martes, febrero 27, 2007

Isadora Duncan.....

de: “El libro de los Pies” autor: Daniel Calmels ......................................................... Quien se reveló a las rutinas formadoras de un pie en pinta y a otras cuestiones clásicas de la danza fue Isadora Duncan: “Pero cada vez que la invitaba a colocarse, a la manera clásica, sobre las puntas de los pies, Isadora se negaba y se rebelaba contra la afirmación de su profesor de que aquello había que hacerlo porque era bello.” Su modelo era la naturaleza, y por eso llevaba, por toda indumentaria, una túnica: Esa danza sobre la planta “planicies”. Como expresaban los romanos, esa danza ignorando los recursos del salto y del movimiento sobre las puntas, se reducía a diferentes variantes de la carrera común y del paso. La proyección vertical de la rodilla en torno a la cual se ahueca la ligera túnica, la acción de rechazar con la pierna en alto que desplaza los pliegues del traje interviene sin cesar.[…] pisa el escenario desnudo con su pie desnudo, desnuda ella misma, bajo la túnica de seda. […] Sus plantas desnudas pisan la tierra virgen como el primer día del hombre. […] Es así que, los pies desnudos de la danzarina sirvieron de emblema revolucionario. Duncan estaba descalza como los miembros de las secciones de sansculottes lo estaban en 1793. Más que de voluptuoso hay algo de ascético, de monacal en ese pie de Isadora, sucio por el polvo del escenario, pronto aplanado y deformado por el rudo contacto de las tablas. […] sólo la lentitud dolorosa del paso revela la angustia del alma en pena. Antes de decidir cómo debe bailar un personaje, necesito saber cómo camina y cómo se para. […] el proceso coreográfico es exhaustivo. Se hace sobre los propios pies, durante muchas horas de trabajo…”

lunes, febrero 26, 2007

de Clarisa Pinkola Estés......

MUJERES QUE CORREN CON LOS LOBOS Dentro de toda mujer, incluso de la más reprimida, alienta una vida secreta, una fuerza poderosa llena de buenos instintos, creatividad apasionada y sabiduría eterna. Es la Mujer Salvaje, una especie en peligro de extinción que representa la esencia femenina instintiva. Aunque los regalos de la naturaleza les pertenecen desde el nacimiento, los constantes esfuerzos de la sociedad por “civilizar” a las mujeres y constreñirlas a unos roles rígidos las han dejado sordas a los dones que albergan en su interior. En Mujeres que corren con los lobos, la doctora Pinkola Estés revela mitos interculturales, cuentos de hadas e historias (muchas de ellas relativas a su propia familia) para ayudar a las mujeres a recuperar su fuerza y su salud, atributos visionarios de esta esencia instintiva. Mediante los relatos y comentarios examinamos el amor, comprendemos a la Mujer Salvaje y nuestra psique más profunda la abraza íntimamente, como a alguien que contiene medicina y magia. Estés ha creado una psicología femenina en su sentido más verdadero, el que lleva al conocimiento del alma. “Unirse a la naturaleza instintiva no significa deshacerse, cambiando todo. No significa perder las relaciones propias de una vida en sociedad o convertirse en un ser humano. Significa establecer un territorio, encontrar la propia manada, estar en el cuerpo con certeza y orgullo, cualesquiera que sean los dones y las limitaciones físicas.”

domingo, febrero 25, 2007

Fernando Pessoa

"Yo tengo una especie de deber, de deber de soñar, de soñar siempre, pues siendo más que una espectadora de mi misma, yo tengo que tener el mejor espectáculo que puedo.
Y así me construyo, de oro y salas supuestas, invento el palco, el escenario, para vivir mi sueño, entre luces blandas y músicas invisibles"

Los cuatro elementos

"Sé tierra -dijo el maestro-.
La tierra recibe las deyecciones de hombres y animales,
y esto no le molesta
Muy al contrario, transforma las impurezas en abono y fertiliza el campo." "Sé agua -dijo el maestro-. El agua se limpia a sí misma, y limpia todo aquello que toca. Sé agua en el torrente."
"Sé fuego -dijo el maestro-. El fuego hace que la madera se transforme en luz y calor. Sé el fuego que quema y purifica." "Sé viento -dijo el maestro-.
El viento esparce las simientes sobre la tierra,
hace que el fuego arda con más vigor, empuja las nubes para que el agua caiga sobre todos los hombres." "Si tienes la paciencia de la tierra, la pureza del agua, la fuerza del fuego y la JUSTICIA del VIENTO, entonces: ERES LIBRE"

...Lin Yutang

“Junto al noble arte de hacer las cosas, existe el también noble arte de dejarlas sin hacer. La sabiduría de vivir consiste en eliminar lo que no es indispensable”

sábado, febrero 24, 2007

M,BUCHBINDER - Insomnio

Los sonidos lejanos flotan la noche Oscuridad adormecida rumorea la fiesta Aplausos y gritos adolece mi insomnio. Paredes de la noche libertad del aire Extensión de noche aire de tiempo

viernes, febrero 23, 2007

JUAN M. SERRAT: Aquellas Pequeñas Cosas

Uno se cree que los mató el tiempo y la ausencia. Pero su tren vendió boleto de ida y vuelta. Son aquellas pequeñas cosas que nos dejó un tiempo de rosas en un rincón, en un papel o en un cajón. Como un ladrón te acechan detrás de la puerta. Te tienen tan a su merced como hojas muertas, que el viento arrastra allá o aquí... que te sonríen tristes y nos hacen que lloremos cuando nadie nos ve

jueves, febrero 22, 2007

...Wlliam Ury

"Nuestro desafío no consiste en eliminar
el conflicto,sino en transformarlo."

miércoles, febrero 21, 2007

P.COELHO y El Mirlo.....

