jueves, mayo 31, 2007

Women in Art

Más fuego, más viento. Fragmento Susana Tamaro.

"...Quizás ese lugar nos ha atraído como un imán desde el principio. Era allí que teníamos que ir, y es allí dónde fuimos a parar casi sin saberlo, sobre las escarpadas pendientes gargánicas de Monte Sant·Angelo.
Mi madre había oído hablar de ese lugar; en cambio yo no sabía ni que existía.
Nunca he sentido simpatía por los ángeles ni por cosas de ese estilo. No obstante debo decir que, al bajara la cueva, he sentido algo extraño. Algo que se parecía al azoramiento..."

miércoles, mayo 30, 2007

¿Por qué las máscaras....? Susana Tamaro

“¿Por qué las máscaras nos producen una sensación de angustia a algunos de nosotros? ¿Te lo has preguntado alguna vez? Yo sí. La máscara es una cosa que se coloca sobre la cara. Una cosa que nos esconde, dándonos una identidad distinta. Pensándolo bien, las máscaras de carnaval son las más inocuas por su declarada falsedad. Otros son los peligros que se esconden tras las máscaras cotidianas, las que nos ponemos para aceptarnos, para que se nos acepte, para ocultar nuestra naturaleza más profunda. Una cosa de la que te darás cuenta con el paso de los años es que la calidad de la vida incide de manera sorprendente en nuestros rasgos. Ciertamente, también contribuyen a ello, la alimentación, el estrés, la dureza de las pruebas, pero éstas producen marcas leves. Lo que crea surcos imborrables es la intensidad de la vida interior. Con veinte años somos todos “guapos”, pero a los cuarenta nuestra cara empieza a hablar de manera elocuente. ¿Qué sentimientos hemos cultivado?: ¿la rabia, la envidia, la competitividad, el egoísmo, la desidia, o la fuerza del amor y la generosidad? Entre la vida del justo y la del impío ¿cuál hemos escogido? ¿Habla nuestra mirada de la plenitud del corazón o son sólo nuestros labios los que lo hacen? Nuestro corazón puede estar hundido en la confusión, en la oscuridad y, a pesar de ello, nuestra boca puede hablar de sentimientos elevados, de amor, de fe, de justicia. Es una de las peores máscaras. La del hombre recto, del devoto, que crea más desconcierto en quien está buscando su camino con honestidad…”
Fragmento del libro: "Más fuego, más viento"

CONFESIÓN. Paul Geraldy

Sé que soy irritable, celoso, imperativo,
infeliz, exigente, que razones no escucho; que siempre estoy buscándote querellas sin motivo; ¡y crees que no te quiero..y es que te quiero mucho! Te busco, te regaño, y hago tu vida triste.. .Serías más dichosa, por todos consentida, si para mi no fueras cuanto en el mundo existe, y si este amor no fuera todo el bien de mi vida. ¡Si tú me amaras, y si yo te amara, cuánto te amaría!

martes, mayo 29, 2007

Non, Je ne regrette rien

Non, rien de rien, non, je ne regrette rien
ni le bien qu`on m`a fait, ni le mal
tout ca m`est bien egal
non, rien de rien, non, je ne regrette rien
c`est paye, balaye, oublie, je me fous du passe
Avec mes souvenirs j`ai allume le feu
mes shagrins, mes plaisirs,
je n`ai plus besoin d`eux
balaye les amours avec leurs tremolos
balaye pour toujours
je reparas a zero
Non, rien de rien, non, je ne regrette rien
ni le bien qu`on m`a fait, ni le mal
tout ca m`est bien egal
non, rien de rien, non, je ne regrette rien
car ma vie, car me joies
aujourd`hui ca commence avec toi

lunes, mayo 28, 2007

Dietética. Oliverio Girondo

Hay que ingerir distancia,
Lanudos nubarrones,
Secas parvas de siesta,
Arena sin historia,
Llanura,
Vizcacheras,
Caminos con tropillas,
De nubes,
De ladrillos, de
Briosa polvareda.
Hay que rumiar la yerba,
Que sazonan las vacas
Con su orín,
Y sus colas;
La tierra que se escapa
Bajo los alambrados,
Con su olor a chinita,
A zorrino,
A fogata,
Con sus huesos de fósil,
De potro,
De tapera,
Y sus largos mugidos
Y sus guampas, al aire,
De molino, de toro…
Hay que agarrar la tierra,
Calentita o helada,
Y comerla,
Comerla!!!

domingo, mayo 27, 2007

Estados de ánimo. Mario Benedetti

A veces me siento Como un águila en el aire. (de una canción de Pablo Milanés) Unas veces me siento
Como pobre colina
Y otras como montaña
De cumbres repetidas
Unas veces me siento
Como un acantilado
Y en otras como un cielo
Azul pero lejano
A veces uno es
Manantial entre rocas
Y otras veces un árbol
Con las últimas hojas
Pero hoy me siento apenas
Como laguna insomne
Con un embarcadero
Ya sin embarcaciones
Una laguna verde
Inmóvil y paciente
Conforme con sus algas
Sus musgos y sus peces
Sereno en mi confianza
Confiado en que una tarde
Te acerques y te mires
Te mires al mirarme.

