"...Quizás ese lugar nos ha atraído como un imán desde el principio. Era allí que teníamos que ir, y es allí dónde fuimos a parar casi sin saberlo, sobre las escarpadas pendientes gargánicas de Monte Sant·Angelo.
Mi madre había oído hablar de ese lugar; en cambio yo no sabía ni que existía.
Nunca he sentido simpatía por los ángeles ni por cosas de ese estilo. No obstante debo decir que, al bajara la cueva, he sentido algo extraño. Algo que se parecía al azoramiento..."
1 comentario:
gracias por traer a esta autora italiana que con su sencillez nos narra acontecimientos en que cualquier persona puede sentirse identificada.
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