EL MIRLO TOMA LA DECISIÓN Un viejo mirlo encontró una miga de pan, y se la llevó volando. Al ver aquello, los pájaros más jóvenes se prepararon para atacarlo. Ante el combate inminente, el mirlo dejó caer la miga de pan en la boca de una serpiente, mientras pensaba para sí: -Cuando se está viejo, la gente vé la vida de otra manera: perdí mi alimento, es cierto, pero puedo encontrar otra miga de pan mañana. "Sin embargo, si hubiera insistido en cargarla conmigo, hubiera desencadenado una guerra en el cielo: el vencedor pasaría a ser envidiado, y los demás se armarían para combatirlo, el odio llenaría el corazón de los pájaros, y una situación así podría durar mucho tiempo. Tal es la sabiduría de la vejez: saber trocar las victorias inmediatas
por conquistas duraderas".

A. Lerner.....

Se fueron los aplausos y algunos recuerdos y el eco de la gloria duerme en un placard. Yo seguiré adelante atravesando miedos. Sabe dios que nunca es tarde, para :
Volver a Empezar...

martes, febrero 20, 2007

ELOGIO DE LA AMISTAD.- Raquel de Goldstein

"La amistad es un alma que habita dos cuerpos; un corazón que habitan dos almas" Aristóteles 384 a.C.- 322 a.C. Llamamos amistad a un sentimiento recíproco y estable, que se anhela y se atesora, y se manifiesta en los afectos que disfrutamos a través de la producción cultural humana. Se trata de visitar juntos un lugar curativo: el de los sueños compartidos. Precisamente por eso, gozar de la amistad es salud. Es curarse en salud. Contra la tristeza común, contra la presión de la excesiva realidad de la vida cotidiana, la amistad es un descanso. Por eso, me gusta considerarla uno de los factores antidepresivos de la vida cotidiana. Algo que se teje y se mantiene en los lazos sociales. Es casi como estar a solas –pero no solos –, en compañía de otro que no pretende algo diferente de estar con uno. Ese otro, el amigo, sabe estar y escuchar. A veces en silencio, pero siempre haciéndose eco, que en nuestro lenguaje cotidiano significa responder a lo que nuestro amigo precisa en ese momento. Acorde –como un acorde en la música – con ese acompañar a alguien que, al sentirse vivo, "sufre" con el vivir de la vida. Ese "sufrir viviendo la vida" es el estado que precisa la "simpatía acorde", que algunos llaman empatía y otros llaman amistad. En ese estado de simpatía acorde, la resonancia es recíproca. Ambos se reparan para seguir. A veces, en grupo. Como aquella "recóndita armonía" de la música y de lo bello, el sentimiento que circula en la amistad logra reparar las grietas del alma, que vive entre la vida cotidiana y "esa otra escena", la de los sueños compartidos que señalábamos al comienzo. Si logramos lazos de solidaridad tenemos la clave para entrar en esa zona y descansar del costoso trajín de vivir cotidiano. ¡Para eso son los amigos, tan necesarios! ¡Para eso son los sueños universales, tan necesarios! Contra las pesadillas que amedrentan cada día, amistad es solidaridad en circulación permanente; es generosidad. Es un don especial que sostiene el lazo y responde; es disponibilidad... La amistad afianzada permanece, latente, y revive cuando es convocada. La amistad permite sostener el deseo de vivir, el gusto por la vida y sus placeres e ilusiones, los ideales, nuestra continuidad... y, sobre todo, tolerar la incertidumbre. Recordemos lo que nos dice Shakespeare:
"Los amigos que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba, engánchalos a tu alma con ganchos de acero". * La autora es médica psicoanalista.

domingo, febrero 18, 2007

....Silencio

"El silencio es un fuerte ruido,
quizás, el más fuerte de los ruidos"

Extracto de Rayuela. Julio Cortazar

La rayuela se juega con una piedrita que hay que empujar con la punta del zapato. Ingredientes: una acera, una piedrita, un zapato y un bello dibujo con tiza, preferentemente de colores. En lo alto está el Cielo, abajo está la Tierra, es muy difícil llegar con la piedrita al Cielo, casi siempre se calcula mal y la piedra sale del dibujo. Poco a poco, sin embargo, se va adquiriendo la habilidad necesaria para salvar las diferentes casillas y un día se aprende a salir de la Tierra y remontar la piedrita, hasta entrar en el Cielo. Lo malo es que justamente a esa altura, se acaba de golpe la infancia. Y porque se ha salido de la infancia se olvida que, para llegar al Cielo, se necesitan, como ingredientes, una piedrita y la punta de un zapato...

sábado, febrero 17, 2007

A mis Amigos...PAUL AUSTER

un ritual que nos acerca con los que estamos cerca, con los que vemos menos, con aquellos a los que casi les perdimos la pista, con los que están recién llegando, con los que están lejos, con los que perdimos la costumbre -aunque aún los extrañemos-...y entonces nos damos la oportunidad de renovar lazos. Para hacernos presentes. Para decir aquí estoy. Me acuerdo de vos.
Y porqué no, para compartir la belleza de un texto de Paul Auster: Kitty se marchó al llegar a ese punto, salió a la calle y llamó a Zimmer desde la primera cabina que encontró. Su nuevo apartamento estaba en Bank Strect, en West Village, pero cuando oyó lo que ella le dijo, dejó lo que estaba haciendo y corrió a reunirse con ella en el centro. Así fue como finalmente me rescataron: porque los dos salieron a buscarme. En aquel momento yo lo ignoraba, claro está, pero, sabiendo lo que sé ahora, me es imposible recordar aquellos días sin sentir una oleada de nostalgia por mis amigos. En cierto sentido, eso altera la realidad de lo que experimenté. Yo había saltado desde el borde del acantilado y justo cuando estaba a punto de dar contra el fondo, ocurrió un hecho extraordinario: me enteré de que había gente que me quería. Que le quieran a uno de ese modo lo cambia todo. No disminuye el terror de la caída, pero te da una nueva perspectiva de lo que significa ese terror. Yo había saltado desde el borde y entonces, en el último instante, algo me agarró en el aire. Ese algo es lo que defino como AMOR. Es la única cosa que puede detener la caída de un hombre, la única cosa lo bastante poderosa como para invalidar las leyes de la gravedad.