jueves, mayo 24, 2007

Sueños. Paolo Quattrini

Quisiera hacer una demostración y luego teoría, porque generalmente la teoría impide el trabajo o lo hace más difícil. Entonces, si hay alguien que quiere trabajar un sueño...El trabajo con sueños dentro de la teoría gestáltica tiene una característica, es decir, no hay un trabajo de interpretación. Dentro de la tradición fenomenológica no se puede hablar de símbolos, se puede hablar de metáforas pero no de símbolos. Entonces lo que hay es algo vivencial, un sueño. . En el trabajo con un sueño, no puede ser, en un corte gestáltico, una interpretación del sueño, sino un desarrollo vivencial del sueño mismo; y en esta línea vamos a trabajarlo.
Es un Entonces lo que decía era: Dios mío! La planta baja y el 1 er. piso (yo vivo en el 2do. piso) ya están completamente cubiertas! Hasta ahí. - ¿Este es el sueño? - Si - ¿Qué sientes cuando te despiertas del sueño, qué emociones y sensaciones sientes despertando?- Qué raro, ¿qué será esto cubierto completamente de agua ?- Es decir que una emoción, si es una emoción, la emoción tiene un nombre, un nombre ,¿qué nombre tendría esa emoción? - Esto es un presagio de algo difícil. Es una emoción de temor.- ¿Sientes temor, angustia o algo así?- Si- Bueno, y ¿qué te gustaría adquirir trabajando este sueño? ¿esta angustia es algo que quieres perder? ¿qué quieres hacer con esta angustia?- En realidad a mi me gustaría profundizar el mensaje transmitido en el sueño.- Eso es lo que quería decir cuando he dicho que dentro de la tradición gestáltica no se puede hablar de símbolos, se puede hablar de metáforas. Se habla tal vez del mensaje del sueño, pero entre comillas mensajes. El sueño no tiene un mensaje. El sueño es una vivencia que se puede desarrollar de una manera o de otra. Entonces, el sueño como cualquier vivencia, deja una emoción, deja un estado emocional, cuando uno se despierta, deja un estado emocional, y como cada vivencia deja un estado emocional que te gusta o un estado emocional que no te gusta y un trabajo vivencial sería empezar a desarrollar y seguir adelante en la direeción que tu quieras. - Bueno, hay una parte más en el sueño que me olvidé de decir y es que yo digo: No hay más posibilidades de seguir acá, hay que salir de acá. - ¿La pregunta que te he hecho te pone incómoda o que? - Sí- ¿Por qué? ¿Qué hay de incómodo? - Bueno, estoy delante de gente. Lo que sí quisiera ver es de este sueño para adelante, pero no profundizar demasiado en lo que está alrededor mío. (risas) - Este es el problema. Cuando me habían dicho que había mucha gente, lo que he comentado es que el problema no es mío, es para quien tiene que trabajar el sueño delante de tanta gente.- Bueno, entonces voy a contar otro sueño, otro cortito que tuve hace un mes. (risas)- OK. Quiero comentar una cosa. Lo que estamos haciendo en este momento es trabajar a partir del sueño; no quiere decir que tenemos que trabajar el sueño a todo precio. Trabajamos lo que hay a partir del sueño. Si se puede trabajar un sueño, mejor: si del sueño vamos a otra parte, vamos a otra parte. Entonces esta bien que quieras cambiar de sueño, por lo que está pasando es que estás intentando adaptarte a la situación que hay, de integrar dentro de esta experiencia que estas haciendo, el hecho que hay tanta gente que está mirando y escuchando. - Yo estaba en la vereda y a mi derecha había una puerta grande de entrada a un edificio; al frente había una línea de autos estacionados, de color negro, y a mi izquierda se estaciona una ambulancia; cuando la veo llegar, me veo bajar de la parte de atrás. Entonces en la medida que me acerco a mi misma y me voy mirando, una voz me dice: Viene para. que la acompañes a morir, son sus últimos días. Y ahí termina el sueño.- ¿Con que estado de ánimo.- Si, sentí mucha angustia y dije bueno, tengo que empezar a trabajar porque debo estar muy enferma y me voy a morir pronto.- Te despiertas con mucha angustia. ¿Qué quieres hacer con esta angustia? - No sé. (risas) - Tienes que elegir, no saber. - Bueno, quiero liberarme de esta angustia.- Mirá, ¿porqué ha sido tan difícil elegir el liberarte de la angustia?- Porque no es un ámbito muy privado éste para comenzar a encadenar las cosas. Entonces obviamente yo tendría que hacerlo y no quiero. - Entonces ¿estás segura de que quieres trabajar el sueño? (risas) .Este es un poco el problema, el trabajo de los sueños es una dirección vivencial, es una cosa íntima, muy privada; entonces no se si querés verdaderamente entrar dentro de algo muy privado, en esta situación... - Esta parte me animo; este sueño creo que puede tener otros... - De acuerdo, entonces querés liberarte de esta angustia. Pero esperá un poco; ¿qué es lo que te da angustia?, ¿de dónde sale la angustia dentro del sueño...?- De qué me voy a morir, se acabó el tiempo... - Te vas a morir y se acabó el tiempo; ésto te angustia. ¿Qué sería necesario?, ¿qué te falta para perder esta angustia? Tu angustia es un miedo, es una emoción de la familia del miedo y lo que sirve al miedo para desaparecer es una defensa. Y ¿qué sería una defensa ante esta angustia, una defensa bastante fuerte?- Yo me quedo con la otra parte que usted me dijo; ¿ qué necesitaría para que esta angustia se fuera ? Soltarme, no importa que me muera, si viene que venga...- Sí, esa es una posibilidad, la aceptación de la muerte. ¿Es la única posibilidad o hay otra?- Para la muerte no se me ocurre ahora...- Para el sueño, no para la muerte. - Soltar la angustia de la muerte.- Soltar la angustia que el sueño te deja. Uno acepta la muerte, no hay otra solución.- Pero no entiendo qué me pregunta.- Si hay otra solución para acabar con la angustia que este sueño te produce. Una solución sería aceptar la posibilidad de la muerte.- Sí, no se si hay otra solución, esa es la que entendí.- Bueno, hay otra solución muy simple, y es que fuera un falso anuncio. ¿Cuál te parece más fácil de lograr?- Que fuera un falso anuncio.- Y podría ser que fuera un falso anuncio?- Sí, podría ser.- ¿Y de dónde sacás la idea de que era un falso anuncio?- De que no me voy a morir completa, porque si vengo yo para que me acompañe a morir, quiere decir que yo también voy a estar viva para acompañarme.- Yo lo sacaba del hecho de que estás viva aquí, en este momento. (risas) Entonces, mirá un poco que te faltaría para que pudieras darte cuenta que es un falso anuncio. - No sé.- Tratá de imaginar.- Tengo muchos proyectos, estoy viviendo un tiempo muy hermoso.- ¿Qué es lo que te dice que el anuncio es verdadero? ¿De dónde sacás la idea de que el anuncio es verdadero?- Es una posibilidad para cualquiera poder morirse...- Si, de acuerdo, un día u otro vamos a morir todos. Pero ésto es una cosa y otra cosa es el anuncio; una voz te dice: te vas a morir.- Sí- ¿Qué te falta para no creerlo?- Usted me está hablando de la parte emocional, ¿ qué me falta adentro ?- ¿Qué te falta a ti como persona para creer a las voces que te dicen: Esta va a ser tu última noche. ? ¿Qué te falta?- No se qué quiere preguntarme.- Bueno quiero preguntarte ésto. ¿ Tú estás en un estado de angustia porque una voz dentro de tí dice que ésta es tu última noche, y tu le crees?. Imagino que no es obligatorio creerle. Creo que te falta algo para poder no creerle. Me pregunto y te pregunto, ¿qué podría llevarte a no creerle a esta voz que te habla? - No le creo del todo porque hay muchas cosas muy vivas , que estoy sintiendo mucho más vivas que nunca dentro mío. Esto podría responderle.- ¿A ti te parece?. ¿Es suficiente para defenderte de esta voz o no? - Sí- ¿Qué respondería esta voz si tu le dijerás: Bueno, yo no voy a morirme, me siento más viva que siempre. ? ¿Qué hubiera respondido esta voz? - Bueno, te estoy diciendo que la acompañes a morirte, porque es solamente una parte la que se está muriendo, porque otra está cada vez más viva.