domingo, agosto 30, 2009

Si tú no estás aquí........

Y hoy Julia volvió a recordar aquella tarde de octubre cuando Martín con vehemencia replicaba:
"La Principal condición de la felicidad, es la vida de la razón y la virtud. Pues la virtud es el dominio de sí mismo, del equilibrio en los deseos y del hábil dominio de los medios. En pocas palabras el ser virtuoso significa huir de los excesos.", totalmente convencido del decir de Aristóteles.

El tema de la felicidad, el amor, la libertad predominaba en sus largas conversaciones. Ambos se sentían gustosos caminando y a la vez compartiendo pensamientos, ideología, sueños y proyectos de vida.

Y Julia, con los ojos brillantes sigue recordando esos instantes con los ojos fijos en una foto como mirando una película que no tiene principio ni final.

El instante en el cual Martín se detiene a observar como un artesano talla un sol en una lámina de cobre. Decide adquirir uno ya terminado, con bordes naranja rojizo y vetas negruzcas en la punta de sus rayos. Y se lo obsequia a su amiga.

El era un joven intelectual muy minucioso y detallista. Seguramente vio en esa figura algo que le atrajo especialmente, porque casi inmediatamente que se lo entrega amorosamente a Julia, vuelve unos pasos hacia atrás y adquiere uno similar para él.

Algo mágico ocurrió desde ese instante. Ambos llevaban un sol casi idéntico como si se hubieran tatuado en el cuerpo las mismas emociones, anhelos. Los mismos sentimientos que no expresaban con palabras. El acto en sí produjo un cambio en ambos que no fue percibido en ese preciso instante.

El sol artesanal permanecía en los estantes de la biblioteca de Julia desde aquel día. Y cada vez que ella lo tomaba en sus manos para sacar algún libro, se hacía presente la imagen de Martín despertándole recuerdos. Su voz grave, sus manos, sus ojos grises mirando lo intangible como queriendo encontrar en la distancia, en la ausencia, el sentido de ese regalo en aquella tarde de primavera.

Hoy, después de muchos años sin saber nada de Martín sigue evocando tiernamente ese paseo de un cálido y plácido atardecer de octubre recorriendo Plaza Francia entre artesanos, estatuas vivientes, aromas de sándalo e incienso. Artistas callejeros que pasan la gorra buscando una remuneración a su espectáculo. Deja unas monedas y se aleja.

Se sienta en el Bar de la esquina de Junín y Quintana. Saca de su bolso unos apuntes mientras ordena al mozo un daikiri de frutilla y una cazuela de quesos cortados en daditos con cerezas. Esperando el pedido se reclina en la silla, se coloca los lentes y lee lo escrito en esa hoja arrugada y amarillenta por el transcurso del tiempo.

No se da cuenta que está leyendo para un público inexistente. Su voz es suave, lenta, relajada, cadenciosa. Su voz repite el texto:

“Caminas adentro de ti mismo, y el tenue reflejo serpenteante que te conduce no es la última mirada de tus ojos al cerrarse ni es el sol tímido golpeando tus párpados, es un arroyo secreto, no de agua sino de latidos: llamadas, respuestas, llamadas, hilo de claridades entre las altas yerbas y las bestias agazapadas de la conciencia a obscuras.” (Octavio Paz).

Julia tan ensimismada en su lectura no percibe la cercanía de quien le está dejando el trago y el queso sobre la mesa.

Levanta la vista para decir gracias y los ojos grises de Martín se quedan envolviéndola en una trama invisible que la mece navegando entre ríos y colinas de esperanza. SUSURU DERECHOS RESERVADOS

viernes, agosto 28, 2009

Fragmento sobre la Ceguera.