LA RENUNCIA

de: Andres Eloy Blanco He renunciado a ti. No era posible. Fueron vapores de la fantasía; son ficciones que a veces dan a lo inaccesible una proximidad de lejanía. Yo me quedé mirando cómo el río se iba poniendo encinta de la estrella... hundí mis manos locas hacia ella y supe que la estrella estaba arriba... He renunciado a ti, serenamente, como renuncia a Dios el delincuente; he renunciado a ti como el mendigo que no se deja ver del viejo amigo; Como el que ve partir grandes navíos como rumbo hacia imposibles y ansiados continentes; como el perro que apaga sus amorosos brios cuando hay un perro grande que le enseña los dientes; Como el marino que renuncia al puerto y el buque errante que renuncia al faro y como el ciego junto al libro abierto y el niño pobre ante el juguete caro. He renunciado a ti, como renuncia el loco a la palabra que su boca pronuncia; como esos granujillas otoñales, con los ojos estáticos y las manos vacías, que empañan su renuncia, soplando los cristales en los escaparates de las confiterías... He renunciado a ti, y a cada instante renunciamos un poco de lo que antes quisimos y al final, !cuantas veces el anhelo menguante pide un pedazo de lo que antes fuimos! Yo voy hacia mi propio nivel. Ya estoy tranquilo. Cuando renuncie a todo, seré mi propio dueño; desbaratando encajes regresaré hasta el hilo. La renuncia es el viaje de regreso del sueño...

....SUSURU

"La libertad es el privilegio de poder escoger nuestras propias cadenas"

ANGEL PARA UN FINAL

de: Silvio Rodríguez Cuentan que cuando un silencio aparecía entre dos era que pasaba un ángel que les robaba la voz. Y hubo tal silencio el día que nos tocaba olvidar que, de tal suerte, yo todavía no terminé de callar. Todo empezó en la sorpresa, en un encuentro casual pero la noche es traviesa cuando se teje el azar. Sin querer se hace una ofrenda que pacta con el dolor o pasa un ángel, se hace leyenda y se convierte en amor. Ahora comprendo cuál era el ángel que entre nosotros pasó era el más terrible, el implacable, el más feroz. Ahora comprendo en total este silencio mortal. Ángel que pasa, besa y te abraza, ángel para un final.

jueves, febrero 15, 2007

Cielo e Infierno

Según cuenta un antiguo relato japonés, un Samurai recurrió a un maestro para que le explicara el concepto de Cielo e Infierno. Al escuchar la pregunta del Samurai , el maestro rió y respondió con desdén: ¡No puedo perder el tiempo con individuos como tú! Herido en lo más profundo de su ser, el Samurai, desenvainó su espada y gritó: ¡Podría matarte por tu impertinencia! _Eso, repuso el maestro con calma, es el Infierno Desconcertado al percibir la verdad que le señalaban, el Samurai se serenó, envainó su espada y se inclinó, agradeciendo la lección.
_Y eso, añadió el maestro, es el Cielo...

L.Q.H.

Nunca se puede partir de otro lugar que no sea el de la realidad.
L.Q.H. son las iniciales de LO QUE HAY y delimitan cada punto de partida. Aunque no estén dadas las condiciones más deseables, aunque no sea el lugar más propicio y aunque no sea la situación más clara, la vida no se puede construir más que sobre este momento, el del presente.
J. BUCAY

miércoles, febrero 14, 2007

La vivencia sonoro-musical se asemeja a las experiencias y a los aprendizajes que regulan nuestra manera de estar en el mundo... nuestra regulación epigenética. La vivencia musical y sonora no es sólo una experiencia auditiva, sino también biológica, física, intelectual, emocional y social. Descubrir el propio universo sonoro es, también, sacar a la luz una dimensión singular de uno mismo que no se pone de manifiesto de otra forma.

martes, febrero 13, 2007

Bert Hellinger y "El Regocijo"

El regocijo No es felicidad . es regocijo. Regocijo es algo diferente a felicidad. El regocijo se desarrolla fuera del alma ten pronto como estamos en sintonía con sus movimientos, cualquiera sea la dirección hacia dionde nos lleve. A veces el camino puede ser la enfermedad, una tarea desafiante, o tal vez una aventura inevitable. Si estamos en sintonía con nuestra alma, entonces nos sentimos conectados a algo más grande. Y esto trae regocijo. El regocijo tiene una cualidad de plenitud, de totalidad que viene de esta conexión . Este regocijo es calmo, reposado, tiene peso y brillo. Asi es que si estamos en presencia de gente que experimenta este regocijo, nosotros mismos nos volvemos calmos, sosegados y centrados. Y este regocijo no tiene propósito , ni deseo, ni lamento. Está en sintonía , incluso con la culpa y las consecuencias de la culpa. Tan extraño como pueda parecer , la culpa tiene una cualidad divina. Si estamos en sintonía con la culpa, ésta nos conecta con algo muy profundo y fuerte. Cuando nos enfrentamos a situaciones difíciles que demandan mucho de quienes están involucrados , no debemos lamentarnos ni desear cambiar la situación. Muy frecuentemente hay grandeza en aquellos involucrados, no importa cuan terrible nos parezcan sus circunstancias. Toda vez que aceptamos nuestra suerte, nuestros destinos, nuestros enredos y también nuestras dificultades, y la culpa y el sufrimiento de aquellos que amamos, entonces experimentamos regocijo. Parece muy raro , sin embargo produce una profunda satisfacción interior. De este modo , hoy , les deseo este profundo regicijo interior. Traduccion hecha por Alfredo Castro Londres, Abril 2000