- ¿Y qué sientes tu escuchando esto? - Mucha alegría.- Y pensando el sueño en este momento, ¿sientes la misma angustia? ¿Más o menos?- No, menos.- Entonces se ha modificado.- Si.- ¿Se ha modificado bastante, o quieres más?- Más.- ¿Qué podrías decirle a esta voz que te anuncia la muerte de una parte de ti, dándote un poco de angustia?- ¿Para qué vienes a decirme ésto ahora?- ¿Qué quiere decir con, me venís a decir ésto ahora, el foco en el ahora o en el decirte ésto? ¿Quieres que te lo diga mañana o quieres que no te lo diga para nada? - En el qué me venís a decir ésto.- Ah! Contéstale.- Es bueno que sepas como estás por dentro - Es bueno que sepas como estar por dentro. ¿Qué respondes tú a eso? - ¿ Por qué es bueno que sepa eso ?- ¿Qué quieres decir, que no estás de acuerdo; que está bueno o que no estás de acuerdo?¿Para tí es bueno o no es bueno?. Ella te dice: Es bueno. ¿Estás de acuerdo con ésto o no?- Si, pero quisiera saber más porque es bueno que sepa ésto.- Sí al cien por cien o sí al 50 por ciento?- Es bueno que sepa ésto. ¿Para qué es bueno que sepa esto ?- Si tu dices que es bueno, tu sabes porque es bueno.- Si, y quisiera saber más.- Explícale que quisieras saber más. - ¿A la voz?- Sí- ¿Qué es lo que se está muriendo? ¿Qué es lo que voy a morir?- Ah! ¿qué es lo que esta muriendo, qué es lo que voy a morir? ¿Y qué responde la voz?- Se va a morir el pasado, se va a morir la pobreza.- Empieza de nuevo.- ¿Qué sientes tú ante este anuncio? - Mucha alegría.- ¿Es distinto de antes? - Si.- ¿Cómo te sientes en este momento? - Más relajada.- Y si pudieras hablar sin comparativos, sin más ni menos. De manera absoluta y liviana, definitiva, trascendente, ¿cómo te sientes? - Bien.- Y si miras el sueño en este momento, ¿cómo está tu angustia?- Tranquila, no hay.- Bueno, me parece que en este momento tienes una emoción, pareces bastante, conmovida para lo que has encontrado. Puede que quieras hablar de ésto o puede que quieras guardar ésto para ti. Como prefieras. Bueno, muchas gracias, ha sido un placer. Gracias por la colaboración y por el coraje que has tenido para enfrentarte a una cosa tuya, íntima, ante un público desconocido. Dentro de la tradición gestáltica, mi propuesta es de no utilizar para nada la interpretación. Porque dentro de la tradición gestáltica, no tenemos ningún marco para contener la interpretación. El único marco que se acerca un poco a ésto es la vivencia del sueño como metáfora. Perls proponía contar el sueño y al final, no sé si directamente Perls o la técnica, pero bueno, hay una técnica gestáltica que consiste en contar el sueño y a cada parte del sueño seguir diciendo "y ésta es mi vida". Esto no es una elaboración simbólica, es una elaboración metafórica. Es decir que no se interpreta para nada el sueño , el sueño no significa nada, pero el sueño llama, evoca, metaforiza algo de tu vida. Es muy diferente, porque el tratamiento simbólico es rígido. Esto soy yo, ésto es ésto. El tratamiento del sueño como metáfora es...mirá, esta situación del sueño me recuerda algo de mi vida... A este punto, sueño y vida se van cada uno en en partes distintas y la vida no está contenida y cerrada dentro del sueño. Esto hace una diferencia total, porque el problema del símbolo es que si no es bien manejada la interpretación, mata la vivencia del sueño, la vivacidad del sueño. Entonces lo que tienes luego, antes tenías algo que te perturbaba, los sueños son como visionismos, mitos poéticos. Es decir que activan una cosa dentro de ti. Si la ponés dentro del contenido de símbolos, se quedan como joyas adentro de una cavidad cerrada, donde no se ve más la luz. Y ésto satisface nuestra necesidad profunda, grandísima de tener, de poseer, poseer hasta el precio de matar lo que poseemos; como tener un pájaro en la mano y para que no se escape, matarlo. Esto es una necesidad, una tendencia, que Fromm había descripto como la alternativa entre tener y ser. Que sería un poco desde un punto de vista político social, la diferencia entre la sociedad de los consumos o la sociedad capitalista, de una cultura de la experiencia, que sería un poco lo que estamos intentando hacer con la gestalt y que seguramente fue lo que empujaba a Perls a diferenciarse del movimiento freudiano. El buscaba un enfoque psicoterapéutico que no matara la vivencia, el mundo interior, y pensaba que el movimiento freudiano que inicialmente había sido un movimiento de liberación, se estaba convirtiendo en un movimiento de contención, contención adentro de conceptos, símbolos e interpretaciones, de lo que digamos es dionisíaco del ser humano. El sueño es vida, exactamente es ésto. Desde el punto de vista existencialista o fenomenológico, el sueño es simplemente una experiencia. Generalmente, las emociones en el sueño son además más agudas que en las experiencias de día y como cuando vas a ver una película hace parte de tu vida; no es que cuando ves una película crees que no estás viviendo, estás viviendo en el cinema. Así, el sueño es un tipo de vivencia que se acerca un poco a mirar una película, porque toda la vivencia emocional pasa a través de los ojos, normalmente pasa a través de los ojos, de los oídos también; no hay tacto y no hay otras cosas. El sueño es igual; hay partes de la experiencia de día, faltan otras partes, pero es una experiencia, una parte de tu vida. La posición que tomo haciendo preguntas durante el trabajo con el sueño es una posición como si el sueño no fuera algo que está fuera de tu vida y que no se puede tocar. Como si fuera una unidad absoluta e intocable que está fuera de tu vida y que sale de otro espacio y situación con la cual no se puede interactuar. Yo lo tomó exactamente como si fuera una parte de tu vida, ha pasado así, podría haber pasado de otra manera. . ¿Qué falta para pasar de otra manera? En este estilo de trabajo, qué es una manera de trabajar, partir desde la emoción del sueño es lo más importante además del sueño. El sueño es lo que lleva hasta la emoción , pero el contenedor del sueño es la emoción. Como el contenedor de una experiencia cuando vas a ver una película, el contenedor de esta experiencia es lo que te deja al fondo. Además, cuando sueñas y te despiertas, no sabes si recuerdas todo o no recuerdas todo, pero la emoción que te queda al final, comprende todo. Porque no es que si tu te olvidas de una parte de la película, la emoción que vives al final de una película es distinta, la emoción, el contenido,...Así esto es muy importante para trabajar un sueño, no necesita para nada que sea un sueño grande, extenso, lleno de cosas, lleno, bello. No necesita casi nada. Sólo la emoción que uno tiene despertándose. Y desde esta emoción podemos trabajar el sueño, porque se estructura el sueño a partir de la emoción. Por ejemplo uno dice, siento angustia cuando me despierto. Bien. ¿Angustia cómo qué? ¿Angustia como si te han dicho que vas a morir, como si tienes que dar una asignatura y no te has preparado, angustia como si te han cortado una mano? ¿Angustia cómo? Y habitando la emoción, tiene un montón de matices y desde los matices se pueden estructurar un montón de imágenes en vía asociativa y construir el sueño que está adentro del contenedor. Ahora, ¿ésto qué significa? Significa que en este corte , las imágenes son paradigmas de la emoción y no la emoción paradigmas de las imágenes. Es un corte totalmente distinto de lo que ser un enfoque freudiano o junguiano. Pero ésto deviene del hecho de que en este corte es importante la vivencia, la sensación, la emoción. Entonces, las imágenes sirven para producir emociones, no las emociones son secundarias a las imágenes como se ve en un corte freudiano. Son buenos los dos cortes eh! Simplemente es una manera de mirar, una manera de empezar el encuentro. Lo que no funciona, repito, es desde mi punto de vista, es pasar del uno al otro sin darse cuenta.