Señoras, señores:
En el decurso de mis muchas, de mis demasiadas conferencias, he observado que se prefiere lo personal a lo general, lo concreto a lo abstracto. Por consiguiente, empezaré refiriéndome a mi modesta ceguera personal. Modesta, en primer término, porque es ceguera total de un ojo, parcial del otro. Todavía puedo descifrar algunos colores, todavía puedo descifrar el verde y el azul. Hay un color que no me ha sido infiel, el color amarillo. Recuerdo que de chico (si mi hermana está aquí lo recordará también) me demoraba ante unas jaulas del jardín zoológico de Palermo y eran precisamente la jaula del tigre y la del leopardo. Me demoraba ante el oro y el negro del tigre; aún ahora, el amarillo sigue acompañándome. He escrito un poema que se titula “El oro de los tigres” en que me refiero a esa amistad.
Quiero pasar a un hecho que suele ignorarse y que no sé si es de aplicación general. La gente se imagina al ciego encerrado en un mundo negro. Hay un verso de Shakespeare que justificaría esa opinión: “Looking on darkness which the blind do see”; “mirando la oscuridad que ven los ciegos”. Si entendemos negrura por oscuridad, el verso de Shakespeare es falso. Uno de los colores que los ciegos (o en todo caso este ciego) extrañan es el negro; otro, el rojo. “Le rouge et le noir” son los colores que nos faltan. A mí, que tenía la costumbre de dormir en plena oscuridad, me molestó durante mucho tiempo tener que dormir en este mundo de neblina, de neblina verdosa o azulada y vagamente luminosa que es el mundo del ciego. Hubiera querido reclinarme en la oscuridad, apoyarme en la oscuridad. Al rojo lo veo como un vago marrón. El mundo del ciego no es la noche que la gente supone. En todo caso estoy hablando en mi nombre y en nombre de mi padre y de mi abuela, que murieron ciegos; ciegos, sonrientes y valerosos, como yo también espero morir. Se heredan muchas cosas (la ceguera, por ejemplo), pero no se hereda el valor. Sé que fueron valientes.
El ciego vive en un mundo bastante incómodo, un mundo indefinido, del cual emerge algún color: para mí, todavía el amarillo, todavía el azul (salvo que el azul puede ser verde), todavía el verde (salvo que el verde puede ser azul). El blanco ha desaparecido o se confunde con el gris. En cuanto al rojo, ha desaparecido del todo, pero espero alguna vez (estoy siguiendo un tratamiento) mejorar y poder ver ese gran color, ese color que resplandece en la poesía y que tiene tan lindos nombres en muchos idiomas. Pensemos en scharlach, en alemán, en scarlet, en inglés, escarlata en español, écarlate, en francés. Palabras que parecen dignas de ese gran color. En cambio, “amarillo” suena débil en español; yellow en inglés, que se parece tanto a amarillo; creo que en español antiguo era amariello. Yo vivo en ese mundo de colores y quiero contar, ante todo, que si he hablado de mi modesta ceguera personal, lo hice porque no es esa ceguera perfecta en que piensa la gente; y en segundo lugar porque se trata de mí. Mi caso no es especialmente dramático. Es dramático el caso de aquellos que pierden bruscamente la vista: se trata de una fulminación, de un eclipse; pero en el caso mío, ese lento crepúsculo empezó (esa lenta pérdida de la vista) cuando empecé a ver. Se ha extendido desde 1899 sin momentos dramáticos, un lento crepúsculo que duró más de medio siglo.
Para los propósitos de esta conferencia debo buscar un momento patético. Digamos, aquel en que supe que ya había perdido mi vista, mi vista de lector y de escritor. Por qué no fijar la fecha, tan digna de recordación, de 1955. No me refiero a las épicas lluvias de septiembre; me refiero a una circunstancia personal. He recibido en mi vida muchos inmerecidos honores, pero hay uno que me alegró más que ningún otro: la dirección de la Biblioteca Nacional. Por razones menos literarias que políticas, fui designado por el gobierno de la Revolución Libertadora. Me vi nombrado director de la Biblioteca y volví a aquella casa de la calle México del barrio Monserrat, en el Sur, de la que tenía tantos recuerdos. Jamás había soñado con la posibilidad de ser director de la Biblioteca. Yo tenía recuerdos de otro orden. Iba con mi padre, de noche. Mi padre, que era profesor de psicología, pedía algún libro de Bergson o de William James, que eran sus autores preferidos, o de Gustav Spiller. Yo, demasiado tímido para pedir un libro, buscaba algún volumen de la Enciclopaedia Britannica o de las enciclopedias alemanas de Brockhaus o de Meyer. Tomaba un volumen al azar, lo sacaba de los anaqueles laterales, y leía. Recuerdo una noche en que me vi recompensado porque leí tres artículos: sobre los druidas, sobre los drusos y sobre Dryden, un regalo de las letras dr. Otras noches fui menos afortunado. Yo sabía, además, que en esa casa estaba Groussac; hubiera podido conocerlo personalmente, pero yo era entonces, puedo decirlo, muy tímido: casi tan tímido como soy ahora. Entonces creía que la timidez era muy importante y ahora sé que la timidez es uno de los males que uno tiene que tratar de sobrellevar, y que realmente ser muy tímido no es importante, como tantas otras cosas a las que uno les otorga importancia exagerada. Recibí el nombramiento a fines de 1955; me hice cargo, pregunté el número de volúmenes, me dijeron que era un millón. Averigüé después que eran novecientos mil, una cifra más que suficiente. (Quizás novecientos mil parezca más que un millón: novecientos mil; en cambio, un millón se agota en seguida.) Poco a poco fui comprendiendo la extraña ironía de los hechos. Yo siempre me había imaginado el Paraíso bajo la especie de una biblioteca. Otras personas piensan en un jardín, otras pueden pensar en un palacio. Ahí estaba yo. Era, de algún modo, el centro de novecientos mil volúmenes en diversos idiomas. Comprobé que apenas podía descifrar las carátulas y los lomos. Entonces escribí el “Poema de los dones”, que empieza: “Nadie rebaje a lágrima o reproche / Esta declaración de la maestría / De Dios que con magnífica ironía / Me dio a la vez los libros y la noche.” Esos dos dones que se contradicen: los muchos libros y la noche, la incapacidad de leerlos.
Imaginé autor del poema a Groussac, porque Groussac fue también director de la Biblioteca y también ciego. Groussac fue más valiente que yo; guardó silencio. Pero pensé que, sin duda, había instantes en que nuestras vidas coincidían, ya que los dos habíamos llegado a la ceguera y los dos amábamos los libros. Él había honrado a la literatura con libros muy superiores a los míos. Pero, en fin, los dos éramos hombres de letras y recorríamos la Biblioteca de libros vedados. Casi podríamos decir, para nuestros ojos oscuros, de libros en blanco, de libros sin letras. Escribí sobre la ironía de Dios y al fin me pregunté cuál de los dos había escrito ese poema de un yo plural y de una sola sombra. Ignoraba entonces que hubo otro director de la Biblioteca, José Mármol, que también fue ciego. Aquí aparece el número tres, que cierra las cosas. Dos es una mera coincidencia; tres, una confirmación. Una confirmación de orden ternario, una confirmación divina o teológica. Mármol fue director de la Biblioteca cuando ésta estaba en la calle Venezuela. Ahora es costumbre hablar mal de Mármol o no hablar de él. Pero debemos recordar que cuando decimos “el tiempo de Rosas” no pensamos en el admirable libro de Ramos Mejía Rosas y su tiempo; pensamos en el tiempo de Rosas que describe esa admirablemente chismosa novela Amalia, de José Mármol. Haber legado la imagen de una época a un país no es escasa gloria; ojalá yo pudiera contar con una parecida. La verdad es que siempre, cuando decimos “el tiempo de Rosas”, estamos pensando en los mazorqueros que describió Mármol, en las tertulias de Palermo, estamos pensando en las conversaciones de uno de los ministros del tirano y de Soler. Tenemos, pues, tres personas que recibieron igual destino. Y la alegría de volver al barrio de Monserrat, en el Sur. Para todos los porteños el Sur es, de un modo secreto, el centro secreto de Buenos Aires. No el otro centro, un poco ostentoso, que mostramos a los turistas (en aquellos tiempos no existía esa publicidad que se llama Barrio de San Telmo). El Sur vendría a ser el modesto centro secreto de Buenos Aires. Si yo pienso en Buenos Aires, pienso en el Buenos Aires que conocí cuando era chico: de casas bajas, de patios, de zaguanes, de aljibes con una tortuga, de ventanas de reja, y ese Buenos Aires antes era todo Buenos Aires. Ahora sólo se conserva en el barrio Sur; de modo que sentí que volvía al barrio de mis mayores. Cuando comprobé que ahí estaban los libros, que tenía que preguntar a mis amigos el nombre de ellos, recordé una frase de Rudolf Steiner en su libro sobre antroposofía (que fue el nombre que dio a la teosofía). ..........................................................

Me encontré casualmente con una ex compañera de estudio en Palermo. Y entre tantas cosas que conversamos, me comentó que vivenció un Taller Psicodramático en el cual como motivador de tareas, el Doctor, Coordinador del grupo, leyó lo que acabo de postear, cuya autoría, es del maestro argentino JORGE LUIS BORGES.

Me emocioné al escuchar a Micaela. Me sigo emocionando mientras estoy escribiendo.

Será por qué mi papá estaba quedando ciego antes de emprender su último camino? Será por esas cosas de la vida que yo me sensibilizo?

Que será?...y después de todo....importa mucho? susuru

martes, agosto 25, 2009

Alegría!!!!!

hoy me vino a visitar LA GATA COQUETA y me trajo estos preciosos regalos que ya están engalanando mi casa.
Ustedes todavía no conocen la casa de la gata coqueta?
es un paraíso que merece ser recorrido.
les dejo la dirección para que no se pierdan:
Gracias Gatita!!!!!!!

lunes, agosto 24, 2009

Susuru entrega PREMIOS. Vengan Todos!!!!!

1er PREMIO: para los autores participantes de Cuentos de Amor.
Los voy mencionando: Concurrentes del Club Oeste, Rorry, .Gs., Maie

F E L I CI T A C I O N E S !!!!!!

2do PREMIO: a todos los lectores de estos Cuentos, de este Blog, y a todos los que se sientan identificados y aprueben lo que aquí se expone, se dice, se musicaliza y demás.
En definitiva, este premio es para todos los bloggers que acostumbran a pasar por aquí y a mis seguidores, incluyendo a los que se llevan el 1er.premio.

Gracias a los que se animaron a participar. Gracias a los que me vienen a visitar.

GRACIAS A LA VIDA por estar aquí y compartiendo. Susuru

Desde Bélgica llega: "De amores y miradas". nuevo cuento de amor.