lunes, febrero 12, 2007

OSHO I Celebrate Myself

Cuando miles y miles de personas en la tierra celebran, cantan, danzan, se sienten estáticos, borrachos con lo divino, no existe la posibilidad de un suicidio global. Con tal festividad y con tal risa, con tal salud y sanidad, con tal naturalidad y espontaneidad, ¿cómo puede haber una guerra?... A ti se te ha dado la vida para crear, para disfrutar y para celebrar. Cuando lloras y sollozas, cuando te sientes miserable, estás solo. Cuando celebras, toda la existencia participa contigo. Solamente en la celebración nos encontramos con lo supremo, lo eterno. Solamente en la celebración vamos más allá del círculo de nacimiento y muerte.
Lo que hace indisoluble a las amistades y dobla su encanto, es un sentimiento que le falta al amor, la certeza. H.de BALZAC
¿Cuándo lee la mariposa lo que vuela escrito en sus alas?
PABLO NERUDA

domingo, febrero 11, 2007

Cuando al lenguaje se le vuela el tejado
y las palabras no guarecen, yo hablo

sábado, febrero 10, 2007

teexto de: Mario Buchbinder.-CUERPO Y CONTEMPORANEIDAD

¿Cuál es el lugar del cuerpo en la contemporaneidad
¿Por que el cuerpo? Por momentos subvaluado y en otras sobrevaluado ¿Por que entonces ocuparse del cuerpo? ¿No será un lugar de testimonio de los cambios de la historia, la subjetividad y de lo social en general? ¿Un testimonio del "humano transcurrir"? Algo de lo humano va quedando eclipsado mientras otros aspectos quedan resaltados. Hay una presión muy grande para destacar el cuerpo como valor de cambio, como por ejemplo el de las /los modelos que fatigan pasarelas. ¿Modelos de qué? ¿Que belleza? No es extraño que engalanen escalinatas, como en el desfile ocurrido en la Facultad de Derecho, cuando los modelos éticos y culturales se ven depreciados. El capitalismo con la universalización del mercado, transforma en una mercancía universal más al cuerpo. Este queda resaltado por un lado como mercancía, entrando en el ciclo universal de esta: producción, packaging, alienación, des- espiritualización; Por otro hay una conciencia del lugar del cuerpo como sustancialidad perdida en el espíritu monetizado y también en la necesidad de su recuperación. La venta de aparatos, las dietas light promocionadas por los sacerdotes sanadores sin universalidad(alimentadores del Cesar), el correr por el Central Park y por los miles de lugares que imitan esos modelos, son representación de la caída y al mismo tiempo dan cuenta de la búsqueda de otro cuerpo que ese desvalorizado Hay una "sabiduría popular" que dice que el cuerpo habla sólo cuando molesta. Sinó es mudo. ¿Es así?. Pero si el cuerpo no habla o no se comunica, ¿qué es lo qué queda escindido en ese no decir? Heterogeneidad Heterogeneidad del cuerpo. Cuerpo biológico, histórico, erógeno, de la cultura. No es uno solo sino varios en la misma persona. Simultáneamente la necesidad de la unidad de la imagen del cuerpo. Se interrelacióna la heterogeneidad que puede aparecer como fragmentación y la unidad de la imagen del cuerpo. El infans (el niño previo a su acceso a la palabra) tiene una percepción propioceptiva de su cuerpo como fragmentado. Esta verdad de su percepción no solo da cuenta del momento de desarrollo neurológico sino también de lo heterogéneo del cuerpo. Lo heterogéneo es también aquello que no puede ser culturalizado. Quizás lo biológico o lo salvaje. Lo que está por fuera de la palabra. La unidad parece un recurso indispensable para la constitución de la identidad, que el sujeto va a ir desarrollando en el curso de su historia. Historicidad del cuerpo En un sujeto coexiste el cuerpo de la historia, de los mitos, de la ciencia, del arte, la religión. Por ejemplo el cuerpo de los esclavos, con el de los desaparecidos, con el del placer y la sexualidad, cuerpo de la anorexia, de la lepra, de la relajación y muchos otros. Hay un lugar de registro corporal de esas otras corporalidades. Son modelos que no dejan de incorporarse en la constitución de la imagen aunque ese cuerpo, esa persona, no haya vivido en forma directa algunas de esas experiencias de vida. ¿Cómo se transmiten? ¿Es transmisión cultural, biológica, relacional? Un aspecto determinante de la corporalidad es lo biológico. El cuerpo es biología. Freud decía que la anatomía era el destino. Podemos decir que la biología lo es. En ella queda marcada la temporalidad y él limite de las posibilidades que es el de la vida y el de la muerte. Aunque debemos dar cuenta también de otra materialidad del cuerpo que es la de las representaciones. Me estoy refiriendo a aquello que desde el psicoanálisis se denomina como representación de palabra y de cosa y que algunos autores lo extienden a los representantes del afecto. También me refiero a las distintas narratividades del cuerpo. Cual es la narratividad que da coherencia a la relación entre el cuerpo y las nuevas tecnologías. Llámese aparatos de destrucción, clonación, injertos, hasta aquellos que permiten investigar y operar, entrar en el interior del cuerpo. Kierkegaard da cuenta de "la desgarradura de la carne". Titula de esta manera a aspectos de su vida y por otro lado da cuenta de una patencia de la existencia. Junto con la desgarradura podemos suponer que existen lugares de sutura o como los llamaba Winnicott "healing fenomena" fenómenos curativos. La desgarradura de la carne tiene que ver también con la alienación del sujeto y por otro lado con fenómenos de desalienación. Entrelazamiento del cuerpo con lo intrasubjetivo, las relaciones familiares y personales y con el orden de la cultura, la sociedad el arte y la religión. Las manifestaciones y síntomas del cuerpo, los modos de acercarse a éste, la llamada clínica del cuerpo, testimonian este entrelazado Hablar de cuerpo implica dar espacio a la heterogenidad, la destrucción y la construcción.
Al amor y al odio.

