miércoles, febrero 27, 2008

El Exilio de Gardel.

Tangos, el exilio de Gardel es un buen ejemplo de la preocupación de Fernando Solanas por los problemas estéticos que plantea la realización de un filme. Aunque su cine es claramente político, sortea el escollo del didactismo, de la demostración o del discurso machacón. Su afán de despertar la conciencia del espectador pasa por un distanciamiento crítico de las fórmulas del cine comercial. Para Solanas, en efecto, el cine es una síntesis de varios lenguajes y formas de expresión. Al buscar su inspiración en el teatro o en el baile y en cierta medida en la pintura, el cineasta procura plasmar el viejo sueño romántico del "arte total". Pero, tras esta voluntad de crear una forma propia, ajena a los modelos o a los moldes tradicionales, se diseña también la figura del espectador ideal, capaz de resistir el flujo anestésico de las imágenes para reflexionar por sí solo adquiriendo así la madurez y el espíritu crítico necesarios para la buena recepción de una obra ambiciosa y sin concesiones. texto de:Cecile Francois

1 comentario:

JoLuis dijo...

qué película excelente, sobre todo escuchar a Piazzola, me dan ganas de quedarme varias veces observando estas figuras.