Un cuento de amor y de ojos. Desde que era una niña su debilidad fueron los ojos claros. Aah!!! los ojos, reflejos del alma! solía escuchar y repetir con frecuencia. Siempre soñaba con esos ojos que un día la mirarían solo a ella. Esas mirada que serían capaces de mantener la hoguera encendida para arroparla en las noches de frío. Ese te amo que no necesitaría de palabras articuladas. Así creció siendo una niña enamoradiza. Soñando como todas las niñas con un Príncipe azul… o de ojos azules?, no mejor grises?, o verdes?…lo cierto es que su Príncipe sería capaz de decirle cuanto la amaba con el destello de una fugaz mirada. Y así fue por la vida topándose con muchas miradas… ojos oscuros la acompañaron por mucho tiempo, ojos verdes, ojos aguarapaos, ojos redondos y hasta achinados. Ojos sinceros, ojos maliciosos, ojos traicioneros, ojos inexpresivos. Algunas veces rió mientras su risa se reflejaba en ojos almendrados… también lloró mucho ante la indiferencia de ojos deseados… pudo ver el amor, el miedo y la traición… también el riesgo de la posesión Pero un día, cuando creía que ya había conquistado a los ojos de su vida… se topó con aquella mirada ingenua, dulce y esquiva, inocente pero pícara… profunda como el mar, transparente y dulce como la de un niño pequeño…pero que escondía un fuego permanente que podía explotar ante un ataque de ira de igual forma que tornarse frío o salvaje… Ese día supo que sus ojos habían penetrado el alma de los ojos que la miraban desde lejos y casi sin quererlo, esos ojos con los que tanto había soñado estaban allí enfrente, en el momento y lugar menos esperado… la vida la había hecho recorrer tantos lugares con el único objetivo de cruzarse con aquella mirada… Desde ese mismo momento supo que esos ojos cambiarían su vida para siempre… Pasaron meses y meses de miradas furtivas… miradas que mostraban un amor que las palabras no se atrevían a expresar… esos ojos profundos e inteligentes reflejos de un alma transparente hablaban, reían, bailaban, amaban, seducían… Día a día la mujer que era se convertía en la niña que fue y se perdía en esos ojos deseados… y presentía que no le eran indiferentes… Pasaron meses, los ojos de la niña se llenaron de angustias y lágrimas… el precio de aquellos ojos amados era muy alto pero muy dentro de ella sabía que valía la pena… había encontrado por fin lo que ella siempre había soñado y presentía que aquellos ojos bien valían la pena unas cuantas lágrimas que dejarían los suyo tan limpios que el mundo brillaría con nuevos colores como brilla la vida luego del paso de las tempestades… Un día cuando no pudo más con la fuerza de ese amor que la consumía cerró los ojos y decidió mirarlo desde adentro de su alma esta vez con sus labios… al sentir aquel calido beso y encontrarse frente a frente con su mirada amorosa supo que sus ojos no se habían equivocado… era él, el portador de esos labios el hombre de su vida, el que la haría llegar al cielo con una mirada que diría una y mil veces TE AMO sin necesidad de una sola palabra… luego de ese beso no pudo jamás imaginarse lejos de su mirada…
Y es así como de ese amor de miradas nació la más hermosa criatura de ojos color aceituna, forma de media Luna y la fuerza imponente de esas miradas que cuentan historias sin necesidad de palabras…
MAIELLA MONCADA
DERECHOS RESERVADOS
Gracias Maie http://maieblog.blogspot.com/por participar con este bello cuento y compartirnos tan bellísima foto!!! susuru

sábado, agosto 22, 2009

Para este domingo que está llegando, para pensar y escuchar.

"No tiene alas la victoria terrestre, tiene pan en los hombros y vuela valerosa liberando la tierra como una panadera conducida por el viento"
PABLO NERUDA

viernes, agosto 21, 2009

De: La Solana, España, a Palermo, Argentina. CUANDO LO VIRTUAL SE CONVIERTE EN REAL.

Cuando lo virtual se convierte en real. De La Solana, España a Palermo, Argentina. No hace muchos dias tuve la dicha de concretar uno de mis tantos sueños.
Escribiendo on line, con algunas personas se da frescura, espontaneidad, confidencias, intercambios culturales, familiares y varias cosas mas que contribuyen a que el afecto comience a fluir y se haga cada vez mas intenso.
El asunto es que a veces, la virtualidad nos lleva a confiar o todo lo contrario acerca de quien se esconde detrás de esas palabras que leemos como si estuviéramos conversando.
La duda, incertidumbre, inquietud siempre estuvieron presentes. ¿para que negarlo?.
Compartimos fotos, proyectos y nuestros respectivos telefonos.
Una estaba en España (ella). La otra en Argentina (yo).
Acordamos que si alguna vez viajaramos a uno y otro lado del océano, con distancias tan largas, hariamos lo imposible por conocernos.
Ella llego primero. Me llamo. Nos encontramos en Scalabrini Ortiz y Paraguay en una agradable confiteria.
La consigna por las dudas no nos conocieramos fue que yo llevaria un libro. "Las Mascaras de las Mascaras"
Llegue, entre, observe y me sente al lado del ventanal esperando ser reconocida por el libro que apoye sobre la mesa.
No pasaron mas de cinco minutos, que una sonrisa enorme me saludaba ingresando al local. Con solo mirarnos nos reconocimos.
Besos, abrazos. Ojos brillantes de emocion.
El sueño se hizo realidad. Ya no eramos amigas virtuales. Ahora somos amigas reales. Ella timidamente, con sus enormes ojazos negros y su vocecita tan educada pidio un café.
Yo no habia almorzado. Pedi te y un tostado.
Hablamos y hablamos….como solemos hablar las mujeres cuando nos encontramos a pesar de nuestra diferencia de edad. Ambas llevamos fotos de nuestra familia, amigos, amores para compartir y conocer.
Esa jovencita, escultural y elegante me propuso salir a caminar esa tarde fria y soleada.
Y fuimos al Jardin Botanico. Y sacamos fotos. Hicimos piruetas, corrimos, gritamos, le hablamos a los arboles pretendiendo que nos hicieran eco y que este fuera llevado por las olas a España. Que ilusion!!! Que emocion!!!
Ahora ella vive en Buenos Aires y yo, yo yambien. Y ahora tengo una amiga mas.
Este relato podria considerarse uno mas entre tantos que se escriben. Pero este tiene de protagonista a un ser muy especial.
Saben quien es???? Nada mas ni nada menos que la dueña del corazon de Agustin. Y como .Gs, se atrevio a contar su historia en un post en este blog y en el suyo propio, a continuación subo este dejando testimonio escrito que esa jovencita se derrite de amor por el españolito. Ella estaba leyendo "El albergue de las mujeres tristes". Yo le prometi hacerle escuchar Tango a Evora............. .Dedicado con amor a Mica y Agustin.
NADA ES IMPOSIBLE: mi sentir de hoy compartido con ustedes.Susuru.

jueves, agosto 20, 2009

.Gs. escribio un nuevo cuento: "MI HISTORIA". Leemos y opinamos?