viernes, febrero 09, 2007

y ANTONIN ARTAUD expresa

"Sólo pdemos aceptar la vida a condición de ser grandes, de sentirnos en el origen de los fenómenos, por lo menos de cierto número de ellos. Sin poder de expansión, sin un cierto dominio sobre las cosas, la vida es indefendible"

de: PABLO NERUDA

Muchas cosas Me lo dijeron todo. No sólo me tocaron O las tocó mi mano, Sino que acompañaron De tal modo Mi existencia Que conmigo existieron Y fueron para mí tan existentes Que vivieron conmigo media vida Y morirán conmigo media muerte

jueves, febrero 08, 2007

NIETZCHE y La voluntad del poder

El arte es la redención del hombre de acción,de aquel que no sólo ve el carácter terrible y enigmático de la existencia,sino que lo vive y lo quiere vivir; del hombre trágico y guerrero, del héroe. El arte es la redención del que sufre, como camino hacia estados de ánimo en que el sufrimiento es querido, transfigurado, divinizado; en que el sufrimiento es una forma del gran encanto.

miércoles, febrero 07, 2007

HOY: sentir de SUSURU

Manha, tao bonita manha De un dia feliz que chegou O sol neceu surgiu E em cada cor brilhou Voltou o sonho entao Ao coracao................

martes, febrero 06, 2007

dijo OCTAVIO PAZ

Para que pueda ser he de ser otro, salir de mí, buscarme entre los otros, los otros que no son si yo no existo, los otros que me dan plena existencia

de: ELVIRA FIGUEROA

Recorriendo las sures latitudes de mi espalda, vuelvo a buscar definidas huellas que me orienten en esos oscuros, lejanos y ancestrales territorios.
Ascendiendo, el sol comienza a alumbrar. Me acerco. Avanzo en el tiempo, Conqusto altura. Grises, intensos azules, verdes grisáceos y ¡por fin! el celeste cielo.
Sobre mis hombros, diáfanas e ingrávidas como burbujas se me aparecen tus huellas.
Aquellas que dejaste con tus suaves alas blancas; son los trazos que con tus labios dibujabas, mientras de ellos emanaban dulces susurros, blandos y vaporosos alientos.
Desde ese cielo, tus huellas aún continúan fundiéndose con mi piel, colándose por mis músculos, atravesando mis huesos.
Allí están, y se quedarán, son mi tesoro.
Surcos del amor, del puro amor. Del tuyo, del mío, del nuestro. Senderos por donde hoy vuelvo a caminar. Refugio en el que mi corazón reverdece nuevamente.

domingo, febrero 04, 2007

BALADA AL CLARO DE LUNA: por Marie Christine Marsella Romero

« L’ homme n’est qu’un roseau ( ... ) mais c’est un roseau pensant » .Blaise Pascal (1623 - 1662 ) Plaza Francia .......Buenos Aires Estaban ahí, concentrados, preparando y despertando sus cuerpos para entrar en escena. Los espectadores que se habían ido agrupando estaban atentos sabiendo que el espectáculo estaba por comenzar. No se habían equivocado, de repente la música que venía de las profundas entrañas del bandoneón como un gemido se imponía patética, fatalista, libre y conquistadora. Este sonido, como un estremecimiento de vida, con su atmósfera lánguida, emotiva y misteriosa nos envolvía dentro de una esfera íntima y hechizante. Estábamos listos para la invitación a un viaje, viaje hipnótico a otro espacio, a otro tiempo, a otra dimensión. ¿Pero lo sabíamos? Desde una postura erguida, fiera, con un gesto discreto de la cabeza, ella lo invitó. Seducido y halagado el aceptó la invitación. Vestido de negro, con un aspecto altivo, casi tenebroso pero expresivo, parecía decirle “ aquí estoy yo”, ante su mirada sostenida y determinante había respondido “presente”. La tomó en sus brazos, sin una palabra. Se habían posicionado con precisión para que el cuerpo de cada uno rozara el cuerpo del otro, y desafiando lo prohibido se armó la pareja. Y el tango tomó vida! Ella, esbelta, con zapatos negros de taco aguja, había vestido o más bien desvestido sus piernas finamente modeladas, con elegantes medias negras de red que dejaban pasar a través de su trama todos los fantasmas errantes de los espectadores. Su negro vestido ajustado, insinuaba algunas tranquilizantes redondeces, el más mínimo movimiento de la tela acariciaba la pierna. Eran bellos! Enlazados cuerpo a cuerpo, cada uno en su volumen ocupaba su espacio, habían eliminado toda distancia que pudiera separarlos, parecían dispuestos a entenderse. En una implícita conexión íntima, él, ligeramente hacia atrás de su pareja, había apoyado su mano derecha entre los omóplatos y su cintura. La de ella descansaba sobre su hombro derecho y las dos manos reunidas, suspendidas en el aire, ligeras y distendidas creaban un tercer volumen virtual, como algo no dicho, discreto pero muy presente, porqué el tango se baila en una relación de tres volúmenes. Era como si la música externa se armonizara con la música interna, dejando espacio al silencio para que se manifestara la respiración de ambos “Yoes”. Estaban reunidos en una profunda intimidad, física y emocional, en estrecha relación con la melodía que les permitía mantener el ritmo, una música sensual plena de insolencia y de pasión. Con un movimiento liso y suave, se deslizaban sobre la punta de los pies, plenos de elegancia, las piernas semiflexionadas en alerta, listas para responder al estímulo del otro y jugar el juego de la improvisación. Como verdaderos calcos anatómicos, encastrados uno dentro del otro, en un juego oscuro, sutil y discreto, sus miradas se cruzaban y parecían penetrar una dentro de la otra. En el tango, la parte superior del cuerpo, la que lleva el nombre de cuerpo dramático, es el lugar donde se expresan las emociones a través del juego de las miradas y de los gestos, en tanto que la cintura funciona como una articulación entre la parte superior y la inferior que se llama el cuerpo expresivo, es el que permite expresar con el juego de las piernas, el virtuosismo de los bailarines. Sus caras brillaban con miles de matices de vida y de malicia. Unidos uno con el otro, moldeados uno con el otro, pero no idénticos ni fusionados, eran una unidad, una complementariedad de uno más uno. El espectador sólo observaba una imagen, pero si en algún momento uno de los dos era más visible, era porqué la pareja había perdido su unidad. El tango es una danza sensual, caliente, osada y deliciosamente provocativa. Sus manos se acariciaban, sus cuerpos ondulaban. Cada uno ocupaba perfectamente su lugar en el fuego creador de la danza y de la música. En una intima relación, los cuerpos y los movimientos se inscribían dentro de un triángulo virtual, armónico, sin esfuerzo pero sin perder nunca la tensión necesaria y suficiente, encadenando y desencadenando los pasos y las combinaciones. Ese arte parecía tan sencillo y perfecto porqué habían logrado la maestría. Milagro...Distancia de los cuerpos reunidos que se separan y sin embargo se reencuentran! Parecían percibir el tango desde el interior; Fluía como una danza natural, en círculos, sin brusquedad, con movimientos felinos, presentes y flexibles, siempre en alerta para adaptarse el uno con el otro. Estaban siempre dispuestos, listos! Esto parecía tan simple y natural. Como todo el resto del cuerpo, en un “mudo juego sin palabras” las cuatro piernas dialogaban entre sí. De tanto en tanto, uno se introducía en el espacio del otro, enlazando sus piernas entre las piernas de su pareja. A veces, en un movimiento envolvente, todo en sensaciones, ella dibujaba curvas con su cuerpo ondulante y lo rodeaba como lo harían brazos benevolentes y protectores. Los cuerpos parecían hablarse con sus propias palabras, un lenguaje ya escrito, imborrable, arquetípico. Daban la impresión de flotar, ligeros, aéreos, trasmitían su alegría y el placer de bailar. Parecían auténticos. De sus cuerpos, verdaderas herramientas de comunicación, emanaban gestos delicados, elegantes, audaces y sinceros. De su respiración serena, surgía un lenguaje en donde la creación y la improvisación danzaban como una unidad. Aún el juego de la provocación, del misterio, de la realización del designio, de los dibujos coreográficos, fluía sin tropiezos, siempre expresivo, sostenido y nunca monótono. Esta expresividad parecía manifestar la vida con sus claros y oscuros, sus diferentes tonalidades, sus ocultas nebulosidades y dramatismos.

