martes, enero 03, 2012

de: Frederick Nietzche y opinión personal.

La libertad de la voluntad, que en sí misma no es otra cosa que libertad del pensamiento, está limitada de la misma manera que la libertad de pensar. El pensamiento no puede ir más allá del horizonte hasta el que se extienden las ideas; sin embargo, éste se basa en las percepciones que se van adquiriendo y puede ampliarse conforme lo hace. Asimismo, la libertad de la voluntad puede expandirse también hasta ese mismo punto, si bien, dentro de tales confines, es ilimitada. Otra cosa distinta es el obrar de la voluntad; la facultad de hacerlo se nos impone de manera fatalista. En la medida en que el fatum se le aparece al hombre en el espejo de su propia personalidad, la libre voluntad y el fatum individual son dos contrincantes de idéntico valor. Nos encontramos con que los pueblos que creen en un fatum destacan por su fortaleza y el poder de su voluntad, y que, en cambio, hombres y mujeres que dejan fluir las cosas tal y como van, ya que «lo que Dios ha hecho bien hecho está», se dejan llevar por las circunstancias de manera ignominiosa. En general, «la entrega a la voluntad de Dios» y la «humildad» no son más que las coberturas del temor de asumir con decisión el propio destino y enfrentarse a él.

F. NIETZCHE ************************************************************************************ Sentí necesidad de releer Nietzche y extraje este fragmento revelador de tantas incertidumbres que nos aquejan en la cotidianeidad, turbados por la corrupción, los indignados, el terrorismo, la ambición de poder, la indiferencia por los marginados, el maltrato psicoifísico en varios órdenes de nuestra vida, el individualismo, la desesperanza y nfalta de oportunidades para muchos habitantes del mundo y volví a pensar que estudiar, leer, salir de la ignorancia, acercarnos a grupos afines que nos ayuden a crecer interiormente aplicando la Solidaridad y multiplicándola, veremos cada vez más despejado el horizonte. susuru

5 comentarios:

JUAN PAN GARCÍA dijo...

Interesante texto, Susuru.En mi humilde opinión difiero del primer párrafo:


"La libertad de la voluntad, que en sí misma no es otra cosa que libertad del pensamiento, está limitada de la misma manera que la libertad de pensar."
Yo creo que el pensamiento es lo único que es libre: nadie lo puede evitar ni encerrar.En cambio la voluntad sí es limitada a las circuntancias que nos rodean, y por lo tanto no es libre. ¿Cuántas cosas quisiéramos hacer y no nos dejan?
También estoy de acuerdo con este gran fiósofo en cuanto dice que el pensamiento puede ampliarse o modificarse según las experiencias que se van adquiriendo: uno no debe aferrarse de por vida a una idea aun viendo que no soluciona los problemas.
En fin, que me ha gustado mucho tu entrada, da para mucha reflexión. Te deseo feliz año y te envío de besos un millón

El Gaucho Santillán dijo...

Adhiero a algunas cosas de Nietsche, pero lo asumo mas a "Dios ayuda a quien se ayuda".

Y no "Me ayudo pues Dios no me ayuda".

Es discutible, igual.

Un gusto leerte otra vez.

Un abrazo.

Catalina Zentner Levin dijo...

Gracias, señora sonrisa, por todo lo bueno que compartes.
Aunque para algunos sea discutible tu propuesta, yo extraigo de ella mucha positividad.

Gregorio Omar Vainberg dijo...

Un beso Susuru.
Y un feliz año nuevo!
(a pesar de todo)

Flor dijo...

Muy interesante tu post.
Me acuerdo de unas palabras de mi madre cuando hablabamos de Dios, que si existía, que si no. Ella contestaba" Cuando nacimos ya encontramos esto, así para qué cambiar?" Y lo mismo pasó con el gobierno que tuvimos durante casi 50 años y que nos mantenía ignorantes, tristes y sin esperanza. Llegó la democracia, todo era verde color de esperanza y ahora ella está desapareciendo y regresando el hambre, la angustia...

Besitos Su.
Flor