Agustín era el típico chico que pasaba inadvertido. Por más que intentaba destacar entre la gente y hacerse notar no era capaz de hacer buenos amigos. Era extrovertido y espontáneo, eso le llevó a perder amistades por malentendidos y celos. En el ao 2008 trabajó vendimiando con un jefe muy bueno antes de incorporarse al instituto. Fue cuando retomara los estudios cuando un día por casualidad o por disposición del destino, se fijó en una dama, una joya que, entre la multitud, brillaba con luz propia. Agustín sintió en el corazón un golpe que le hacía subir el ritmo, quedó enamorado.Desde aquel día a su cabeza solo vuelan versos de amor...Un día se decidió y, aunque lo creía imposible y tenía miedo al rechazo, le propuso a Micaela salir juntos, no aguantaba ni un dia más, estaba impaciente.Quedaron para tomar un helado y justo al terminarlo él se lanzó con la proposición. Micaela no se esperaba para nada aquellas palabras y, muy nerviosa, salió hacia el lavabo. Cuando ella salió ambos pasearon hasta un parque y allí sentados en un banco y hablando comenzó a encenderse una chispa que esa noche se convirtió en una llama latente.Los meses pasaban rápido, se sucedían sin esperar a que ellos pudiesen disfrutar de su tiempo juntos. Agustín definía estos días como los mejores de su vida, Micaela se sentía la persona más feliz del mundo.Por circunstancias del destino, un día Micaela tuvo que partir a la Argentina, dejando medio corazón en cada uno de los países.Desde entonces, Agustín guarda ese pedazo de corazón que apreta fuerte contra su pecho cada día y que no deja escapar. Unas veces en pié, otras tumbado, pero siempre aguarda expectante a que pasen estos meses eternos para devolver aquel pedazo de corazón en mano a su dueña, cara a cara y decirte te amo, al oído, en un susurro.
AGUSTÍN DIEGO CHACÓN MORENO.
DERECHOS RESERVADOS
gracias Agustin por tu participacion y tus ganas de escribir.
sigamos contagiando a otros mas, que te parece? besote. susuru

Con este regalo, invito a tomar el te. Gustan?

Gracias Maria de los Angeles por este bello detalle que lo acompaño con lo que acabo de preparar
mariaAngeles de: http://maria-wwwmariaes.blogspot.com/ me ha regalado un juego de te.
Para hacer honor a este delicado regalo, estuve cocinando algunos de mis postres favoritos que se los presento aqui: Torta tibia de manzana con bocha de helado de crema, postre roggell y petit fours variados. Hay cantidad suficiente para todos los que gusten venir y servirse para llevar a su casita y seguir compartiendo dulzuras y ternura.