miércoles, mayo 23, 2007

Calidoscopio. Ray Bradbury

El primer impacto rajó la nave como si fuera un gigantesco abrelatas. Los hombres fueron arrojados al espacio, retorciéndose como una docena de peces fulgurantes. Se diseminaron en un mar oscuro mientras la nave, convertida en un millón de fragmentos, proseguía su ruta semejando un enjambre de meteoritos en busca de un sol perdido. -Barkley, Barkley, ¿dónde estás? Voces aterrorizadas, niños perdidos en una noche fría. -¡Woode, Woode! -¡Capitán! -Hollis, Hollis, aquí Stone. -Stone, soy Hollis. ¿Dónde estás? -¿Cómo voy a saberlo? Arriba, abajo... Estoy cayendo. ¡Dios mío, estoy cayendo! Caían. Caían, en la madurez de sus vidas, como guijarros diminutos y plateados. Se diseminaban como piedras lanzadas por una catapulta monstruosa. Y ahora en vez de hombres eran sólo voces. Voces de todos los tipos, incorpóreas y desapasionadas, con distintos tonos de terror y resignación. -Nos alejamos unos de otros. Era cierto. Hollis, rodando sobre sí mismo, sabía que lo era y, de alguna forma, lo aceptó. Se alejaban para recorrer distintos caminos y nada podría reunirles de nuevo. Vestían sus trajes espaciales, herméticamente cerrados, sus pálidos rostros ocultos tras las placas faciales. No habían tenido tiempo de acoplarse las unidades energéticas. Con ellas, habrían sido pequeños botes salvavidas flotando en el espacio. Se habrían salvado, habrían salvado a otros, habrían encontrado a todos hasta unirse para formar una isla de hombres y pensar en alguna salida. Pero ahora, sin las unidades energéticas acopladas a sus hombros, eran meteoritos alocados encaminándose hacia destinos diversos e inevitables. Pasaron diez minutos. El terror inicial se apagó, dando paso a una calma metálica. Sus voces extrañas empezaron a entrelazarse en el espacio, un telar inmenso y oscuro, cruzándose y volviéndose a cruzar hasta formar el tejido final. -Stone a Hollis. ¿Cuánto tiempo podremos hablar por radio? -Depende de tu velocidad y la mía. -Una hora, supongo. -Algo así -dijo Hollis, pensativo y tranquilo. -¿Qué sucedió? -preguntó Hollis al cabo de un minuto. -El cohete estalló, eso es todo. Los cohetes estallan, ¿sabes? -¿Hacia dónde caes? -Creo que me estrellaré en el Sol. -Yo en la Tierra. De vuelta a la madre Tierra a quince mil kilómetros por hora, arderé como una cerilla. Hollis pensó en ello con una sorprendente serenidad. Le parecía estar separado de su cuerpo, viéndolo caer y caer en el espacio, con la misma tranquilidad con la que había visto caer los primeros copos de nieve de un invierno muy lejano. Los otros guardaban silencio. Pensaban en el destino que les había llevado a esto, a caer y caer sin poder hacer nada para evitarlo. Hasta el capitán callaba, porque no había orden o plan que pudiera arreglarlo todo. -¡Oh, esto es interminable! ¡Interminable, interminable! -exclamó una voz. ¡No quiero morir, no quiero morir! ¡Esto es interminable! -¿Quién habla? -No lo sé. -Creo que es Stimson. Stimson, ¿eres tú? -Esto es interminable y no me gusta. ¡Dios mío, no me gusta nada! -Stimson, aquí Hollis. Stimson, ¿me oyes? Una pausa. Seguían separándose unos de otros. -¿Stimson? -Sí -replicó por fin. -Stimson, tranquilízate. Todos tenemos el mismo problema. -No quiero estar aquí. Me gustaría estar en cualquier otro sitio. -Hay una posibilidad de que nos encuentren. -Si, sí, seguro -dijo Stimson-. No creo en esto, no creo que esté sucediendo realmente. -Es una pesadilla -dijo alguien. -¡Cállate! -ordenó Hollis. -Ven y hazme callar -contestó la voz. Era Applegate. Se reía con toda tranquilidad, sin histeria-. Ven y hazme callar. Por primera vez, Hollis sintió su impotencia. La cólera se adueñó de él porque en aquel momento deseaba, más que ninguna otra cosa, herir a Applegate. Había esperado muchos años para poder hacerlo..., y ahora era demasiado tarde. Applegate era únicamente una voz radiofónica. ¡Y seguían cayendo y cayendo! Dos de los hombres se pusieron a gritar, de repente, como si acabaran de descubrir el horror de su situación. Hollis vio a uno de ellos, en una pesadilla, flotando muy cerca de él, chillando y chillando. -¡Basta! El hombre estaba casi al alcance de su mano. Gritaba enloquecido. Nunca se callaría. Seguiría chillando durante un millón de kilómetros, mientras se encontrara en el campo de acción de la radio. Fastidiaría a todos los demás e impediría que hablaran entre sí. Hollis alargó la mano. Era mejor así. Hizo un último esfuerzo y tocó al hombre. Se agarró a su tobillo y fue desplazando la mano hasta llegar a la cabeza. El hombre chilló y se retorció como si estuviera ahogándose. Sus gritos llenaron el universo. "Da lo mismo -pensó Hollis-. El Sol, la Tierra o los meteoros lo matarán igualmente. ¿Por qué no ahora?" Hollis aplastó la placa facial del hombre con su puño metálico. Los gritos cesaron. Se apartó del cadáver y lo dejó alejarse siguiendo su propio curso, cayendo y cayendo. Hollis y los demás seguían cayendo sin cesar en el espacio, en el interminable remolino de un terror silencioso. -Hollis, ¿sigues ahí? Hollis no contestó. Una oleada de calor inundó su rostro. -Aquí Applegate otra vez. -¿Qué hay, Applegate? -Hablemos. No podemos hacer otra cosa. El capitán intervino. -Ya es suficiente. Tenemos que encontrar una solución. -Capitán, ¿por qué no se calla? -¿Qué? -Ya me ha oído, capitán. No pretenda imponerme su rango, porque nos separan quince mil kilómetros y no tenemos que engañarnos. Tal como dijo Stimson, la caída es interminable. -¡Compórtese, Applegate! -No quiero. Esto es un motín de uno solo. No tengo una maldita cosa que perder. Su nave era mala, usted un mal capitán, y espero que se ase cuando llegue al Sol. -¡Le ordeno que se calle! -Adelante, vuelva a ordenarlo. -Applegate sonrió a quince mil kilómetros de distancia. El capitán no dijo nada más-. ¿Dónde estábamos, Hollis? Ah, sí, ya recuerdo. También te odio a ti. Pero tú ya lo sabes. Hace mucho tiempo que lo sabes. Hollis, desesperado, cerró los puños. -Quiero confesarte algo -prosiguió Applegate-. Algo que te hará feliz. Fui uno de los que votaron contra ti en la Rocket Company, hace cinco años. Un meteorito surcó el espacio. Hollis miró hacia abajo y vio que no tenía mano izquierda. La sangre brotaba a chorros. De repente, advirtió la falta de aire en su traje. El oxígeno que conservaba en los pulmones le permitió, sin embargo, hacer un nudo a la altura de su codo izquierdo, apretando la juntura y cerrando el escape. La rapidez del suceso no le dio tiempo a sorprenderse. Ninguna cosa podía sorprenderle en aquel momento. Ya cerrado el boquete, el aire volvió a llenar el traje en un instante. Y la sangre, que había brotado con tanta facilidad, quedó comprimida cuando Hollis apretó aún más el nudo, hasta convertirlo en un torniquete. Todo esto había sucedido en medio de un terrible silencio por parte de Hollis. Los otros hombres conversaban. Uno de ellos, Lespere, hablaba sin cesar de su mujer de Marte, de su mujer venusiana, de su mujer de Júpiter, de su dinero, sus buenos tiempos, sus borracheras, su afición al juego, su felicidad... Hablaba y hablaba, mientras todos caían. Lespere, feliz, recordaba el pasado mientras se precipitaba a la muerte. ¡Todo era tan raro! Espacio, miles de kilómetros de espacio, y voces vibrando en su centro. Ningún hombre al alcance de la vista, sólo las ondas de radio se agitaban tratando de emocionar a otros hombres. -¿Estás enfadado, Hollis? -No. Y no lo estaba. Había recuperado la serenidad. Era una masa insensible, cayendo para siempre hacia ninguna parte. -Durante toda tu vida quisiste llegar a la cumbre, Hollis. Y yo lo impedí. Siempre quisiste saber lo que había ocurrido. Bien, voté contra ti antes de que me despidieran a mí también. -No tiene importancia. Y no la tenía. Todo había terminado. Cuando la vida llega a su fin es como un intenso resplandor. Un instante en el que todos los prejuicios y pasiones se condensan e iluminan en el espacio, antes de que se pueda decir una sola palabra. Hubo un día feliz y otro desdichado, hubo un rostro perverso y otro bondadoso... El resplandor se apaga y se hace la oscuridad. Hollis pensó en su pasado. Al borde de la muerte, una sola cosa le atormentaba y por ella, únicamente por ella, deseaba seguir viviendo. ¿Sentirían lo mismo sus compañeros de agonía? ¿Tendrían aquella sensación de no haber vivido nunca? ¿Pensarían, como él, que la vida surge y muere antes de poder respirar una vez? ¿Les parecería a todos tan abrupta e imposible, o sólo a él, aquí, ahora, con escasas horas para meditar? Uno de los otros hombros estaba hablando. -Bueno, yo viví bien. Tuve una esposa en Marte, otra en Venus y otra en Júpiter. Todas tenían dinero y se portaron muy bien conmigo. Fue maravilloso. Me emborrachaba, y hasta una vez gané veinte mil dólares en el juego. "Pero ahora estás aquí -pensó Hollis-. Yo no tuve nada de eso. Tenía celos de ti, Lespere. En pleno trabajo envidiaba tus mujeres y tus juergas. Las mujeres me asustaban y huía al espacio, siempre deseándolas, siempre celoso de ti por tenerlas, por tu dinero, por toda la felicidad que podías conseguir con aquella vida alocada. Pero ahora se acabó todo, caemos. Ya no tengo celos de ti. Es mi final y el tuyo y todo parece no haber sucedido nunca." Hollis levantó el rostro y gritó por la radio: -¡Todo ha terminado, Lespere! Silencio. -¡Como si nunca hubiese ocurrido, Lespere! -¿Quién habla? -preguntó Lespere temblorosamente. -Soy