SÓLO UNAS PALABRAS......

"SIN DUDA SOMOS MUY POBRES SI SOMOS TOTALMENTE CUERDOS" D. Winnicott

NO SOMOS MAQUINAS

De: Graciela Cohen NO SOMOS MÁQUINAS Hay momentos donde sentimos “el crujir del albergue”, como llaman los españoles a una gloriosa estación del alma tejida entre la desesperación y la esperanza, es precisamente en esos instantes que el espacio donde habitamos nos resulta pequeño y un malestar repentino viene y va. Son momentos en que clamamos por la recuperación de un sentido claro. Como borrachos vivimos en un presente difuso, viendo doble lo singular, agrandando lo pequeño, chocando con lo grande y aplanando lo complejo. Niebla y confusión. Es entonces cuando “cruje el albergue” que tenemos en el cuerpo, en el alma o en los otros, y la sensación de ajenidad no es un problema sino un llamado de emergencia que nos dice: ¡Atención, has sido atrapado por la máquina de la insania errante, y estás pasando a pertenecer a una colectividad anónima ... Atención. Es el tiempo del valor. Es el tiempo de las pruebas. Es el tiempo de abrir los ojos en medio de la noche y dejar que el alma tome la dirección! Entonces empezamos a recordar que... No somos máquinas Somos un proyecto de la vida, de Dios, del amor de nuestros padres o de la casualidad, como más nos guste. Lo que es innegable es que crecemos y cambiamos, y nuestras experiencias de vida nos achican o nos fortalecen, nos endurecen o nos ablandan. No somos máquinas. A pesar de los intentos de forzarnos a encajar con un plan exterior, sigue viva una espontaneidad vital que nos sostiene, portamos un mecanismo, pero no somos máquinas. Desde que nacemos un sentimiento de ser yo el que soy, empieza a unirnos con nosotros mismos, sentimos el cuerpo y nos damos cuenta de nuestras necesidades; lloramos o nos quejamos si algo nos duele o tenemos hambre, y nos relajamos satisfechos en el paraíso de unión con nuestro cuerpo si todo está bien. Después de un tiempo, llevados por algo más grande, nos miramos en el espejo y nos reconocemos, volvemos a vernos mañana y seguimos viéndonos, sabiendo que somos los mismos de ayer. No somos máquinas La fidelidad a esta verdad nos ayuda a permanecer en el descubrimiento, y sabemos que somos reales cuando nos damos cuenta de que podemos cambiar sin ser otro. Esto hace que nuestra vida sea nuestra. Tener esta consciencia nos relaciona con un sentimiento de pertenencia. No somos máquinas

sábado, febrero 03, 2007

HAY LOCURAS

de: Silvio Rodríguez "Hay locuras para la esperanza, hay locuras también del dolor. Y hay locuras de allá, donde el cuerdo no alcanza, locuras de otro color. Hay locuras que son poesía, hay locuras de un raro lugar. Hay locuras sin nombre, sin fecha, sin cura, que no vale la pena curar. Hay locuras que son como brazos de mal: te sorprenden, te arrastran, te pierden y ya. Hay locuras de ley, pero no de buscar. Hay locuras que son la locura: personales locuras de dos. Hay locuras que imprimen dulces quemaduras, locuras de Diosa y de Dios. Hay locuras que hicieron el día, hay locuras que están por venir. Hay locuras tan vivas, tan sanas, tan puras, que una de ellas será mi morir."