martes, agosto 18, 2009

MASCARAS; un cuento escrito por Rorry

A continuacion el cuento escrito por RORRY, a partir del intercambio que hicimos entre ambas luego que ella opinara sobre el que estaba escrito por la gente de mi Taller.
Agradezco y felicito a la autora por la gentileza al acceder y por la calidad del relato e invito a otros a que se animen y dejen volar su imaginacion para lograr otro relato tan o mas fantastico que este.
MASCARAS
Había fiesta en la tierra de los Roncavurtes.Belamur, la herederas de la estirpe, la encargada de conservar el linaje tomaría esposo en siete días. Era una joven muy querida por su pueblo y respetada porque había sido formada siguiendo las enseñanzas que, siglos atrás, habían dictado los antiguos y sagrados Egregios, imbuidos por la sabiduría del Señor de la Luz y de la Noche..
Belamur abrió los ojos con dificultad. Hacía varias horas que el sol se había asomado detrás de las montañas que rodeaban la ciudad. Era primavera y los rayos brillaban con tanta intensidad que tornában difícil tarea el mantenerlos abiertos. Era el día de su vigésimo cumpleaños y hoy le presentarían a sus pretendientes. Según la costumbre, cada uno le hablaría de sus valores, riqueza y costumbres. De esa manera pretenderían demostrarle que eran digonos de ser su compañero en la vida y en la tarea de la continuación del linaje.De acuerdo a la costumbre, llegarían 3 hombres. Ninguno vestiría de acuerdo a su realidad, ó quizás sí, eso no lo sabría ella y formaba parte de la tradición. Alternarían con ella durante varios días, y al cumplirse la semana se celebraría la unión con aquel que ella consideraba el indicado.
En ese instante llegaron sus azafatas con la misma sonrisa estereotipada de siempre. Como de costumbre, golpearon suavemente antes de entrar a la habitación para darle la oportunidad de cubrirse decorosamente pues no podría mostrar su desnudez ante nadie que no fuera su esposo. La ayudaron a ponerse el blanco vestido que debía usarse en la ceremonia de presentación y se retiraron a fin de permirle elegir, en soledad, la última e imprescindible prenda de su vestimenta, aquella que defendería su pudor ante la gente. Belamur se dirigió al armario que cubría toda una pared de la habitación y lo abrió. Recorrió con la mirada su interior y, finalmente, se decidió. Entonces se quitó el velo y retiró del soporte una bella máscara, casi tan blanca como su vestido, con grandes ojos almendrados que le daban una cierta expresión de dulzura. Esa era la máscara que usaría en esta ocasión. Se volvió hacia el espejo, que tan hábilmente había eludido antes, por la costumbre de años de pasar ante él sin mirarse la cara, y contempló la figura que ante ella se presentaba. ¡Que bella era esa máscara! Gracias a los Hados y a la riqueza de su padre, ella podía disponer de una magnífica colección de máscaras que le permitían comunicar a los demás su estado de ánimo y al mismo tiempo evitar el pecado de mostrar el rostro ante los demás. Compadecía a todo aquel que sólo podía disponer de una máscara y acaso cambiarlas en los momentos culminantes de la vida tales como la Iniciación, el Primer Hijo, la Unión de por vida y la Muerte. Las máscaras o másharas eran muy costosas y la mayoría de las personas se veían obligados a usar la misma día a día, sin poder manifestar sus sentimientos nada más que hablando y acompañando sus palabras con movimiento de sus manos y cabeza. Con un suspiro de compasión hacia esos pobres seres abandonó la habitación y se dirigió a la Sala del Consejo.
Allí la esperaba el Rey, su padre. Se aproximó a él, hizo una leve reverencia, y al incorporarse, rozó levemente con sus dedos, en un gesto de filial cariño la máscara dorada de su padre. Se ubicó a su diestra y esperó a que se iniciara la ceremonia.El edecán hizo pasar a 3 hombres, que se quedaron en extremo contrario del salón. Apenas se los divisaba pero parecían ser muy diferentes uno del otro en físico, apostura y vestimenta.El primero era algo obeso, vestido de raso azul con finos encajes que orlaban sus manos mientras que un hermoso broche sujetaba la blonda que oficiaba de corbatín. Su máscara era bellísima, cejas perfectamente delineadas, ojos de aburrida expresión y una sonrisa apenas esbozada. Saludó con una elegante reverencia y le entregó como muestra de su interés una hermosa mantilla de encaje.
El segundo, alto, delgado y vestido de gris se detuvo a una distancia prudencial. Pese a lo serio de su vestimenta lucía, casi desafiante, lo último que dictaba la moda del reino: un antifaz de pana negra que se prolongaba como un faldellín hasta cubrir por completo su cuello. Se acercó a ella y le presentó su obsequio: un delicioso antifaz de encaje bordado en oro y piedras preciosas, con un volado de gasa que cubría su cara y su cuello para posarse, delicadamente, en sus hombros.
Finalmente avanzó el tercero. Belamur miró inquisitivamente a su padre, creyendo ser objeto de una broma. El hombre avanzaba lentamente, como si arrastrara el mundo detrás de él. Era alto, muy alto, aunque algo encorvado. Su ropaje era oscuro y suelto, casi un sayo. Cuando estuvo a su lado le ofreció un botellón de oscuro vidrio del que emanaba una exquisita fragancia. La máscara era horrible, parecía que hubiera caído una piedra sobre ella, aplastando la zona de la nariz y haciendo resaltar la mandíbula que se proyectaba hacia delante. Tan fea que parecía que hubiese sido elegida con el fin de hacerse detestable, y así evitar ser el elegido.
Despues se leyeron las condiciones del cortejo. Cada caballero tendría dos días para acompañar a Bela, hablarle de su vida, sus proyectos, ideales y expectativas con respecto a su unión. Facilitando de esta manera la elección que debía hacer la joven.En el séptimo Belamur daría a conocer su decisión y ese mismo día se celebraría y consumaría la unión.Los dos primeros le correspondieron a Astrolfo, aquel que le regaló el antifaz. Era un sabio, un hermeneuta de la religión de los Soberbios Egregios. Serio, muy circunspecto y aburrido. Prolijo y cuidadoso de sí mismo, cambiaba varías veces al día de antifáz pretendiendo indicar con una leve variación en el color sus estados de ánimo. Bellamur se aburrió muchísimo con él pues sòlo hablaba del Libro Sagrado y sus interpretaciones. Se le hizo más insoportable aún, cuando empezó a preguntarle si era ducha e iniciada en los ritos de la prolongación de la estirpe. Esto la fastidió pues, aunque los ritos eran universalmente conocidos, no era de buen gusto hablar de ellos y menos a una dama.
Luego le tocó a Calixto, esa extraña mezcla de amaneramiento y fortaleza. Con sus ropajes de colores brillantes, máscaras ricamente bordadas, gestos ampulosos y opíparas comidas. Las dos noches culminaron con un baile y durante el día no estuvieron un momento a solas. Los rodeaba un enjambre de servidores dispuestos a satisfacer cualquier necesidad o capricho que tuvieran. Bela no pudo hablar de nada interesante con él, más aún se sintió ignorada. Casi como una joya más que prendería en el muestrario de su riqueza y poderío.
El quinto día, desilusionada y sin esperanzas se dirigió al encuentro de Macario. Ya había decido que ninguno de los otros podría ser su compañero y no le gustaba lo que podría aprecias en Macario.Éste la recibió con una reverencia y tomándola suavemente de la mano, la condujo al exterior del castillo, donde los esperaba un carruaje tirado por 2 caballos con el que fueron a recorrer la región. Macario le habló de las personas que vivían en las casas frente a las que pasaban, le mostró árboles de 200 años, la llevó a un rincón escondido del bosque, donde un riachuelo ofrecía sus frescas y cantarinas aguas a los animales. Belamur estaba hipnotizada por la cadencia de su hablar y por lo interesante de su conversación. Así pasaron volando las horas del primer día. En el segundo él empezó a hablarle de su pueblo, de su familia, de sus proyectos para el futuro y de lo importante que era para él y para todos los suyos que ella lo tuviera en consideración en el momento de la decisión. Fueron dos jornadas muy interesantes y llenas de descubrimientos. Tanto que recién en la noche del sexto día Belamur se dio cuenta de que Macario no había cambiado de máscara y en ese mismo momento, advirtió que no le importaba, que se había acostumbrado a esa cara oscura y maltrecha que le había transmitido tanto conocimiento al mismo tiempo que le proporcionaba paz y una gran serenidad.Eran las primeras horas del séptimo día y Belamur no lograba conciliar el sueño. Había decidido que Macario era el elegido pero algo la mantenía en vilo y no la dejaba descansar. Era la noche del día siguiente. No temía a los ritos de prolongación del linaje pues, de acuerdo a las normas y costumbres de su religión, los había aprendido y practicado desde el día de la Iniciación (prueba de ello eran sus dos pequeños hijos que, demostrando su fertilidad, la habían hecho aún más deseable a los ojos de poderosos del reino como futura compañera de vida).Temía a los minutos posteriores a la culminación del rito cuando, como prueba de unión total, ambos deberían quitarse las máscaras y exponerse al otro en total desnudez. ¿Qué pasaría en ese momento? ¿Cómo reaccionaria Macario al ver su rostro? Y… ¿cómo sería el rostro de Macario?… ¿Cómo sería?Así pasaron las horas hasta que llegó el día. Los hechos transcurrieron de acuerdo a lo estipulado. Astrolfo y Calixto se retiraron procurando disimular la humillación y sin poder comprender porqué habían sido rechazados. Belamur y Macario se hincaron ante el representante de los Soberbios Egregios y unieron sus vidas ante ellos… Luego de los festejos fueron a sus aposentos. Se despojaron de sus vestiduras y cumplieron el rito para el que estaban destinados. Ambos se supieron bendecidos por los Egregios pues en la culminación sintieron una dicha y felicidad que nunca habían experimentado.Llegó el momento tan temido por Belamur. Ella, cumpliendo con la tradición, se quitó primero la máscara y se expuso totalmente desnuda ante él. Temerosa de su rechazo pues, al no tener jamás oportunidad de comparar su rostro con el de otra mujer no sabía que era bella. Macario la tranquilizó con caricias y palabras de amor. Ahora le correspondía a él quitarse la máscara. Belamur víó en sus ojos el mismo dolor y miedo al rechazo que ella había experimentado. Macario le habló de su amor, de su pasión, de su entrega y luego quedó en silencio. Llevó las manos a su máscara y se la sacó bruscamente, mientras cerraba los ojos con un suspiro de resignación.Se hizo el silencio, un silencio extraño, insoportable. El empezó a gemir y quiso taparse la cara con las manos. Belamur no se lo permitió. Ella estaba maravillada y azorada. Los Egregios la habían escuchado y le concedieron el más íntimo de sus deseos. La cara de Macario era la fiel reproducción de su máscara, o al revés, la máscara era la copia fiel de las facciones de Macario. Y merced a esa gracia de los Egregios ella vería por toda su vida y hasta el final de sus días, la cara del hombre que la había enamorado.-
María del Rosario Márquez Bello
http://derorrylacharo.blogspot.com/
Derechos Reservados 18 de agosto de 2009
gracias Rorry por participar y compartir!!!! susuru

domingo, agosto 16, 2009

El Jardinero Talentoso.