Hollis. Se sintió miserable. Era la mezquindad, la absurda mezquindad de la muerte. Applegate le había herido y él, Hollis, quería herir a otro. Applegate y el espacio le habían herido. -Ahora estás aquí, Lespere. Todo ha terminado, como si nunca hubiera sucedido, ¿no es cierto? -No. -Cuando llega el final, todo parece no haber ocurrido nunca. ¿Es mejor tu vida que la mía, ahora? Antes, sí, ¿y ahora? El presente es lo que cuenta. ¿Es mejor? ¿Lo es? -¡Sí, es mejor! -¿Por qué? -Porque conservo mis pensamientos, ¡porque recuerdo! -gritó Lespere, muy lejos, indignado, apretando los recuerdos a su pecho con ambas manos. Y estaba en lo cierto. Hollis lo comprendió mientras una sensación fría como el hielo fluía por todo su cuerpo. Existían diferencias entre los recuerdos y los sueños. A él sólo le quedaban los sueños de las cosas que había deseado hacer, pero Lespere recordaba cosas hechas, consumadas. Este pensamiento empezó a desgarrar a Hollis con una precisión lenta, temblorosa. -¿Y para qué te sirve eso? -gritó a Lespere-. ¿De qué te sirve ahora? Lo que llega a su fin ya no sirve para nada. No estás mejor que yo. -Estoy tranquilo -contestó Lespere-. Tuve mi oportunidad. Y ahora no me vuelvo perverso, como tú. -¿Perverso? Hollis meditó. Nunca, en toda su vida, había sido perverso. Nunca se había atrevido a serlo. Durante muchos años debió de haber estado guardando su perversidad para una ocasión como la actual. "Perverso". La palabra martilleó en su mente. Se le saltaron las lágrimas y resbalaron por su cara. -Cálmate, Hollis. Alguien había escuchado su voz sofocada. Era completamente ridículo. Tan sólo un momento antes, había estado aconsejando a otros, a Stimson... Había sentido coraje y creído que era auténtico. Pero, ahora lo comprendía, no se trataba más que de conmoción, y de la "serenidad", que puede acompañarla. Y ahora trataba de condensar toda una vida de emociones reprimidas en un intervalo de minutos. -Sé lo que sientes, Hollis -dijo Lespere, ya a treinta mil kilómetros de distancia, con una voz cada vez más apagada-. No me has ofendido. "Pero, ¿no somos iguales? -se preguntó un aturdido Hollis-. ¿Lespere y yo? ¿Aquí, ahora? Si algo ha terminado, ya está hecho. ¿Qué tiene de bueno, entonces? Los dos moriremos, de una forma o de otra." Pero Hollis sabía que todo aquello era puro raciocinio. Era como intentar explicar la diferencia entre un hombre vivo y un cadáver: uno poseía una chispa, un aura, un elemento misterioso, y el otro no. Y lo mismo ocurría con Lespere y él. Lespere había vivido enteramente, y ello le convertía ahora en un hombre diferente. Y él, Hollis, había estado muerto durante muchos años. Se acercaban a la muerte siguiendo distintos caminos y, con toda probabilidad, si existieran varios tipos de muertes, el de Lespere y el suyo serían tan diferentes como la noche y el día. La cualidad de la muerte, como la de la vida, debe ser de una variedad infinita. Y si uno ya ha muerto una vez, ¿por qué preocuparse de morir para siempre, tal como estaba muriendo él ahora? Un momento después descubrió que su pie derecho había desaparecido. Estuvo a punto de reír. El aire por segunda vez había escapado de su traje. Se inclinó rápidamente y vio salir la sangre. El meteorito había cortado la carne y el traje hasta el tobillo. Oh, la muerte en el espacio era humorística: te despedaza poco a poco, cual tétrico e invisible carnicero. Hollis apretó la válvula de la rodilla. Sentía dolor y mareo. Luchó por no perder la conciencia, apretó más la válvula y contuvo la sangre, conservando el aire que le quedaba. Se enderezó y prosiguió su caída. No podía hacer más. -¿Hollis? Hollis respondió cansinamente, harto de aguardar la muerte. -Aquí Applegate de nuevo -dijo la voz. -Sí. -He estado pensando, y escuchándote. Esto no va bien. Nos convierte en perversos. Es una forma de morir muy mala, nos saca toda la maldad que llevamos dentro. Hollis, ¿me escuchas? -Sí -Te mentí. Hace un momento. Te mentí. No voté contra ti. No sé por qué lo dije. Creo que deseaba hacerte daño. Parecías el más indicado. Siempre nos hemos peleado, Hollis. Creo que me estoy haciendo viejo de repente, arrepintiéndome. Cuando oí que tú eras un perverso me avergoncé. Es igual, quiero que sepas que yo también fui un idiota. No hay ni pizca de verdad en todo lo que dije. Y vete al infierno. Hollis sintió que su corazón volvía a latir. Había estado parado durante cinco minutos. Ahora, todos sus miembros recuperaron el calor. La conmoción había terminado, y los sucesivos ataques de cólera, terror y soledad iban disipándose. Era un hombre recién salido de una ducha fría matutina, listo para desayunar y enfrentarse a un nuevo día. -Gracias, Applegate. -No hay de qué. Y anímate, bobo. -¿Dónde está Stimson? ¿Cómo se encuentra? -¿Stimson? Todos escuchaban atentamente: -Debe de haber muerto. -No lo creo. ¡Stimson! Volvieron a escuchar. Y oyeron una respiración dificultosa, lejana, lenta... -Es él. Escuchad. -¡Stimson! Nadie respondió. Sólo podían oír una respiración lenta y bronca. -No contestará. -Ha perdido el conocimiento. Dios lo ayude. -Es él, escuchen. Una respiración apenas audible, el silencio. -Está encerrado como una almeja. Encerrado en sí mismo, haciendo una perla. Considérenlo así, todo tiene su poesía. Él es más feliz que nosotros. Stimson flotaba en la lejanía. Todas lo escucharon. -¡Eh! -dijo Stone. -¿Qué? Hollis había contestado con toda su fuerza. Stone, más que ningún otro, era un buen amigo. -Estoy entre un enjambre de meteoritos, pequeños asteroides. -¿Meteoritos? -Creo que es el grupo de Mirmidón, que se desplaza entre Marte y la Tierra y tarda cien años en recorrer su órbita. Me encuentro justo en el medio. Es como un calidoscopio gigante. Hay colores, formas y tamaños de todos los tipos. ¡Dios mío, qué hermoso es todo esto! Silencio. -Me voy con ellos -prosiguió Stone-. Me llevan con ellos. Estoy condenado. -Y se rió de buena gana. Hollis trató de ver algo, pero sin conseguirlo. Allí sólo había las grandes joyas del espacio, los diamantes, los zafiros, las nieblas de esmeraldas y las tintas de terciopelo del espacio, y la voz de Dios confundiéndose entre los resplandores cristalinos. Era algo increíble y maravilloso pensar en Stone acompañando al enjambre de meteoritos. Iría más allá de Marte y volvería a la Tierra cada cinco años. Entraría y saldría de las órbitas de los planetas durante las siguientes miles y miles de años. Stone y el enjambre de Mirmidón, eternos e infinitos, girarían y se modelarían como los colores del calidoscopio de un niño cuando éste levanta el tubo hacia el sol y lo va girando. -Adiós, Hollis. -La voz de Stone, ya muy debilitada-. Adiós. -Buena suerte -gritó Hollis, a cincuenta mil kilómetros de distancia. -No te hagas el gracioso -dijo Stone. Silencio. Las estrellas se unían más y más entre ellas. Todas las voces iban apagándose. Todas y cada una seguían su propia ruta; unas hacia el Sol, otras hacia el espacio remoto. Como el mismo Hollis. Miró hacia abajo. Él, y sólo él, volvía solitario a la Tierra. -Adiós. -Tómatelo con calma. -Adiós, Hollis -dijo Applegate. Adioses innumerables, despedidas breves. El gran cerebro, extraviado, se desintegraba. Los componentes de aquel cerebro, que habían trabajado con eficiencia y perfección dentro de la caja craneal de la nave espacial, cuando ésta aún surcaba el espacio, morían uno a uno. Todo el significado de sus vidas saltaba hecho añicos. Igual que el cuerpo muere cuando el cerebro deja de funcionar, el espíritu de la nave, todo el tiempo que habían pasado juntos, lo que los unos significaban para los otros, todo eso moría. Applegate ya no era más que un dedo arrancado del cuerpo paterno, ya nunca más sería motivo de desprecio o intrigas. El cerebro había estallado y sus fragmentos inútiles, faltos de misión que cumplir, se desperdigaban. Las voces desaparecieron y el espacio quedó en silencio. Hollis estaba solo, cayendo. Todos estaban solos. Sus voces se habían desvanecido como los ecos de palabras divinas vibrando en el cielo estrellado. El capitán marchaba hacia el Sol. Stone se alejaba entre la nube de meteoritos, y Stimson, encerrado en sí mismo. Applegate iba hacia Plutón. Smith, Turner, Underwood... Los restos del calidoscopio, las piezas de lo que otrora fue algo coherente, se esparcían por el espacio. "¿Y yo? -pensó Hollis-. ¿Qué puedo hacer?. ¿Puedo hacer algo para compensar una vida terrible y vacía? Si pudiera hacer algo para reparar la mezquindad de todos estos años, el absurdo del que ni siquiera me daba cuenta... Pero no hay nadie aquí. Estoy solo. ¿Cómo hacer algo que valga la pena cuando se está solo? Es imposible. Mañana por la noche me estrellaré contra la atmósfera de la Tierra. Arderé, y mis cenizas se esparcirán por todos los continentes. Seré útil. Sólo un poco, pero las cenizas son cenizas y se mezclarán con la tierra." Caía rápidamente, como una bala, como un guijarro, como una pesa metálica. Sereno, ni triste ni feliz... Lo único que deseaba, cuando todos los demás se habían ido, era hacer algo válido, algo que sólo él sabría. "Cuando entre en la atmósfera, arderé como un meteoro." -Me pregunto si alguien me verá -dijo en voz alta. Desde un camino, un niño alzó la vista hacia el cielo. -¡Mira, mamá! ¡Mira! -gritó-. ¡Una estrella fugaz! La estrella blanca, resplandeciente, caía en el polvoriento cielo de Illinois. -Pide un deseo -dijo la madre del niño-. Pide un deseo.

