No es tanta la distancia, puedo alcanzarla, siento el transpirar del asfalto bajo mis pies; voy de oeste a este, aceleró el paso, una gota de sudor recorre mi vértebra, es obvio que no puede alejarse, pretende imitar mis ademanes, giro bruscamente, no está, miro hacia mi derecha, no puedo verla, tampoco está a mi izquierda, pero la percibo, siento su respirar en mi espalda. Ahora estoy de este a oeste; el sol del invierno es plateado, sigo buscándola, veo otras, pero en ellas no está la que me persigue, puede ser que esté entre los arbustos, quizás descansando. Trato de controlar la respiración, la piel desaloja los tóxicos, vuelvo y giro, ¡mierd...! está al frente, circula mi sangre velozmente, mis pupilas se dilatan, desacelero, ella desaceleró; paro a mirarla, no sé si ella me está mirando. Es mejor dejar de jugar con los misterios, porque ella, puede ser mi única compañía en el siquiátrico.
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Fausto Aybar,de la República Dominicana, compañero y moderador del Foro Sabor Artístico escribió este relato que me gustó desde la primera vez que lo leí y me tomé el atrevimiento de postearlo aquí con mucho placer.
3 comentarios:
Excelente! Muy bueno post Su!
Besitos.
Flor
Está muy bueno ese texto!!
Mi querida amiga Susana, no sabe cuanto me ha puesto a pensar, poner esa canción de Pablo y Silvio en este micro relato, es gran placer para este servidor. Un fuerte abrazo.
Att: Fausto Antonio Aybar Ureña
(Amigo Siempre)
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