Mirko tenía 22 años. Su cojera que arrastraba de niño, mas una fealdad manifiesta en su rostro fueron motivos más que suficientes para que sus padres, ignorantes campesinos de Izgrev no lo enviaran a la escuela. Su rutina consistía en trabajar la tierra y desde pequeño comenzó a desarrollar un talento que mantuvo oculto durante mucho tiempo. Valentina, hija de los príncipes Aída y Vladimiro era una jovencita que creció en el búlgaro castillo medieval a cargo de mujeres cuidadosamente seleccionadas para hacer de ella una real princesa. El castillo estaba emplazado en un paradisíaco valle pincelado por mil diferentes tonos de verde. Regado por un río montañoso creando voluptuosos jardines, parques y hasta una policromática huerta . Olivos, frutales, tomates, pimientos crecían rodeados de álamos, eucaliptos, pinos , nogales, almendros y sauces. En torno a esa riqueza natural Mirko sembraba semillas de diferentes flores que cultivaba y protegía celosamente. Alrededor de mediados de mayo su talento oculto se ponía de manifiesto al realizar los más inverosímiles injertos entre ramas de árboles y tallos de flores. Los álamos fecundaban en secreto ritual nocturno a las anémonas. Sauces y pinos anidaban el fruto de su cópula amorosa con tulipanes y orquídeas, mientras que gladiolos y calas violáceas brotaban en miniatura de las ramas de los nogales que las envolvían en un manto de pasionarias. Nuevos brotes que en poco tiempo se fueron transformando en arbustos exóticos multicolores y riquísimas fragancias. Valentina era rigurosamente entrenada en clases de ballet, piano y poesía. Algunas veces de su joven y cantarina vocecita salían estos versos aprendidos de su abuela Magda que repetía y repetía girando y girando con los brazos al viento.
Corriendo, corriendo

me di un tropezón

y por darte la mano
te di el corazón
Mirko escondido entre los arbusto quedaba absorto por esa niña que se estaba transformando en mujer. Los príncipes Aída y Vladimiro comenzaron a planificar la fiesta de 15 años de su única hija. A Mirko y le encargaron la importante tarea de engalanar el parque para el día del evento. El fiel jardinero del castillo sintió que las semillas plantadas serían el brote de vida anhelado. Sintió su corazón abierto al amor. El mismo que empeñó con fuerza y orgullo para exhibir su tarea ante tal acontecimiento.

Mientras la princesita estaba caminando por los jardines, Mirko le obsequió un bouquet de las más exóticas flores que jamás se había visto.

- OH! ¡Que hermoso gesto! –comenta Valentina y agrega: -Llegué hasta aquí para hacerle un pedido.

- Escucho, señorita Princesa - mientras se hinca de rodillas

- Deseo que usted asista a la fiesta de mis 15 años.

- ¡Ohh Dios! ¿No se da cuenta usted en que estado me encuentro?- le responde tristemente.

- Te he observado como trabajabas tan amorosamente durante estos años que siento la necesidad de contarte un secreto.

- La escucho!!!

- Solo tú serás el beneficiario del poder que me fue otorgado el día de mi nacimiento.

- No entiendo bella princesa… - le responde con ojos y voz de asombro. Valentina amorosamente lo mira y le dice: - Te espero en este mismo lugar el 11 de noviembre a las 11 de la mañana.

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Cuento escrito en el Taller del Club Oeste. Modalidad: produccion grupal.

Tema: Cuentos de amor resaltando caracteristicas opuestas y complementarias.

Fotografia: SUSURU

Mascaras: SUSURU

DERECHOS RESERVADOS

viernes, agosto 14, 2009

Llegan nuevos premios y regalos para Susuru

recibido de manos de Angelet
http://misangelesvienenalparaiso.blogspot.com/
recibido de manos de Angelet
recibido de manos de maría Angeles
La consigna dada por Angelet es que estos premios no permanezcan sólo en este blog, sino que además sea regalado a otros amigos.
Para mí es muy difícil mencionar a uno por uno, por lo tanto es mi deseo que aquellos bloggeros que se sientan mis amigos se lleven este regalo en señal de amistad.
Angelet: te agradezco especialmente este reconocimiento. Que la paciencia, los buenos momentos, la paz en el mundo se sigan multiplicando entre todas aquellas personas de almas nobles que luchan día a día para que esto pueda ser realidad.
Con amor se los entrego. Susuru

miércoles, agosto 12, 2009

20 años...no es nada?

que 20 años no es nada
que febril la mirada
errante en la sombra
te busca y te nombra
Si 20 años no es nada, 35 pueden ser muchos en una vida matrimonial. Yo sólo lo viví 27 años. Ya empezaba el tiempo de hacer ciertos ajustes. Hoy los ajustes me los tengo que hacer yo. Mi auto, a los 73 años, requiere de ajustes mayores. Los faros fallan. Al de la derecha se le han hecho cinco intervenciones mayores. Primero ya no alumbraba nada. Hoy alumbra algo pero no lo suficiente. La carrocería se ha arrugado algo. Ya no tiene la firmeza de cuando era nueva. La pintura ya no es tan brillosa. Hay que encerarla todos los días (crema hidratante) El motor se acelera demasiado (tensión arterial). Hay que cuidarlo de por vida hay que ponerle una cápsula diariamente para establecer su ritmo so pena que se acelere demasiado y consuma demasiada energía haciendo trabajar en demasía todo el sistema eléctrico que puede quemarse ocasionando pérdida total. Hay que alimentarlo con gasolina adecuada (dieta balanceada) so pena de que los conductos se atrofien (colesterol) . El chasis debe decir chasis sin acento (la columna) ha recibido varios golpes pues ha andado en carreteras con hoyos, ha tomado curvas muy cerradas, ha recorrido caminos sinuosos, a veces llenas de piedras. Esto, como es natural, hace que se incline más de un lado que el otro, lo cual provoca desequilibrio que causa tensión (dolor) y desgaste en la llantas (pies) . Este diagnóstico fue el resultado de una afinación mayor (chequeo médico). No me puedo quejar pues mi coche ha viajado miles de kilómetros en cinco países del continente Americano, diez en el continente Europeo, dos en el Medio Oriente. Y sigue caminando a una velocidad aceptable. Ya no rebasa, ya no tiene prisa. Trata de ir con mucha prudencia para tratar de evitar cualquier accidente. A veces le nace la tentación de cambiar de modelo, por uno más moderno: con bolsas de aire, con controles remotos, con aire acondicionado….pero no existe en el mercado. Su modelo es bastante antiguo. Ya no hay refacciones. Aún así va sonriente, optimista, seguro de sí mismo en lo más posible. … consciente de que ya no es un modelo que peda llamar la atención ni menos admiración…. Aunque siempre “hay un roto, para un descocido”. Lo antiguo, sin embargo, tiene sus ventajas…algunas tenía que tener. Se le puede acercar a otro coche flamante, último modelo, admirarlo (chicas entre 20 – 30 años) tocarlas discretamente (un apretón de manos, una caricia en los brazos) y tener como recompensan una sonrisa. Sólo eso, sin esperar nada…. Para volver a vivir su realidad. Así va mi coche… no sólo, me acompañan otros tres de modelo más reciente. Dos de Argentina. Uno de México. Los cuatro son constructores de un mundo mejor: autos que no contaminan el ambiente, que saben sembrar paz en este tráfico de la vida, que no se desesperan y que siempre se sienten tan libres de compartir, según si estilo, lo que son, lo que quieren ser.
….. pero siempre construyendo
Héctor

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Este relato surgió como consecuencia de varios correos intercambiados con amigos, uno de los cuales celebraba sus 35 años de matrimonio en México.

La respuesta que da Héctor (lo que leen aquí) me resultó muy original y pedí permiso para postearla.

Gracias Querido Amigo por este detalle tan tuyo.