sábado, mayo 19, 2007

SUSURU y La Vida de los Otros

Quien escucha "apassionatta" de Beethoven, no deja de ser jamás un hombre bueno.
Quien por sus acciones recibe un tributo silencioso, unas palabras como prólogo de un texto titulado "Sonata para un hombre bueno", habrá recibido el mejor regalo de Amor que puede recibir un hombre. El reconocimiento a su valor, entregado en actos de amor. Nada más ni nada menos. Cada acto, cada emoción sentida y transmitida construye una historia difícil de ser olvidada por quien es sensible a las cosas más sencillas de la vida y a la vez más valiosas, porque se trata de la VIDA MISMA.

PARADERO DESCONOCIDO....fragmento

Querido Martín: Aquí dieciocho litros de lluvia en 18 días. ¿Menuda temporada!. Un cargamento de 1500 pinceles llegará para tus pintores a la rama berlinesa alrededor de este fin de semana. Eso les dará tiempo para practicar antes de la gran exposición. Los patrocinadores norteamericanos ayudarán a conseguir todo el material artístico que sea posible, pero tú tendrás que hacer los arreglos finales. Estamos demasiado lejos para establecer contacto con el mercado europeo y tú estás en mejor situación para estimar hasta dónde llegará el apoyo que semejante exposición puede despertar en Alemania//............................//El joven Blum salió el viernes pasado con las especificaciones de Picasso//.........¡Suerte!
autora: Kressman Taylor; publicado por 1ra vez 1938
SUSURU opina sobre este libro: Aquí y ahora siento que debo sugerir la lectura de esta obra a toda aquella persona de sentimientos nobles que alguna vez se haya sentido traicionada, Y también lo recomiendo a quienes traicionan sentimientos valiosos por ir detrás del "éxito" que supone da el poder de poseer bienes materiales. Pocas veces me sentí tan impactada por la lectura de un texto que habla de la relación entre amigos

jueves, mayo 17, 2007

Cualquier movimiento mata algo. Roberto Juarroz

Cualquier movimiento mata algo,//Mata el lugar que se abandona,//el gesto, la posición irrepetible,//algún anónimo organismo,//una señal, una mirada,//un amor que vlvía,//una presencia o su contrario,//la vida siempre de algún otro,//la propia vida de los otros.// Y estar aquí es moverse,//estar aquí es matar algo,//Hasta los muertos matan.//Aquí el aire huele a crimen.//
Pero el olor viene de más lejos.//Y hasta el olor se mueve.
FOTO: Orígenes de SUSURU

martes, mayo 15, 2007

No todo es dolor: Marta Bujó

A pesar de todo creo que hay más que dolor en un duelo.
Existe por ejemplo el coraje de llegar adonde nunca llegaste.
Y en el acto de dejar atrás hay algo de salir al encuentro.
Y cada adiós oculta silencioso un bienvenido.
La existencia es tan sólo una mezcla extraña
de finales y principios.
Y las despedidas mucho más
un tema de la vida que de la muerte.
Y lo creo porque otros que vivieron lo contaron,
porque otros que sufrieron primero
crecieron después del dolor.
Es por eso que sé que no estoy sola,
que avanzo día y noche acompañada.
Que hay otros que dejando su marca en el camino
encontraron más tarde...caminando,
el sentido verdadero de haberlo recorrido.

lunes, mayo 14, 2007

Cuando te hablen mal de un amigo

En la antigua Grecia, Sócrates fue famoso por su sabiduría y por el gran respeto que profesaba a todos.Un día un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo: ¿Sabes lo que escuche acerca de tu amigo? Espera un minuto -replico Sócrates- Antes de decirme nada quisiera que pasaras un pequeño examen.Yo lo llamo el examen del triple filtro.¿Triple filtro?Correcto -continuó Sócrates-Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir.Es por eso que lo llamo el examen del triple filtro. El primer filtro es la verdad.¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto? No -dijo el hombre-realmente solo escuché sobre eso y.. Bien-dijo Sócrates- Entonces realmente no sabes si es cierto o no.Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la bondad. ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?No, por el contrario...Entonces, deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de que sea cierto.Pero podría querer escucharlo porque queda un filtro: el filtro de la utilidad.¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo? No, la verdad que no.Bien -concluyó Sócrates- si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno, e incluso no me es útil, ¿para qué querría yo saberlo? !!!

URGENTE

Siento la urgencia en el aire de completar las cosas en mi vida que he dejado colgando. Siento la urgencia de extender mis brazos y tocar a cuantos pueda, y provocar el cambio que me sea posible. Siento la urgencia de ir hasta lo más profundo de mi alma para encontrar las palabras que pudieran tener un significado para ti. Entiendo la fragilidad de la vida y qué tan veloz puede pasar. El mundo se está moviendo a una velocidad exhaustiva, como un tren sin control cuyas consecuencias se desconocen, y todos estamos a bordo experimentando el viaje más importante de nuestras vidas. El reloj hace tictac. Se vuelve frenético. La urgencia está en el aire. Ve al interior de tu corazón y encuentra la paz. Extiende tus brazos hacia tu prójimo y encuentra la empatía. Alza tu vista hacia Dios y encuentra tu alma. Es urgente. Hazlo ahora. Te espero............... Autor: Wynn Free, madre de Ken Page, hermana de Drunvalo Melchizedek

sábado, mayo 12, 2007

La pluma de Forrest Gump

- Abuela ? - Si? - Ayer volví a ver aquel film que a ti te gustó - Cuál, mi querida? - Aquel de hombre que era "como tonto" y se queda contándole historias a la gente que espera el Bus en la parada ... - Ah, si ... Forrest Gump... - Ese !!! - Y a ti te gusto esa película ? - Me gustó pero...no entendí una cosa ... - Qué? - Cuando comienza el film, se veía una pluma volando, que vuela, vuela y cae en el cuello de Forrest Gump. El "la guarda" en libro y comienza a contar la historia para un montón de gente. - Exacto. - Entonces, al final, él abre el libro y ella sale volando otra vez. Para que sirve esa pluma, Abuela? - Bien mi amor , ello se explica en el final. Tal vez tu lo has percibido. - Claro que no. - Forrest Gump no es una persona igual a las demás: el tiene un límite de inteligencia... El tiene una inteligencia de una criatura de cinco años, por eso tiene dificultad de entender las cosas como las otras personas. Es un hombre grande con la cabeza de un niño, no es medio bobo ni retardado, esta bien? - Tá. - Tu quieres saber por qué la pluma comienza en el film volando hasta posarse en el cuello de Forrest Gump, y después sale volando de nuevo, no? - Si eso!!!. - Entonces..., al final del film, él cuenta que en su vida hubo dos personas que lo influenciaron mucho: una fue su madre, y otra, su amigo que el conoció en la guerra de Vietnam, que es el teniente Dan. Y su madre le enseñó a él, que tener una deficiencia no es disculpa para desistir de la vida. Ella se opuso a colocarlo en una escuela para deficientes, y siempre empujó al hijo hacia adelante, siempre le enseñó a no conformarse con sus propias limitaciones. Forrest fue a escuela, estudió, y tuvo un problema en la columna que lo obligo a usar aquel aparato horrible, Tu te acuerdas? - Me acuerdo, si!. - Hay una escena que a tu abuela le gustó mucho en ese film, "fue aquella en que varios chicos valentones corren detrás de él". Ellos quiere burlarse y hasta pegarle, y su amiguita le grita: - Corre, Forrest, corre!, Y él empieza a correr con aparato y todo..., corre, y , la camioneta atrás de él, los chicos gritando..., a medida que él corría, el aparato se fue cayendo, pedazo por pedazo,y cuanto mas él se libraba del aparato ortopédico, más rápido él conseguía correr, hasta entrar corriendo en un campo sembrado, dejando atrás a sus perseguidores... - Abuelita ? - Si? - Tu estas llorando? - No..., no querida, es que la abuela se olvida de ponerse gotas de colirio (eso decía mientras enjugaba algunas de sus lágrimas). - Por qué a vos te gusta tanto esa escena, Abú? - Porque la abú encuentra esa escena muy emocionante, muy alegórica. - Ale que? La abuela se rió. - Alegórica. Quiere decir que ella tiene un significado mayor del que vemos en el film. - Cuál significado? - En la vida , la gente quiere enderezar todo, mi querida y a veces tenemos que pasar mucho miedo, para podernos librar de nuestros aparatos..., de nuestras muletas. Forrest descubre que ya está listo, que puede correr como ninguno, y más lejos que cualquier niño valentón y bobo... Encontró la meta que quería hallar finalmente, perdona querida que debo empolvarme un poco. - Abueli? - Si? - Es por eso que tenemos miedo? - Creo que si.... - Tenemos miedo de tirar las muletas? y los aparatos. E ir hacia adelante. - Entiendo... - Abuelita? - Habla. - Y la pluma ? - Ay... ya me, me estaba olvidando... entonces, yo te dije que la madre de Forrest Gump le enseño a no quedarse con sus problemas, y a nunca intimidarse con las dificuldades. Ella le enseño que en la vida, Dios da una serie de cartas para que la gente juegue, y tenemos que aprovechar de nuestras cartas lo mejor posible. - Y la pluma? - Ya va, ya va... la otra persona importante en la vida de Forrest Gump es su amigo, teniente Dan. Juntos, ellos fueron a la guerra, tuvieron luego un pesquero, armaron una empresa y se hicieron muy ricos. El teniente Dan le enseñó que en la vida, la gente es como una plumita llevada por el viento, de un lado para otro, y nunca pueden descubrir para dónde va el soplo de Dios..., nunca la gente sabe para que lado va la pluma. Se hizo un silencio grave. - Cómo ? - Cuando tu crezcas, vas percibir como nuestro destino es caprichoso, mi bien. Un día estamos aquí, y otro día estamos allá, como si algo estuviera soplando la vida para allá y para acá... para allá y para acá. (hizo un movimiento con la mano, simulando como volaba la pluma. La niñita acompañó el movimiento con los ojos. - Quiere decir que la gente no sabe para dónde va esa pluma? - La gente no sabe... solo lo sabe, cuando la gente llega a la edad que llegó tu abuelita, aqui, podemos percibir los caminos misteriosos que la pluma toma en el aire, hasta posarse, segura, en el cuello Dios. Mas eso la gente sólo lo descubre después de pasar mucho tiempo tratando de adivinar cuál es la dirección del viento?, Cuál es la humedad relativa del aire? Cuál el peso de la pluma ? Como el caos a veces va a mandar la dirección que la pluma va tomar? Movió la cabeza, en su gesto característico. - Abuelita? - Si? - Qué pasa cuando la gente deja de querer adivinar para dónde va esa pluma? - La gente se deja llevar por el viento, mi querida. - Quiere decir que tu le das la razón a la madre y al amigo de Forrest? Se sintió una agradable sensación de sorpresa. - Eso mismo! Cómo eres experta!!!!, Yo le doy la razón a los dos. La gente juega de la mejor manera, con el máximo empeño, pero también respeta las órdenes del viento. Te gustó? - Me gustó mucho, mucho... sabes, Abú, es tan bueno tenerte cerca... será que un día ese viento te va a llevar lejos de mi? y se estremeció ligeramente. - No, mi bien ... por mas lejos que vayan nuestras plumas, nuestro corazón va a estar siempre cerca una de la otra, esta bien? - Esta bien. Y quedaron en silencio ya habían conversado. - Voy a correr un poco si? - Eso, ve a correr como Forrest Gump. - Voy correr hasta cansarme!!!. - Eso. Ve mi amor. Mal consiguió disfrazar la voz embargada de lágrimas.
Autor:Marco Antonio Spinelli-
Traducido del portugués por Eileen

