risa desfachatada del carnavalero. Las cosas se complican porque esa tensión tiene consecuencias políticas. (…)


Fuente: Diario El Corsito Nro.37

La Guardiana Del Oráculo dijo...

Gracias por hacer que sea especial, por todo lo generado...El año que viene, volveremos a tu fiesta encantados y enmascarados...Besos amiga

ROBERTO dijo...

no hay duda que si naciste en carnaval, este estará presente en tus notas como vos misma, creativa, lúdica, apasionada por todo lo que hacés.

Besos después del carnaval.

este tango debe ser de la época de nuestros abuelos.
no había algo más moderno???

SUSURU dijo...

Lidia, Alas, Roberto: renaceremos enmascarados en el próximo carnaval con toda seguridad para divertirnos y sacar como siempre lo mejor de nosotros mismos.
besos y abrazos