Delirios otoñales. Susuru

Ayer por la noche no paraba de estornudar. Empecé a tener chuchos de frío. Síntomas de fiebre y mucho cansancio. Me fui a acostar luego de hacerme baños de vapor bien calientes con eucaliptos. Y así me quedé acurrucada. El sueño no tardó en llegar y este primer enfriamiento de otoño fue el precursor de un viaje a Chile que me permitió intercambiar un fructifero diálogo con un poeta chileno que sabe hablar con el vientoí Ambos nos miramos, nos saludamos y brindamos por este encuentro con un buen vino tinto. Fui la invitada de honor de Vicente Herrera Marquez un momento en pleno regocijo en medio de la Cordillera de los Andes. Se habló y se comió de todo un poco. Del otoño, del viento, del arte, de los poetas y aprendices. Y también de la vida y de los sueños. De sueños, que sin duda la fiebre colaboró a pintarlo de letras y colores diversos. Pues cuando me desperté con mucha modorra, me di cuenta que tenía una cita en Santa Fe y Larrea con Albert Camus que no podía postergar. Un buen baño, analgésicos y maquillaje para disimular las ojeras y la nariz colorada de tanto estornudar. Llegué a tiempo. Hasta para recordar mis sueños y dejarlos aquí. Sigo estornudando y tosiendo, pero ya no deliro. No tengo fiebre.

Hoy no vamos a brindar por los años pasados ni el tiempo transcurrido,eso lo haremos cuando alguien nos diga que es el último del calendario.

Hoy brindaremos por lo que falta por hacer, por las nuevas amistades,por amigos que vendrán, por letras que escribiremos y botellas por descorchar.

Hoy brindaremos por los tres, sí camarada de vida, brindaremos por los tres.

Por tí corazón que habitas en mi pecho y bombeas zumo rojo por mis venas.

Por tí músculo incansable que lates y retumbas como cuero vibrante de un timbal.

Por tí, que aún con cicatrices de caídas de la vida, mantienes y oxigenas mi vivir.

Por mí que soy la casa, el aposento, la jaula y el templo donde moras y trabajas.

Por mí que soy el bar donde rumio nuestras cuitas y entono canciones de pena y alegría.

Por mí que soy el móvil que te lleva por caminos sinuosos e intrincados.

Y por ella, sí amigo mío, por ella que también sus años los arrima a nuestras vidas.

Por ella, la que hace dos aniversarios, sonriendo, detrás de una nube apareció.

texto: "Y seguimos corazón." Vicente Herrera Márquez

Imagen: "Naturaleza" de: María Irene Kiss

JAN: Las primaveras de allá se le aferran a uno a la garganta, las flores brotan a millares por encima de los muros blancos. Si se pasea usted una hora por las colinas que rodean la ciudad, le queda en la ropa el olor a miel de las rosas amarillas.

MARTA: Es maravilloso. Lo que aquí llamamos primavera es una rosa y dos capullos que acaban de brotar en el jardín del claustro. (CON DESPRECIO) Eso basta para conmover a los hombres de mi país. Pero sus almas se parecen a esa rosa avara. Un soplo más poderoso las marchitaría; tienen la primavera que se merecen.

JAN: No es usted muy justa, porque también tienen el otoño.

MARTA: ¿Qué es el otoño?

JAN: Una segunda primavera, en la que todas las hojas son como flores.

Albert Camus: “El Malentendido”

Imagen: "Sueños o el Otoño" Maxwell Parish