jueves, mayo 10, 2007

Carl Rogers - El proceso de convertirse en persona. Fragmento

He descubierto que aceptar realmente a otra persona, con sus propios sentimientos, no es en modo alguno tarea fácil, tal como tampoco lo es comprenderla. ¿Puedo permitir a otra persona sentir hostilidad hacia mí? ¿Puedo aceptar su enojo como una parte reali y legítima de sí mismo? ¿Puedo aceptarlo cuando encara la vida y sus problemas de manera muy distinta a la mía? ¿Puedo aceptarlo cuando experimenta sentimientos muy positivos hacia mí, me admira y procura imitarme? Todo esto está implícito en la aceptación y no llega fácilmente. Pienso que es una actitud muy común en nuestra cultura pensar: “Todas las demás personas deben sentir, juzgar y creer tal como yo lo hago”. Nos resulta muy difícil permitir a nuestros padres, hijos o cónyuges sentir de modo diferente al nuestro con respecto a determinados temas o problemas… Cada persona es una isla en sí misma, en un sentido muy real, y sólo puede construir puentes hacia otras islas si efectivamente desea ser él mismo y está dispuesto a permitírselo. … Con esta enseñanza se relaciona estrechamente el siguiente corolario: la evaluación de los demás no es guía para mí. Aunque los juicios ajenos merezcan ser escuchados y considerados por lo que son, nunca pueden servirme de guía… Sólo existe una persona capaz de saber si lo que hago es honesto, cabal, franco y coherente, o bien si es algo falso, hipócrita e incoherente: esa persona soy yo. … Mi experiencia es mi máxima autoridad. Mi propia experiencia es la piedra de toque de la validez. Nadie tiene tanta autoridad como ella, si siquiera las ideas ajenas ni mis propias ideas… Ni la Biblia, ni los profetas, ni Freud, ni la investigación, ni las revelaciones de Dios o del hombre, nada tiene prioridad sobre mi propia experiencia directa
Máscara: Obra de Marta Diez

miércoles, mayo 09, 2007

de: SUSURU: Imágenes Fotográficas

Porque lo somos, porque lo fuimos antes Porque por siempre llevaremos de estudiantes Para toda la vida el corazón A veces pienso que hay días de mi vida que se asemejan a una pausa sin final, a un vacío imposible de llenar. Angustia de una espera que aprieta mi garganta y cierra mi pecho. Días como el de hoy. Mi temperamento ansioso y vehemente no se deja acosar por síntomas que preanuncian agitación y desesperanza. Abro el ventanal, voy al balcón y riego las plantas. Los diferentes tonos de verde, la clorofila de las hojas me permite oxigenar bien mis pulmones. El sol ilumina mi cara y se cuela entre los pliegues color manteca de las cortinas de voile, convirtiendo en oro el tapizado de los sillones. Macetones terracota con azules, blancas, púrpuras, violáceas y rosadas margaritas, pensamientos, alelíes, fresias, hortensias, jazmines impregnan mi blusa de raso blanca con su perfume y me arrancan un profundo suspiro. Ahhhhhh…….........
Cierro los ojos......................................... Y visualizo el ayer y el hoy construido por presencias y ausencias con muchas carcajadas y lágrimas que se asoman y reconocen en estos documentos tan irrefutables como son las fotografías. Las voy pasando lentamente. Reviviendo en cada foto una historia. Selecciono especialmente una. Allí, congelada estaba la imagen de mis compañeras del último año del Colegio Comercial. Jovencitas de 17 años con guardapolvo blanco almidonado, medias tres cuarto azules y zapatos negros bien lustrados. Descubro a María Soledad, apenas esbozando una sonrisa; sin ocultar su tristeza, esperando el momento preciso para tomarse una revancha desprendiéndose de las cargas que injustamente le fue dando la vida. A su lado está Silvina, de cabello rubio y ondulado. Cara redonda, colorada y regordeta que nos dice de lo glotona y divertida que era. Fue la primera en radicarse en el exterior. Más arriba y hacia la derecha de Silvina me atrapa la mirada de Xiomara, la única extranjera del curso. Un año mayor que el resto. ¡Cuánto peleaba con la Geografía! Justo en la esquina izquierda está Miriam. Se diferenciaba de las demás. Muy silenciosa e inteligente. Sus labios levemente apretados nos mostraba a una jovencita bonita, de tez blanca, delgada. Incapaz de llorar ante la injusticia. Pero todas sabíamos de su sufrimiento oculto.. Ahora cierro el álbum por un rato. Está oscureciendo...... La luna redonda y llena de misterios no develados quiere entrar por mi ventana. Está jugando con las estrellas a transitar un laberinto de espejos. Camino unos pasos y preparo el mate. Sintonizo la onda cultural de radio. Quedo extasiada con Bolero de Ravel. Mi cuerpo se deja mover por la música. Quiero y no puedo moverme como Jorge Donn en la película que me gustó tanto. Permanezco así sólo algunos minutos. La voz del periodista da paso a las noticias del día. Analiza la brecha obscena entre muy ricos y muy pobres. ....Mientras tomo otro mate, va acercándose a mi oído la voz de Julia Zenko cantando: “con las alas del alma, desplegadas al viento….”. Mis propias manos aletean cual mariposas volviendo a las fotos y continuar mirando a mis otras compañeras del colegio.. María Elisa, la pelirroja risueña, con sus dotes actorales y aniñada, pero siempre tan solidaria y dispuesta. Sentada a su derecha, Jorgelina, con las marcas de los gestos singulares de una mujer inquieta y corajuda que se animó a soltar el barrio para instalarse profesionalmente en Suecia. Giro un poco la cabeza y encuentro a Inés perfilándose como la futura desafiante y atrevida psicóloga. Y muy cerca está María Laura, chiquita, vivaracha incondicional, encontrando siempre el momento propicio para escuchar y ayudar a las demás.
Y también veo a las otras. A las que les gustaría estar en la cima del mundo y a las que tienen que llevar el mundo cuesta arriba sobre sus espaldas. Todas estamos retratadas impregnadas de aromas de malvones, calas y rosales.. Representando una etapa de nuestra adolescencia en la que leíamos a Tomás Moro y estábamos convencidas que la “utopía” era posible y, la “Rayuela”, era un juego en la vereda y no una obra de Cortázar. Época de ilusiones, fantasías, que la mayoría de las veces se convertían en proyectos. Y me aferro a esas imágenes con ternura y nostalgia para matizar los días como hoy. Y tomo mate, y escucho la radio......... “Cambia lo superficial también cambia lo profundo Cambia el modo de pensar Todo cambia en este mundo Cambia, todo cambia........ Cambia, todo cambia........”