Abrazotes constructores!!! susuru

Y pregunto: ustedes, cómo andan de su coche?

mientras tanto, brindamos?????

DERECHOS RESERVADOS

De Portugal llegan flores!!!

Un regalo especial que me hace FLOR, desde Lisboa.
Gracias!!!!

martes, agosto 11, 2009

Llegó un nuevo Cuento!!! Gracias!!!!

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La primera es Mar, 20 años, es estudiante y los fines de semana trabaja de camarera.
La Segunda es Belén, madrastra de Mar. Tiene 50 años, y tiene una tienda de objetos de regalo, en la plaza del pueblo.

Ambas han tenido una vida de conflictos y sufrimientos, se conocieron incluso antes de que el padre de Mar conociera a Belén.
El padre de Mar, Andrés, viudo. Vió como en el noveno cumpleaños de su única hija, su mujer, Violeta, después de ver como su hija apagaba contenta las velas, sufrió un fulminante paro cardiaco. Que marcó por partida doble cada uno de los siguientes 21 de mayo, los cumpleaños de Mar, a partir de entonces, siempre irían acompañados por la sombra de cumplir también año tras año, la ausencia de su madre.
La tristeza embriagó a Andrés, día a día. Abrazaba a su hija, mientras sus ojos escondían lágrimas que no dejaba brotar para no ser visto por Mar.
Mar, miraba en la distancia a su padre, una distancia más cercana de lo que cualquiera pudiera sospechar.
Se convirtieron en complices del dolor del otro, en silencio, sin palabras. Andrés noche tras noche se quedaba tras la puerta de su hija escuchándola respirar. Cinco años después de la muerte de Violeta, Andrés decidió ir a aquel pueblo dónde, aquel lejano verano, había conocido a Violeta.
El pueblo, apenas había cambiado, salvo alguna tienda que había cerrado, y otra que había dado su apertura, como era el caso de Belén. Mar al segundo día de estar en aquel pueblo, se dejo llevar por la inercia de no pensar, y se vió reflejada en el escaparate de aquella curiosa tienda, dónde los objetos de regalo, se mezclaban con curiosidades, antigüedades y demás.
Entró, y se perdió en los objetos que más le llamaban la atención. Belén la observaba desde el mostrador, la observaba sin mirarla, no necesitaba observar para ver, así que siguió escribiendo en su cuadernillo a la vez que sentía cada movimiento, cada sensación, cada suspiro que Mar deslizaba por su tienda. Mar compró un incienso con aroma a sueños, y Belén, se lo metió en una pequeña bolsa con preciosos dibujos.
Los días siguientes Mar iba a la tienda de Belén, se perdía entre los objetos, los pequeños detalles que había en la tienda, siempre compraba algo, y Belén día a día tras su mostrador, tejía letras con su pluma en una libreta.
El septimo día Mar se dío cuenta que Belén le había dejado una nota en aquella preciosa bolsa, que compra tras compra la vendedora le daba a Mar. El mensaje era bello, claro, con aroma a limón, y dibujo una sonrisa y una lágrima en la cara de Mar. Mar, había doblado y guardado con sumo cuidado cada una de las bolsitas que Belén le había ido dando. Así que de un impulso, abrío el cajón dónde las guardaba y busco entre ellas. Belén, había estado dejándole mensajes, bellos y profundos mensajes en cada una de las preciosas bolsas. Los olió y cada uno de ellos tenía un aroma diferente. Sándalo, fresa, limón, hierbabuena....
Mar fue a la tienda y por primera vez en tantos días se atrevió a preguntar a Belén que estaba escribiendo.
Hablaron durante dos horas, de anhelos añejos, de sueños y añoranzas. Belén era una mujer sabía, que sentía el alma de las personas. Uno de esos días Mar quiso llevar a su padre, Andres, a aquella tienda, el padre accedió a la petición de su hija.
No hizo falta mucho para que Belén y Andres se enamoran, Belén vió el alma de Andres más allá de sus ojos tristes, y Andres escuchó el latir del corazón de Belén, una mujer que por circunstancias de la vida, siempre había estado sóla.
Ahora, seis años después de aquel verano, son una familia aparentemente como cualquier otra. Belén sigue en su tienda, acompañando con sus mensajes dentro de sus preciosas bolsas, a las almas perdidas y bellas que entran en su tienda.
Andrés pidió el traslado a aquel pueblo, que le devolvió la vida. Y Mar, es una preciosa jovencita de 20 años que estudia arte y trabaja los fines de semana sirviendo desayunos en una cafetería, donde también deja preciosos mensajes de dulzura a aquellas miradas perdidas que se sientan los sábados y domingos a desayunar en aquella cafetería.
Esta es mi historia, ya sé que he metido a un personaje más, pero bueno....No la he pensado, me ha salido así. Un beso a todos, y sed felices.
gracias alas de vida!!!
Y ya eres acreedora al premio del LIBRO DE ORO. Felicitaciones!!! susuru

domingo, agosto 09, 2009

La Canción es Urgente.

ESPERA ILUMINADA ... ... ... ...

la canción es urgente

La canción es simiente
es de barro y de cielo
es semilla y espiga
es futuro y recuerdo
La canción es urgente
va y viene compartiendo
con dolor y alegría
el mismísimo sueño
Quiero dártela ahora
con las ganas que tengo
con el nombre de todos
los que no se rindieron
Que tu voz la levante
que la suelte en el viento
y que suene a victoria
cuando rompa el silencio
Va terminando el domingo. Hoy se celebró el Día del Niño con todas las desigualdades que vemos y sentimos en el día a día. Posteo esta canción para que vuele como la gaviota, que la lleve el viento aunque la traten de loca. Viento, aire, sol, luna, amaneceres, oscuridad, movimiento. Utopía? Cantamos?
A ustedes con amor. susuru
Imágenes: LILIANA LUCKI
... ... ... ... ... Ruben Darío dejó una opinión en este post relacionada con un libro. Me emocioné al leer el fragmento y decido ahora a postear lo que sigue sintiendo que si nos lo proponemos todos podemos ser de algún modo como esta Gaviota: Hace unos años, fue bestseller un estupendo libro de Richard Bach que se titulaba: JUAN SALVADOR GAVIOTA Nos hablaba de una gaviota que se atrevió a soñar. Le interesaba ser ella. misma, vivir intensamente, potenciar todos sus talentos y posibilidades. No aceptaba la vida monótona y siempre igual de la bandada que sólo se atrevía a vuelos rastreros, sin alma, detrás de los desperdicios que arrojaban los barcos. Ella sentía en su alma el llamado de las alturas, la vocación de libertad. Por atreverse a proponer una vida distinta, la aislaron, la dejaron sola, la tacharon de loca, la desterraron. Juan Salvador, la pequeña gaviota, aceptó la soledad del aprender de nuevo, la soledad de la búsqueda atrevida de mares nuevos, nuevos cielos, nuevos horizontes. En lo profundo de su corazón adolorido, sentía que sus alas habían nacido para abrirse a la inmensidad de lo desconocido. Y se arriesgó. Tras muchos ensayos fallidos, un día se encontró surcando los altos cielos, azules, maravillosos, inmensos, con un halo de eternidad. Y ese día entendió por qué y para qué había nacido gaviota. Palpó el vértigo de lo profundo, vivió la originalidad, la iniciativa, la creatividad. Experimentó las honduras de la perfección: llegar hasta el final de lo emprendido, llegar hasta la raíz, el manantial de su propio ser. Ya no se trataba tanto de buscar la libertad, como de ser libre. Y se entregó apasionadamente a ser ella misma, sin ataduras ni temores. Pero Juan Salvador Gaviota seguía amando a los suyos a pesar de que lo habían desterrado.Y decidió volver a la bandada para enseñarles que la vida podía ser algo mucho más interesante que comer y disputarse los desperdicios de los barcos. Estaba seguro de que su empresa no iba a ser nada fácil, que de nuevo lo aislarían, lo ofenderían, pues no estaban dispuestos a cambiar ni a escuchar tranquilamente que alguien les hablara de la necesidad de cambio. No importaba que no lo comprendieran: con que una sola gaviota se atreviera a soñar y emprender un nuevo vuelo, se justificaba su aventura. En el fondo de su corazón, Juan Salvador Gaviota adivinaba que era imposible vivir intensamente su libertad sin intentar liberar a otros, que la plenitud implicaba el servicio. Volvió sin prédicas ni alardes. Sólo trataba de ser una auténtica gaviota nacida para volar. Poco a poco, algunas gaviotas jóvenes se fueron acercando a presenciar su vuelo vigoroso. Y le pidieron que les enseñara a volar. No les importaba que la bandada los despreciara y expulsara. Querían volar, experimentar otra vida, atreverse a ser libres. Y se atrevieron. A vivir y a volar. A ser ellas mismas...

