“¿Por qué las máscaras nos producen una sensación de angustia a algunos de nosotros? ¿Te lo has preguntado alguna vez? Yo sí.
La máscara es una cosa que se coloca sobre la cara. Una cosa que nos esconde, dándonos una identidad distinta. Pensándolo bien, las máscaras de carnaval son las más inocuas por su declarada falsedad. Otros son los peligros que se esconden tras las máscaras cotidianas, las que nos ponemos para aceptarnos, para que se nos acepte, para ocultar nuestra naturaleza más profunda.
Una cosa de la que te darás cuenta con el paso de los años es que la calidad de la vida incide de manera sorprendente en nuestros rasgos.
Ciertamente, también contribuyen a ello, la alimentación, el estrés, la dureza de las pruebas, pero éstas producen marcas leves.
Lo que crea surcos imborrables es la intensidad de la vida interior.
Con veinte años somos todos “guapos”, pero a los cuarenta nuestra cara empieza a hablar de manera elocuente.
¿Qué sentimientos hemos cultivado?: ¿la rabia, la envidia, la competitividad, el egoísmo, la desidia, o la fuerza del amor y la generosidad?
Entre la vida del justo y la del impío ¿cuál hemos escogido?
¿Habla nuestra mirada de la plenitud del corazón o son sólo nuestros labios los que lo hacen?
Nuestro corazón puede estar hundido en la confusión, en la oscuridad y, a pesar de ello, nuestra boca puede hablar de sentimientos elevados, de amor, de fe, de justicia.
Es una de las peores máscaras. La del hombre recto, del devoto, que crea más desconcierto en quien está buscando su camino con honestidad…”
Fragmento del libro: "Más fuego, más viento"
3 comentarios:
"Lo que crea surcos (en el rostro) imborrables es la intensidad de la vida interior".
¿Las vivencias experimentadas en el transcurso del tiempo, quedarán impresas en el rostro, contándonos cómo ha sido la vida de las personas?
Evidentemente no existen respuestas certeras a tu pregunta, pero sí lo que me doy cuenta es que hay personas con arrugas lindas y aún con sus rostros arruggados, transmiten paz, serenidad y una hermosísima sonrisa. A esas personas, yo las distinguiría como las que han tenido una vida interior coherente entre pensamiento y actitud, que han sabid disfrutr los buenos momentos como también supieron transformar obstáculos.
Y también veo a otros que pregonan tantas cosas y sus rasgos son durísimos, sus ojos no miran con sinceridad, es más muchas veces evaden la mirada o miran fijo, con arrogancia. Los surcos en esas personas, son desagradables y también hablarían de su vida interior.
No tenemos certezas, pero sí una aproximación a la realidad que nos está mostrando la vida al llegar a la madurez.
Su: Habemos los que podríamos irnos de gira teatral, pues contamos en nuestro repertorio con cualquier cantidad de máscaras para actuar en distintas situaciones, las mismas que nos protegen cuando no queremos que vean nuestro interior.
Este tema me apasiona porque las máscaras son un enigma. Tantas culturas y a través de los tiempos, siempre las máscaras tienen un objetivo.
No sé mucho sobre el tema, pero las que me gustan son las prehispánicas, las de barro; las de culturas indígenas de mi país.
Aunque mi vida esté llena de máscaras personales, creo que quiero seguir apegada a ellas, hasta que encuentre un espacio donde pueda presentarme " de cara lavada ".
Gracias por el tema, sé que lo dominas y tus fotos con algunas de ellas, son hermosas.
Tere García Ahued.
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