viernes, febrero 02, 2007

LA PACIENCIA DEL RELOJERO

Un hombre misterioso, que viaja en tren hacia Retiro, comienza a contarle a Fernández cómo se enamoró, en la década del 70, de una mujer casada. Ella le pedía amor incondicional, aunque no podía correspondérselo. Rompieron con gran dolor, pero la vida les deparó una sorpresa. Cuando Fernández tomó el tren en Béccar le pareció que viajaría parado hasta Retiro, pero una mujer se bajó de pronto en la estación siguiente y quedó a su disposición un inesperado asiento junto a un anciano de barba blanca, camisa leñadora y tiradores. Fernández se acomodó al sol y se dispuso a disfrutar del viaje. Pero el anciano no lo dejó en silencio. –¿Va a trabajar, jefe? –Sí –respondió Fernández. –Se nota –acotó. Tenía una voz extrañamente agradable–. Por la pilcha, digo. Fernández asintió con una sonrisa y luego cerró los ojos como si fuera a echarse una siesta. Ganas no le faltaban. –Yo tenía una novia en Béccar –dijo entonces el anciano. Y Fernández abrió los ojos–. Fue allá por el ’72 o el ’73, creo. Se me confunden los años. Sí, creo que fue en el ’72. Yo, por supuesto, estaba casado. Imagínese. –¿Casado? –repitió Fernández con cierta incredulidad. –Los dos estábamos casados, pero igual nos pusimos de novios. –El anciano miraba por la ventanilla. Fernández observó a los dos pasajeros que dormitaban enfrente: una chica metida en la soñolencia de sus auriculares y un tipo que cabeceaba ante un libro de management. Como Fernández no reaccionaba, el anciano se miró las manos manchadas de vejez y siguió hablando: –La conocí en una fiesta del Centro Lucense. Al principio no me pareció linda. Sólo agradable. Pensar que luego me parecería la mujer más linda de la Tierra. Pero, bueno, usted sabe cómo es este asunto del amor. ¿Qué edad tiene usted? –Cuarenta y cinco. –Yo tendría más o menos lo mismo. Y le digo la verdad: tenía un agujero acá, en el pecho. Andaba pésimo y no sabía por qué. A mí no me iba mal: mi mujer era buena, mis hijos estaban creciendo, tenía un buen laburo. Soy relojero, ¿sabe? Siempre me di maña. Todo parecía que estaba perfecto y que tenía que darme por muy contento. ¿Usted se sintió así alguna vez? –No, nunca. –Tiene suerte, pero igual me va entender. Un día vamos con unos amigos al Centro Lucense para festejar una despedida de soltero, y salgo a bailar con ella. Yo jamás fui un picaflor. No sé, no me daba por ahí la cosa, ¿sabe? Pero ella era tan joven. No, no era una pendeja. Tenía pocos años menos que yo. Pero era joven, ¿me entiende? Una chiquilina. Una mujer muy mujer, madura, con cabeza, pero a la vez una chiquilina. Puf, cuando me di cuenta de que se podía ser todo eso a la vez me enamoré, amigo. Me metí hasta el caracú. ¿Le pasó a usted? Digo, de enamorarse así, perdidamente. –Dos o tres veces. –Uno se vuelve ciego, ¿no? Es algo que da miedo. Se levanta de noche, y le enflaquece el cuerpo, y le da por escuchar canciones y cree que todas fueron escritas para uno. Un vendedor de lapiceras Parker entró en el vagón vociferando y el anciano sacó un reloj antiguo de su bolsillo y le pegó un vistazo. Después miró de reojo a Fernández y se rascó la barba. –Es increíble cómo pasa el tiempo –dijo enigmáticamente, y guardó el reloj. Parecía un poco fatigado–. Bueno, ella resultó más sensata que yo. Un romance anterior la había dejado herida y a la defensiva, y la verdad es que no quería sufrir. Entonces me decía que me quería, me lo decía sinceramente y con ardor, ¿vio? Pero luego me daba a entender que me quería como hasta ahí nomás. Que también quería a su marido, y que en realidad no sabía en el fondo de su corazón si estaba enamorada. ¡Eso a mí me enloquecía! ¡Me ponía de rodillas, señor! ¿Estuvo alguna vez de rodillas usted? –Sí, alguna vez. –Es muy feo, muy feo –el anciano sacó un pañuelo de otro bolsillo y se lo pasó por la frente–. Porque uno se siente desnudo, atormentado. El amor es una celebración, ¿vio? Pero sólo se puede celebrar de a dos. Cuando uno se entrega y el otro se refugia, mamma mia, parece que te arrancan la carne con una tenaza. Tuve que aprender mucho para sobrevivir, amigo. Muchísimo. Se mantuvieron callados un buen rato, mientras pasaban las estaciones y pasaban también discapacitados ofreciendo gangas y pidiendo limosna. El relojero puso sus pulgares en los tiradores y dijo de repente algo, cuando parecía que ya no tenía nada más que decir. –Ella me pedía que yo dejara de pensar todo con la cabeza y que me dejara guiar sólo por el corazón. Que siguiera mis instintos. Que la quisiera mucho, que le tirara con munición gruesa, que le ofreciera casamiento. Le encantaba todo eso. Pero cuando yo lo hacía su mundo temblaba y se ponía en peligro, y ella se volvía atrás y me dejaba colgado. Colgado de un pincel. El tren estaba entrando en la zona de Retiro. El viejo se quedó otra vez en silencio, mirando las torres lejanas. Fernández se puso de repente ansioso. En cualquier momento entrarían en la estación y bajarían en el andén, y aquel viejo se llevaría el final de la historia como la ballena blanca se llevó para siempre al capitán Ahab. –¿Y qué pasó con su novia? –le preguntó de pronto, y se sintió ridículo. El anciano lo miró un segundo y le palmeó la pierna. –Le voy a dar un consejo, amigo –dijo–. Un consejo paternal. El tren frenó y se abrieron las puertas, y el anciano y Fernández se pararon juntos entre la corriente de pasajeros que los arrastraba. Salieron al andén y caminaron. Fernández iba con la boca seca. El anciano caminaba rápido y decidido, sin mirar atrás. Cuando cruzaron la zona de los molinetes, el viejo le dijo al joven: –Le voy a dar un consejo. No quiera saber qué fue de ella. No quiera saberlo nunca. No tiene importancia. –¿Cómo no va a tener importancia? –Hay mujeres que son como las golondrinas. –¿La perdió? –También le voy a dar algo porque sé que puede servirle. Fernández, con el ceño fruncido, se quedó esperando algo. Pero el viejo solamente le palmeó el brazo. Luego dijo: –Me tengo que ir. Lo que le dejo es la paciencia. Si alguna vez le pasa algo parecido es lo único que va a servirle, créamelo. Lo único. Que el tiempo pase y pase, y que usted aprenda. Ya estaban en la calle. El anciano se subió a un colectivo y se esfumó en su propia sombra. Fernández se metió las manos en los bolsillos del saco, pensativo, y descubrió en el fondo el antiguo y reluciente reloj. El periodista sintió un cierto desasosiego en los días posteriores: tenía una historia trunca y un regalo que no merecía. Se le hizo costumbre tomar un capuchino en Café-Café todas las tardes mientras leía libros de historia y espiaba a los pasajeros que bajaban del tren y cruzaban el ruidoso vestíbulo. Una de esas tardes, mientras estaba completamente abstraído en una batalla naval del siglo XIX, sintió la inminencia de alguien. Era el viejo relojero, que le golpeaba el vidrio. Fernández lo hizo pasar y lo invitó con una copa. El viejo aceptó una caña. Tenía una sonrisa amplia y lúcida. –Yo era la pasión y el amor incondicional; su marido era el amor sereno y la garantía –dijo sin demasiados preámbulos–. Cuando su marido vio que la perdía, reaccionó y ella se dio cuenta de que nunca había dejado de amarlo, ¿me entiende? –¿Y qué hizo usted? –Lloré, señor. Lloré mucho. Mucho tiempo. Me fui olvidando. Fui volviendo a mi mujer. Volví a enamorarme, llevé una buena vida. –¿Y qué hizo ella? –Ella extrañó. Volvió a engancharse con el marido. Y fue muy feliz. –Y un día volvieron a verse. –En una tanguería de San Telmo, señor. Fue de casualidad. Le aseguro que era una vieja hermosa. No había dejado de ser una chiquilina. –¿Y qué pasó? –Los años. Habían pasado veinticinco años. Pero descubrimos que nunca habíamos dejado de querernos. ¿Puede creerlo? –No. –Créalo. Eramos viudos. Nos casamos. Pero yo siempre le digo que no puedo asegurarle ciento por ciento que esté enamorado de ella. –Y ella no le cree. Es una buena historia. –¿Vio que la paciencia tiene un premio? Fernández, en una breve pero sentida ceremonia, le devolvió su viejo reloj de bolsillo. Texto Fernández fernandez@lanacion.com.ar La historia del viejo relojero habla de las asimetrías en el amor. ¿Siempre uno quiere más que el otro? ¿Es posible construir una pareja cuando dos personas no sienten exactamente lo mismo? ¿Hay que aceptar las asimetrías o huir de ellas? Y el amor, ¿permanece a través del tiempo, la distancia y el olvido? Publicó: SUSURU