sábado, agosto 08, 2009

SENTIRES. Susuru

Aprendí que estar con aquello
que me gusta es suficiente
El mundo está lleno de pequeñas alegrías.
El arte consiste en saber distinguirlas
Para mí, cada hora del día y la noche
son un indescriptible y perfecto milagro...
... ... ... ...
Y la música un bálsamo que
ayuda a cicatrizar heridas.
Fotografía y Máscara: susuru

martes, agosto 04, 2009

mientras buscás algo para leer te invito a deleitarte con esta coreografía de Los Unos y Los otros.

lunes, agosto 03, 2009

"SUSURROS EN EL ANDÉN".- Cuento escrito por participantes del Taller de Cuentos que se realiza en el Club Oeste de Caballito.

Transcurría el primaveral mes de julio cuando Meile e Igor estaban próximos abordar el tren en la estación “Dubrovnik”.

A las 12 en punto un campanazo anunció la partida. Ambos viajaban en el mismo vagón llenos de ilusiones.

Meile soñaba el encuentro con su amiga que la esperaba en Paris para caminar por sus elegantes calles y deslumbrarse con la moda. Igor sentía pasión por la aventura que se atrevió transitar. Apostaba con seguridad a un éxito económico agotado de cargar con tantas penurias. Cada uno ensimismado en sus sueños es sorprendido por la brusca frenada del tren que en segundos el orden se transformó en caos. Maletas, sombreros y abanicos desparramados rodaban por el pasillo. Las damas alteradas eran calmadas por los gentiles caballeros entre ellos Igor. Al abrir las ventanillas para que entre más aire divisan un entorno de quietud entre verdosas colinas. Ingresó el acomodador al vagón y anunció la demora por un desperfecto técnico y solicitó calma a los pasajeros ya que no tardarían en cambiar la pieza afectada. Igor con sus gruesos brazos levantó un equipaje y entre la muchedumbre se encontró con los ojos azules de Meile. Una figura de curvas tan pronunciadas!!! ¡Ese rostro lo invadió y conquistó rápidamente! El sintió… ¡Aquí está la mujer esperada! Sus encantos le abrazaban el corazón. Ambos quedaron perplejos.

¡¿Cómo habían pasado tantas horas sin haber advertido uno la presencia del otro!? Igor le sonrió y eso produjo en ella un manto de serenidad. Meile hizo un gesto de invitación para que se sentara a su lado y a partir de ese momento no dejaron de comunicarse entre gestos y miradas. El diálogo empezó a fluir. A Igor lo invadía la curiosidad minuto a minuto así que decidió preguntarle:

- ¿Cuál es el destino de su viaje? - Y ella con su voz dulce le respondió:

- En Paris me esperan ¿Y usted?

- Igor responde:

- Los motivos son tan distintos……

Meile creyó haber visto en su rostro un asomo de triste desencanto y a su vez se sintió atraída por sus ojos negros de mirada penetrante. Encontraba en él a un hombre decidido, lanzado a conquistar el mundo. Su actitud despertaba en ella una fuerte atracción. Pasaban las horas y sentían que sus vidas se estaban uniendo. Igor la toma suavemente de la mano sintiendo que no quiere soltarla jamás. Meile le comenta que es la primera vez que viaja sola y entablaba conversación con un desconocido. En lugar de sentir temor por ese suceso, el destino le guardaba esta sorpresa. Tímidamente se anima a preguntarle si no quiere bajar en París con ella.

En ese instante él dejaría todo por seguir a su lado pero… son realidades tan distintas y tan diferentes!!! .Igor, apesadumbrado le confiesa que obtendrá en poco tiempo la suficiente fortuna para estar junto a ella. Su voz es firme y segura.

Pasaban las horas y se hizo de noche. Unos pasajeros esperaban ansiosos y otros quedaron adormecidos por la larga espera. Meile e Igor estaban encandilados. La inquietud fue interrumpida por la voz ruda del motorman anunciando la partida.

Faltaban pocas horas para que sus vidas tomaran rumbos diferentes pero a su vez ambos querían que ese hechizo perdurara infinitamente. La mirada de Igor se enredaba en los traviesos rulos dorados de ella que acariciaban su fino cuello. Pasaban las horas y ambos sentían que sus vidas ya estaban unidas.

Amanecía y el sol se asomaba anunciando un nuevo día y también la despedida.

Se tomaron nuevamente de las manos. Sus ojos se humedecían, la garganta se cerraba. Y en un suave beso sellaban el inicio de un gran amor. En unos minutos más estarían en Paris.

Meile se pone de pie. Estira su brazo y en ese instante él siente aproximarse el adiós. También se incorpora y cuando Meile gira ambos se funden en un abrazo donde sintieron el fuerte cabalgar de sus corazones.

El tren se detiene y se dirigen hacia el andén.

Meile baja e Igor está a su lado y apoyando el equipaje en el andén con un beso apasionado le susurra al oído.

- Volveré a buscarte..

autoras: Carito y Grace

agradezco a estas participantes que se hayan atrevido a escribir y a mostrar su producción cuando ambas nunca habían participado de una experiencia similar.

de mi parte: Felicitaciones y Adelante!!!! con amor: susuru DERECHOS RESERVADOS

domingo, agosto 02, 2009

Pomba Branca despidiendo al 1er domingo de agosto

Pomba branca, pomba branca
Já perdi o teu voar
Naquela terra distante
Toda coberta p’lo mar
Pomba branca, pomba branca
Já perdi o teu voar
Naquela terra distante
Toda coberta p’lo mar
Fui criança e andei descalço
Porque a terra me aquecia
E eram longos os meus olhos
Quando a noite adormecia
Vinham barcos dos países
E eu sorria a deus, sonhei
... ... ...
gracias Flor!!!! susuru