miércoles, diciembre 05, 2007

Cirugía. Juan Ramón Mansilla

Recuerdos: la mano que rasuraba su vientre,
la que oponía el éter a su boca,
un rápido sopor, las voces,
los contornos borrándose
Nada después.
Nada. Tres horas que un bisturí
amputó a su vida.
Nada hasta despertar tiritando de frío,
la vía conectada a la vena, alguien
que decía «ya está».
Y el viaje de regreso hasta el cuarto:
el acero del ascensor, un pasadizo interminable,
dibujarse voces y contornos lentamente.
Como otros días la luz en la alcoba,
como tu cuerpo en el lecho,
como las formas, los olores, los recuerdos
de otras, tantas jornadas.
//

3 comentarios:

Anónimo dijo...

wow !!!!!! cada vez mejor amiga!!
IN

Anónimo dijo...

la mejor de las suertes y que pronto puedas estar con nosotros como siempre. besitos

Anónimo dijo...

Me encanto...