POESIA VERTICAL

CADA GESTO COMPRENDE UNA PORCIÓN DE DESTINO Cada gesto comprende una porción de destino Y por eso todos los gestos exhiben Una pasmosa dosis de necesidad, Que parece pesar con peso propio. Sin embargo, Debe existir otra unidad de medida Para poder calcular con precisión La cantidad de destino de cada gesto. Ya que lo mismo ocurre con cada palabra, Que es un gesto verbal, Con cada imagen visible, Que es un gesto hecho con la misma sustancia de la mirada, Con cada signo que nos roza Y que es tan sólo un hilo de la trama del aire. Hasta un accidente es un gesto con destino, Tal vez una hipérbole del destino O algo así como un arrebato de su lírico exceso Y hasta el azar es un gesto con destino, Tal vez el único que reúne todas sus magnitudes, Algo así como un ramo desatado con las flores hacia abajo. Porque también el destino necesita Libertad para poder improvisar. Roberto Juarroz “Poesía vertical” Publicó: SUSURU

jueves, febrero 01, 2007

DRAMAS MANDIBULARES

"- Las mandíbulas son nocturnas. Salen entre sueños y se reúnen a masticar la melancolía diurna y la destrozan. - Gozan desgarrando las palabras amables, las sonrisas vacías de la nada cotidiana. Son poderosas, de muchísima fuerza, mueven el mundo, los continentes, en un apretar de dientes blancos. - Dominan el itinerario de la bronca y lo conducen al dolor, nunca al llanto. - Caminan silenciosas por las tardes laborales y se llaman con un leve crujido en las noches opacas. Estallan con un chirrido agudo de cuchicheo embrujado en la madrugada. - Las mandíbulas son las únicas que desafían la gravedad a cada instante. Obturan el babeo, limitan a las moscas, frenan los bostezos y eructos indeseables. - Cuando hacen el amor, se babean, moluscos libidinales intercambian fluídos y alientos. Son sublimes, cuando besan. Dejan pasar saliva, lengua, aliento y se fusionan en la ternura de otros labios o se fagocitan sumisas en el furor del encuentro, como bestias. Como ángeles (centellean en amistosas carcajadas)" Texto de: Elina Matoso