lunes, mayo 07, 2007

El Espejo y yo

Los artistas prefieren los objetos sensibles frente a los objetos conceptuales. La razón estriba en que los primeros pueden verse, oírse y tocarse, mientras que los segundos sólo pueden pensarse. Pero los artistas no se interesan por los objetos sensibles como lo hacen los hombres prácticos, ajenos a consideraciones transcendentales, sino que en ellos buscan la belleza de sus formas y sus profundos significados humanos. En este sentido están más cerca de los filósofos, que captan lo profundo del mundo mediante el concepto, que del hombre práctico, que se contenta con el aspecto exterior y superficial de las cosas.
Las seis meditaciones que hoy entrego a la inteligencia del lector están dirigidas especialmente a los artistas, para que observen cómo en un hecho tan sencillo y universal, la relación de nuestro yo con el espejo, se esconden secretos conceptuales maravillosamente dialécticos. Primera meditación. Cuando uno se pone delante de un espejo, circunstancia a la que nos exponemos todas las mañanas, uno se ve en espejo. Pero si uno se ve en el espejo, será porque uno está en el espejo. Por lo tanto, yo no soy uno, como al principio de esta meditación creía, sino dos: por un lado, soy yo en mí mismo, fuera del espejo, y por otro lado, soy yo en otro, en el espejo, fuera de de mí mismo. Este es el primer secreto conceptual que descubro en esta experiencia: que yo no sólo existo en mí mismo, sino también fuera de mí mismo. Segunda meditación. Cuando yo existo fuera de mí mismo, no sólo existo en el espejo, sino también en la retina de las personas que me ven, en las fotografías de los familiares que me recuerdan, y en la conciencia de los amigos que me sueñan. Por lo tanto, yo en mí mismo soy uno, pero fuera de mí mismo soy muchos. Este es el segundo secreto conceptual que descubro en esta experiencia: que me multiplico, que lo uno se vuelve múltiple. Tercera meditación. Si mañana mismo por un sencillo azar del destino me muriera, yo en mí mismo dejaría de existir, pero fuera de mí mismo seguiría conservando la existencia: en las fotografías, en los sueños de los vivos, y en cera o en mármol si con la llegada de la posteridad la sociedad me volviera estatua. Por lo tanto, yo en mí mismo soy perecedero, pero fuera de mí mismo me vuelvo eterno. Este es el tercer secreto conceptual que descubro en esta experiencia: que lo caduco se transforma en eterno. Cuarta meditación. Yo en mí mismo no soy como fuera de mí mismo: en mí mismo soy cuerpo y soy apariencia, pero fuera de mí mismo, en el espejo, sólo soy apariencia. La primera y segunda meditación me proporcionaron la inmensa alegría de que yo existía y me multiplicaba fuera de mí mismo, pero ahora me llevo el disgusto de que cuando esto ocurre, cuando existo fuera de mí mismo, experimento la pérdida de mi anhelado cuerpo. Este es el cuarto secreto conceptual que descubro en esta experiencia: perdemos el cuerpo cuando pasamos a existir fuera de nosotros mismos. Quinta meditación. El hombre del espejo, que hasta ahora había estado callado, toma el turno de la palabra: "es natural y comprensible que estés preocupado por el destino de tu cuerpo, puesto que eres finito y temes a la muerte, pero para mí tal preocupación no existe. Sé que necesito un cuerpo donde cobrar existencia, pero me es indiferente cuál sea ese cuerpo: puede ser tu cuerpo de carne y sangre, el cristal del espejo o el mármol. Por lo tanto, yo soy siempre uno y el mismo, mientras que mis cuerpos son muchos y variados". Este es el quinto secreto conceptual que descubro en esta experiencia: si en la segunda meditación mi cuerpo era lo uno y mi apariencia lo múltiple, en esta quinta meditación las cosas se invierten: mi apariencia es lo uno y el cuerpo lo múltiple. Sexta meditación. En esta última meditación la iniciativa también corre a cargo del hombre del espejo: "Tu crees que tu cuerpo es la sustancia y el sujeto de este proceso y que tu apariencia no es más que uno de sus accidentes o atributos, como pueden serlo igualmente tu peso y tu habla. Pero te equivocas: la verdadera sustancia y sujeto de este proceso soy yo, tu apariencia, mientras que tu cuerpo no es más que uno de sus accidentes o atributos, como pueden serlo igualmente el cristal del espejo, la cera o el mármol. Este el sexto y último secreto conceptual que descubro en esta experiencia: que el sujeto se transforma en atributo y el atributo en sujeto.
Francisco Umpiérrez

México: Fotos al desnudo. Spencer Tunick

20000 personas posaron en El Zócalo para esta producción fotográfica realizada por Tunik

domingo, mayo 06, 2007

Expresión. Maisonneuve, Bruchon-Schweitzer

"Según la manera en que una sociedad plantee el problema de la vida y de la muerte, del trabajo y de las fiestas, según la idea que ella se forje de la naturaleza del hombre y de su destino, según el valor que asigne al placer y al saber, el cuerpo será evaluado, tratado y representado diferentemente".

Imagen. Gesto - Cuerpo

"La imagen del cuerpo es a cada momento memoria inconsciente de toda vivencia relacional, y al mismo tiempo es actual, viva, se halla en situación dinámica, a la vez narcisistica e interrelacinal: camiflable o actualizable en la relación aquí y ahora, mediante cualquier expresión fundada en el lenguaje, dibujo, modelado, invención musical, plástica, como igualmente mímica y gestual. Todo contacto con el otro, sea de comunicación o de evitamiento de comunicación, se asienta en la imagen del cuerpo; pero no es sino en la imagen del cuerp, soporte del narcisismo, que el tiempo se cruza con el espacio y que el pasado inconsciente resuena en la relación presente" F.DOLTO.
........................................................................................................................................................................
OCTAVIO PAZ: "Recuperar el teatro del abrazo de los opuestos y de su disolución, resueltos en una sola nota que no es de afirmación ni de negación, sino de aceptación....La identidad de la aparición y desaparición, la verdad del cuerp y del no cuerpo, la visión de la presencia que se disuelve en un esplendor: vivacidad pura, latido del tiempo."

sábado, mayo 05, 2007

El drama de la psyche. Mario Buchbinder

La burcracia no tiene fronteras y la relación poder - saber parecen estar en este juego.
Son caminos que no compartimos, los comprendemos.
Nuestra tarea pretende generar un espacio de escucha, de diálogo con el otro, con algunas certezas, con circuitos de comprensión y de elaboración. Con espacios privilegiados para la interrogación y para la verdad que produce ese encuentro.
No es ni eclectisismo ni agnosticismo. Es búsqueda más que encuentro. Es encuentro en la búsqueda. No es eliminar a Dios y tampoco al becerro de oro. Es ponerlo entre paréntesis ya sea para que aparezca con la forma de la tridimensionalidad, el punto y la línea. o con la forma del concepto.
No despreciamos las tablas.
Poética del desenmascaramiento: Caminos de la cura

DOS CARAS

jueves, mayo 03, 2007

Máscaras; Cuerpos Extraños. Jean Paul Sartre, "La Náusea."

En la pared hay un agujero blanco, el espejo. Es una trampa. Sé que voy a dejarme atrapar. Ya está. La cosa gris acaba de aparecer en el espejo. Me acerco y la miro; ya no puedo irme.
Es el reflejo de mi rostro. A menudo en estos días perdidos, me quedo contemplándolo. No comprendo nada en este rostro. Los de los otros tienen un sentido. El mío, no. Ni siquiera puedo decir si es lindo o feo. Pienso que es feo, porque me lo han dicho, pero no me sorprende. En el fondo, a mi mismo me choca que puedan atribuirle cualidades de ese tipo, como si llamaran lindo o feo a un montón de tierra o a un bloque de piedra.

ELINA MATOSO: El Cuerpo Territorio Escénico

miércoles, mayo 02, 2007

IRSE: Mario Benedetti

Cada vez que te vayas de vos mismo/ no olvides que te espero/ en tres o cuatro puntos cardinales/ siempre habrá un sitio dondequiera/ con un montón de bienvenidas/ todas te reconocen desde lejos/ y aprontan una fiesta tan discreta/ sin cantos sin fulgor sin tamboriles/ que sólo vos sabrás que es para vos/ Cada vez que te vayas de vos mismo/ procurá que tu vida no se rompa/ y tu otro vos no sufra el abandono/ y por favor no olvides que te espero/ con este corazón recién comprado/ en la feria mejor de los domingos/ Cada vez que te vayas de vos mismo/ no destruyas la vía de regreso/ volver es una forma de encontrarse/ y así verás que allí también te espero/.
Pintura:Xul Solar

martes, mayo 01, 2007

dijo: Christine A. Adams

"Cada día trae nuevas oportunidades. Cada momento es un don extraordinario. Estás precisamente donde debes estar en este momento. El momento presente es todo lo que tienes...¡Cuídalo!".

SIN PAN Y SIN TRABAJO

Obra de: Ernesto de la Cárcova

BERNI ANTONIO

OBRA: Manifestación (1934)